Perspectiva histórica de macroeconomia
rudy rosebladeEnsayo7 de Noviembre de 2015
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2. Perspectiva histórica de la Macroeconomía
¿Cuáles son los primeros aportes al pensamiento macroeconómico?
Primeros aportes. Si consideramos a la macroeconomía en su sentido más amplio, como el estudio de las tendencias agregadas de una economía, entonces puede decirse que la macroeconomía ha sido durante siglos, una de las preocupaciones centrales de los economistas. Una de las principales aportaciones se debe a David Hume, quien estudió en el siglo XVIII los vínculos entre la oferta monetaria, la balanza comercial y el nivel de precios de una economía. Su gran contribución, conocida en la actualidad como Enfoque Monetario de la Balanza de Pagos, constituye el punto de partida para la teoría que relaciona la política monetaria con el comercio internacional. De manera similar, estudios monetarios de los siglos XVII y XIX crearon las bases de la Teoría Cuantitativa del Dinero que sigue siendo el fundamento del análisis monetario contemporáneo.
A pesar de estas contribuciones, el campo de la macroeconomía se reconoció como auténtica disciplina hasta el siglo XX. Tres hechos tuvieron importancia fundamental en el desarrollo de este campo.
Primero, los economistas comenzaron a recopilar y sistematizar datos agregados que proporcionaron la base científica para las investigaciones en este campo. Mucha de esta recopilación fue inducida por la primera guerra mundial, durante la cual los gobiernos reconocieron que necesitaban más y mejor información estadística para poder planificar y llevar a cabo los esfuerzos bélicos. En la década de 1920, Simón Kusnets quien obtuvo el premio nóbel de economía realizó un estudio sobre el crecimiento económico que requirió de mucha información. Ya en la década de 1930, algunos países poseían una gran cantidad de datos que podían aplicarse al estudio macro. Posteriormente, economistas entre ellos Richard Stone, sistematizaron información en las cuentas nacionales.
Segundo, otro impulso para la macroeconomía moderna fue identificar el ciclo económico como un fenómeno recurrente de las economías. Los avances en el conocimiento empírico del ciclo económico se hicieron posibles por el avance en los datos macroeconómicos.
Tercero, otro hecho fue la gran depresión que comenzó en 1929, cuando casi todas las economías del mundo sufrieron una enorme reducción de la producción y un aumento sin precedentes del desempleo.
Las dos grandes líneas de pensamiento en el estudio de la macroeconomía han sido la escuela clásica y la escuela keynesiana, de estas dos grandes corrientes han ido surgiendo posteriormente nuevas teorías: Monetarismo, neokeynesianismo, nuevos macroeconomistas clásicos, etc.
¿Cuáles son los aportes de la teoría clásica?
La teoría clásica, es una primera explicación del funcionamiento global de la economía, elaborada hacia finales del siglo XIX y principios del siglo XX; por lo tanto, se trata de la primera representación sistemática sobre el funcionamiento económico en su conjunto. Se trata de una teoría relativamente sencilla, con respecto a las elaboraciones del siglo XX. Los autores clásicos, más representativos fueron: William Jevons, León Walras, Alfred Marshall, Pigou, John Sturat Mill, Jean Baptise Say, los cuales partían de un análisis más microeconómico, para dar una explicación global sobre el funcionamiento de la economía.
El desarrollo clásico sobre el equilibrio general de la actividad económica fue resumido en los primeros años del siglo XIX por el teórico francés Jean Baptise Say en su Traité Déconomie Politique (Tratado de Economía Política). Fiel a la doctrina liberal de los clásicos ingleses, Say trató de demostrar que el equilibrio económico se conservaría siempre que las fuerzas de mercado pudieran actuar libremente: las perturbaciones graves y tardadas eran improbables y los desequilibrios eventuales temporales eran corregidas por los mecanismos del sistema de precios. Este argumento condujo a la conclusión de que la producción crea mercado para los productos –Ley de los Mercados de Say- en otras palabras, la oferta crea su propia demanda. Establece que la sobreproducción es imposible por su propia naturaleza, así como altas tasas de desempleo durante períodos prolongados.
El núcleo de esta ley es que en una economía en la que los precios y los salarios reales se determinan en mercados competitivos, subiendo y bajando de una manera flexible se elimina el exceso de demanda o de oferta. La producción total siempre crearía por si misma mercado para su propia demanda ya que una economía basada en los cambios y en la división del trabajo, el acto de la producción representa un acto futuro de demanda; el hecho de que un país esté produciendo significa simplemente que se está preparando para consumir.
