PORTAFOLIOS DE AHORRO E INVERSIÓN
Juanita VelezSíntesis18 de Abril de 2016
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PORTAFOLIOS DE AHORRO E INVERSIÓN
Una de las ventajas que ha arrojado el desarrollo del mercado de capitales es que el espectro de posibilidades para invertir y ahorrar al mismo tiempo se ha ampliado y ya es asequible a todos, no sólo para los inversionistas profesionales o con grandes montos de recursos.
Entre los papeles valores que se negocian en la Bolsa de Valores se encuentran las acciones, aceptaciones bancarias y financieras, certificados de depósito a término, bonos públicos y privados, papeles comerciales, Títulos de Tesorería -TES-, títulos inmobiliarios y bonos convertibles en acciones -Boceas-.
En Colombia, las firmas comisionistas de bolsa son las encargadas de servir como intermediarios por cuenta de un tercero en la compraventa de títulos valores, al mismo tiempo que tienen la posibilidad de realizar otras actividades como constituir y administrar fondos de valores, administrar tanto títulos valores a través de Depósitos de Valores como portafolios de inversión y actuar por cuenta propia en la compraventa de títulos valores, para garantizar la liquidez de sus papeles.
Pero no sólo ellos actúan como intermediarios. Para canalizar los recursos del público en general, se han creado varios tipos de fondos, administrados por diferentes clases de sociedades.
De esa manera, los fondos de valores, administrados por las firmas comisionistas; los fondos comunes y especiales, por las fiduciarias, y los fondos voluntarios de pensiones forman parte del abanico de posibilidades que hoy en día tienen los colombianos para invertir indirectamente en el mercado de valores y así obtener mejores rentabilidades frente a otras alternativas, como los CDT.
En el primero de los casos, los fondos de valores, hay tres razones que esgrimen estas sociedades para atraer nuevos inversionistas. La primera de ellas tiene que ver con la diversificación que se logra del riesgo, dado que su portafolio está compuesto por inversiones de diferente índole. En segundo lugar está el hecho de ser administrados por firmas con alta experiencia, que evalúan permanentemente las tendencias de los mercados financieros en los cuales puede invertirse. Y en tercero, pero no menos importante, por su liquidez, pues quien allí invierte tiene la posibilidad de disponer de su dinero en cualquier momento según sus necesidades. A lo anterior se suma el hecho de que continuamente son monitoreados y calificados, en tres áreas: por el riesgo administrativo y operacional, el riesgo crediticio y el riesgo de mercado. Este último representa la sensibilidad del portafolio ante cambios en el mercado.
Fondos comunes
Al igual que los fondos de valores, los fondos administrados por las sociedades fiduciarias están logrando vincular diferentes tipos de inversionistas, grandes y pequeños, atraídos por las ventajas ofrecidas por este tipo de portafolios, como el manejo profesional que tienen y las mejores rentabilidades ofrecidas.
Son tres los tipos de fondos administrados por las sociedades fiduciarias. El primero de ellos es el Fondo Común Ordinario, que maneja recursos invertidos en títulos determinados por las normas de control existentes, especialmente en renta fija como CDT, TES, Titularizaciones y bonos.
Este tipo de fondos es definido como el conjunto de recursos obtenidos con ocasión de la celebración y ejecución de negocios fiduciarios, en el que la entidad fiduciaria realiza un manejo de recursos colectivos de pequeños, medianos y grandes inversionistas en los que se consagra como finalidad principal la inversión de los mismos, dentro de los porcentajes del portafolio expresamente señalados por el Estatuto Orgánico del Sistema Financiero, sobre los cuales el fiduciario ejerce una administración colectiva. En este caso los recursos están a la vista del inversionista, pueden retirarse al momento cuando lo desee.
En segundo lugar están los Fondos Comunes Especiales, que manejan papeles con destino de inversión específico o con unas características especiales de los participantes en el fondo. Es así como en renta fija (vista) tienen inversiones en títulos de gobierno y bonos, y en renta variable (plazo) en moneda extranjera y acciones. Las entidades fiduciarias pueden tener tantos fondos comunes como estén en capacidad de administrar. Finalmente están los portafolios individuales de destinación específica, en donde hay inversiones en sectores como educación, vivienda y beneficios tributarios.
La mayor parte de los recursos administrados en fondos de las fiduciarias se encuentran en los Fondos Comunes Ordinarios, debido a la liquidez de la inversión, seguridad y conocimiento del producto. Así mismo, el capital inicial varía dependiendo de si el titular de la cuenta es una persona natural o jurídica. Los recursos obtenidos por esta vía por los fondos se utilizan en la adquisición de títulos de renta fija, altamente rentables y seguros, emitidos por entidades vigiladas por la Superintendencia Bancaria. La comisión de manejo varía de acuerdo con el fondo. Sin embargo, los Fondos Comunes Especiales tienen un gran potencial en beneficio de los clientes en términos de su relación rentabilidad-riesgo. La mayoría de estos son a plazo (inversiones en bonos, titularizaciones, papeles comerciales, etc.).
