POLITICAS DE ESTADO EN LA ECONOMIA SOCIAL DE MERCADO

LAS POLITICAS DE ESTADO EN LA ECONOMIA SOCIAL DE MERCADO

1. La política económica en el marco de la economía social de mercado.

Al Estado como representante de la organización de una nación, se le atribuyen facultades y funciones en materia económica buscando del bien común.

Citando a Marcial Rubio en su obra Estudio de la Constitución Política de 1993, nos dice:

“Hasta fines de la década de 1920, los Estados tenían relativamente poco que hacer en la economía: establecían las reglas de juego, protegían a sus empresas mediante sistemas de restricción de importaciones donde lo creían conveniente, regulaban la moneda hasta donde les era posible y trataban de capear las crisis con políticas recesivas cuando ellas eran necesarias. La economía ocurría bajo la forma de un ciclo inexorable con momentos de desarrollo (los picos de la onda) y momentos de depresión. El subir y bajar de la economía se convirtió en la teoría del ciclo económico. Sostenía ella que a cada nuevo crecimiento de la demanda seguía un crecimiento de la oferta hasta que llegaba un momento en el que la demanda paraba de crecer. Se producía la sobreoferta y un almacenamiento de productos no vendidos. Entonces debía disminuir la oferta, lo que significaba despedir trabajadores, lo que a su turno influía en una menor demanda ya que existían menores ingresos en la sociedad. Este era el fenómeno descendente del ciclo hasta que en cierto nivel bajo, volvían a nivelarse oferta y demanda y ésta empezaba a incrementarse. Daba la impresión de que en esto no había más forma de intervención que la regulación del ciclo para que las reglas no se desordenaran artificialmente.

A raíz de la gran depresión iniciada el año 1929 y de la consiguiente búsqueda de soluciones, surgió una nueva manera de ver la macro- economía. Lord Keynes había ya antes sostenido que si en el momento en que empezaba el ciclo descendente de la economía el Estado inducia a la demanda, esta podía crecer y equipararse nuevamente con la oferta, de manera que la crisis no se hiciera presente o, en todo caso, fuera menos grave que con las medidas recesivas tradicionales. El keynesianismo reinó en el mundo casi cuarenta años y produjo un crecimiento sin precedentes.

Para llevarlo a la realidad, el Estado tuvo que interrumpir en la actividad económica de muchas y diversas maneras. El proceso no fue igual en todo momento ni en todos los lugares, pero se extendió a prácticamente todos los países”

Es así como es obligación del Estado orientar el desarrollo del país en el marco de una economía social de mercado, reconociéndose que está facultado para fijar determinadas reglas de juego.

La economía social de mercado, por consiguiente, tiene una serie de componentes de política pública que es preciso tratar con cuidado, integral y equilibradamente. La economía social de mercado no es puro liberalismo ni manejo automático de la economía por las fuerzas del mercado, sin correcciones ni ajustes.

¿Cuál es el rol del Estado en la economía social del mercado? Marcial Rubio nos dice:

“la economía de mercado requiere también equilibrio social, redistribución y promoción de los menos favorecidos para ponerse en condiciones de competencia con los demás. En todos estos aspectos la intervención del Estado es esencial. Sin embargo, no debe ser una intervención sesgada, desordenada, o dirigida por intereses subalternos. Su norte debe ser buscar la existencia de las leyes del mercado, de la iniciativa particular, de la competencia y, dentro de ellas, efectuar las correcciones indispensables”

Faltlhauser señala que al Estado le incumbe fijar los parámetros del mercado a través de las reglamentaciones sobre la competencia: la ley contra las limitaciones a la competencia, la liberalización del comercio internacional, las medidas para facilitar el acceso al mercado a través de la promoción de nuevas empresas.

Además hace referencia a la creación de todo el sistema de seguridad social y sobre los incentivos del Estado al desarrollo regional. No menos importante es la política del proceso económico mediante medidas coyunturales y globales.

Finalmente se podría agregar la creación de condiciones fundamentales como, por ejemplo, la protección del medio ambiente de la misma manera por parte del Estado.

Las actividades económicas se realizan no sólo para la satisfacción de las necesidades o demandas por bienes y servicios de las personas, sino también para cumplir con las expectativas de bienestar de todos los actores económicos y sociales que intervienen en ellas. Para que estos objetivos se alcancen es fundamental que la economía funcione, es decir, que las múltiples relaciones económicas que se establece entre demandantes y oferentes de bienes y servicios – sean empresas, instituciones estatales, familias o personas- se desenvuelvan en el marco de la búsqueda del bienestar para todos.

1.1 Instrumentos para corregir los resultados del mercado

El funcionamiento adecuado de la economía de un país requiere que las actividades económicas sean coordinadas, de modo que la escasez de bienes pueda armonizarse con la satisfacción de necesidades, teniendo en cuenta la demanda actual y la demanda futura, con miras al aseguramiento de la vida individual y el bienestar de la sociedad. Para este propósito es importante que el Estado, a través de la recaudación de impuestos, genere recursos para atender la educación y salud de los más necesitados, la administración pública – que facilita las actividades de la población y de los agentes económicos-, la defensa interna y externa, la seguridad social, la operación de los tribunales de justicia, entre otros aspectos.

Esto solo puede lograrse si se conocen las demandas de la población y si se establece un orden de prioridad para atenderlas. Para ello es necesario preguntarse qué demandas deben ser cubiertas y a través de que bienes o servicios. Los medios con que se cuenta para atender la demanda son los bienes de consumo, los recursos naturales y la mano de obra. El dinero y el capital real deben considerarse y ser evaluados de acuerdo con su escasez relativa.

Si se alcanzan ciertos fines de naturaleza económica, como pleno empleo, desarrollo económico, equilibrio económico exterior, estabilidad cíclica y estabilidad de precios; se estará en condiciones de lograr objetivos máximos, como igualdad, bienestar general, independencia, libertad, justicia y otros semejantes.

Asimismo, para determinar con precisión que tipos de instrumentos se deben

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