La teoría clásica plantea que en condiciones de competencia perfecta, existirá una fuerte tendencia hacia el pleno empleo. Esa conclusión optimista, fue sostenida, aunque no tan explícitamente por todos los economistas liberales de los siglos XVIII y XIX y perduró hasta el surgimiento de la gran depresión capitalista. Se reconocía que circunstancias anormales como las guerras, perturbaciones políticas, crisis y fugas de capitales eran capaces de desviar la economía del empleo total, pero, si esas situaciones ocurrían, se vendrían ajustes automáticos dentro del sistema de precios, para hacer que la economía consiguiera de nuevo alcanzar el nivel pleno empleo de los factores.
La teoría clásica estudia la forma en que se equilibran las fuerzas de la oferta y demanda en cada uno de los mercados (trabajo, productos y monetario) y de cómo se logra en la economía un equilibrio simultáneo de estos mercados. En la medida en que se da la simultaneidad e interrelación de los equilibrios parciales en cada mercado, se produce el equilibrio general y el funcionamiento de la economía. El equilibrio en el mercado de bienes, complementariamente se articula con el mercado de trabajo y mercado monetario, mediante el nivel máximo de contratación del trabajo y el equilibrio monetario que define el nivel general de precios. La introducción del dinero, no alteraba la idea de que toda la oferta crea su demanda, porque se toma al dinero en su función de medio de cambio, o sea como un instrumento para obtener productos que están en posesión de otros individuos.
La Teoría Clásica gira alrededor de tres aspectos: La teoría del equilibrio en el mercado de productos, el concepto de pleno empleo y la teoría monetaria, que son los elementos constitutivos de la explicación clásica sobre el equilibrio macroeconómico.
¿Cuáles son los aportes de la teoría keynesiana?
Como sucedió con Adan Smith y Karl Marx, John Maynard Keynes formó parte de unos pocos economistas cuyo trabajo influyó en una gran cantidad de otros economistas, gobernantes y en la vida de las naciones. Viviendo los dramáticos años de la gran depresión, el economista inglés intentó investigar las causas fundamentales del desajuste económico en que se encontraban sumergidas todas las economías del mundo occidental.
La fuente de la macroeconomía moderna es la obra de Keynes "La Teoría General del Empleo, el Interés y el Dinero". En sentido estricto, se puede hablar de teoría macroeconómica a partir de los años treinta, con la publicación de esta obra, ya que en ésta, se establecen los fundamentos esenciales del análisis macroeconómico. Hasta la publicación de esta obra, los economistas habían investigado muy poco en relación con los factores determinantes del nivel de equilibrio general. Hasta entonces se suponía que las crisis económicas, que provocaban desempleo en gran escala por largos períodos, nunca ocurrirían si el sistema fuera gobernado por el libre juego de las fuerzas del mercado. Los economistas de los siglos XVIII y XIX creían que era imposible una sobreproducción general y desempleo en gran escala.
Con el surgimiento de la crisis de 1930, las ideas de los clásicos se mostraron poco aplicables a la realidad económica de la época. Una nueva teoría debería ser desarrollada en vista de que el desempleo se extendía, el libre juego de las fuerzas del mercado fueron incapaces de conducir de nuevo a una situación por lo menos próxima al pleno empleo de los factores, la automaticidad de los mecanismos de mercado demostró grave ruptura y parecía irrecuperable el nivel de actividad de los países alcanzados por la crisis.
Keynes planteó que el pleno empleo o cercanos al pleno empleo son casos especiales, no son de las sociedades en que realmente vivimos, de tal forma que las enseñanzas de la teoría clásica resultaban inviables al aplicarlas a los hechos de la realidad. Keynes partió de una sistematización sobre lo que considera es la teoría clásica, para luego establecer sus críticas a esta interpretación económica y fundamentar su teoría macroeconómica.
La macroeconomía moderna surgió en la década de los años treinta, cuando los economistas comenzaron a reunir y publicar un inmenso volumen de datos estadísticos en las cuentas nacionales útiles para analizar el comportamiento de grandes agregados macroeconómicos como el producto nacional, ingreso, ahorro, consumo e inversión.
A partir de la publicación en 1936 de la principal obra de Keynes, obra de gran significado histórico por el planteamiento teórico sobre el equilibrio general y la estabilidad de la economía fue de gran utilidad para encontrar la salida a la gran depresión económica mundial, al proponer un nuevo marco teórico para explicar este fenómeno, surgiendo al mismo tiempo políticas económicas específicas para contrarrestarla.
La afirmación central de Keynes fue que las economías de mercado no se autorregulan en forma suave, esto es, no garantizan bajos niveles de desempleo y altos niveles de producción en forma regular, al contrario, las economías están sujetas a grandes fluctuaciones que se deben en parte, al optimismo y pesimismo en los empresarios que induce una caída en la inversión que, a su vez puede provocar un descenso global de la producción y un aumento en el desempleo.
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