Otros tipos de inversiones administradas por diferentes fondos son los destinados a la actividad inmobiliaria, acciones, inversiones en el exterior, títulos del gobierno y vista (inversiones en papeles con ventajas tributarias, emitidos por instituciones financieras, etc.). Por ejemplo, determinado porcentaje de los recursos que llegan a estos fondos son invertidos en la compra de títulos de cartera ordinaria (facturas, pagarés) de empresas del sector industrial seleccionadas después de un riguroso análisis financiero, en tanto que otros se destinan a títulos emitidos por entidades vigiladas por la Superintendencia Bancaria.
A diferencia del Fondo Común Ordinario, en este caso los montos mínimos para invertir en ellos son mayores y van desde $1 millón para personas naturales y $3 millones para las personas jurídicas.
Adicional a lo anterior, las fiduciarias trabajan para que la oferta de sus fondos se amplíe en diferentes actividades como un mayor dinamismo de las inversiones en proyectos inmobiliarios; creación de fondos para invertir en programas de exportación aprovechando el incremento que se espera de esta actividad gracias al ATPA o para destinar mayor inversión en capital de riesgo. Un elemento que le reduce el riesgo al inversionista de este tipo de fondos es la diversificación, pues existen restricciones normativas frente a los límites de inversiones que puede tener cada portafolio, con lo cual se disminuye el riesgo de pérdida sobre la totalidad de las inversiones.
Fondos voluntarios
Los fondos de ahorro voluntario para complementación de pensión o propósitos de ahorro de mediano y/o largo plazo, cada vez se colocan más sobre el tapete como otra alternativa de inversión, porque de la mano con el hecho de tener un ahorro complementario para incrementar el capital de pensión, la posibilidad de diseñar portafolios a la medida y disponibilidad inmediata de recursos, están los beneficios financieros.
Contrario a lo que muchos piensan, este tipo de fondos no son ni cuentas de ahorro con retorno fijo, ni títulos de renta fija a plazos determinados con retorno fijo, ni recursos de las sociedades administradoras, ni recursos de ahorro con destinación específica. Se trata de patrimonios autónomos cuya estructura financiera y resultados son totalmente separados de la sociedad que los administra, que generan alta rentabilidad para quienes ahorran allí, al mismo tiempo que permiten obtener diferentes beneficios como disminución del impuesto de renta, de la retención en la fuente y del impuesto a las transacciones financieras del tres x mil. Precisamente, esta es una de las principales diferencias frente a los otros tipos de fondos y es que los aportes voluntarios no hacen parte de la base para aplicar la retención en la fuente y son considerados como un ingreso no constitutivo de renta ni de ganancia ocasional, hasta 30% del ingreso tributario anual, incluidos los aportes a pensiones obligatorias y los aportes a cuentas AFC.
En el manejo del portafolio, los fondos ofrecen diferentes alternativas. En primer lugar existe la opción de un solo fondo, donde se adquieren unidades de uno solo de estos entes, la gestión es ciento por ciento del administrador y los resultados son iguales para todo afiliado.
En segundo lugar está el fondo de fondos o multifondos, donde se adquieren unidades de cada fondo dentro de la totalidad de la firma y el resultado depende de la composición escogida, por lo cual la rentabilidad es diferente para cada afiliado. Finalmente, el fondo de perfiles o multiperfiles, donde se adquieren unidades de cada perfil y el resultado depende del perfil escogido, así que la rentabilidad es igual para cada afiliado en el mismo perfil.
Para hacer aún más atractivo este tipo de inversión, algunas instituciones han estructurado beneficios adicionales, como créditos rotativos que ofrecen las entidades financieras socias del fondo de pensiones respectivo, cuyo objetivo es permitirle al ahorrador-inversionista, mantener los ahorros en el fondo sin perder los beneficios tributarios por retiros anticipados.
Titularización La titularización en Colombia se encuentra ampliamente desarrollada, hasta el punto de que es comparable con la de los países más desarrollados en la materia, concentrándose en tres tipos de activos: inmuebles y proyectos inmobiliarios, cartera de instituciones financieras y cartera de empresas industriales. En el caso de los títulos hipotecarios, aunque comenzaron a ofrecerse sólo desde el año 2002, desde un comienzo se convirtieron en papeles con una alta demanda entre inversionistas, tanto institucionales como particulares. El objetivo desde un comienzo fue convertir a la Titularizadora Colombiana, firma que realiza y estructura estas operaciones, en el segundo emisor de papeles en el país, después del gobierno. Entre los beneficios que adquiere quien invierte en dichos títulos se destaca el hecho de que estas emisiones cuentan con garantías emitidas por la nación para los títulos respaldados en créditos de Vivienda de Interés Social -VIS- y con un mecanismo de cobertura parcial para los títulos no VIS otorgados por la Corporación Financiera Internacional -IFC-.
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