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El Aborto: Perspectiva histórica y social


Enviado por   •  17 de Octubre de 2017  •  Reseñas  •  1.058 Palabras (5 Páginas)  •  390 Visitas

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El Aborto: Perspectiva histórica y social

El aborto (ab-ortus) que etimológicamente significa “privación del nacimiento” ha sido un tema ampliamente discutido a través del tiempo y en los diferentes grupos sociales y culturales, se acepta actualmente la definición de aborto como: interrupción y finalización del embarazo de manera voluntaria o involuntaria, quirúrgica o accidental.

Sin lugar a dudas el borto plantea cuestiones bilógicas, jurídicas, morales, religiosas y hasta filosóficas por lo que es difícil el abordaje unilateral dejando a un lado los demás, por lo que debe ser abordado desde una perspectiva amplia, el siguiente abordaje es desde un punto de vista histórico, social y cultural.

En la Baja Mesopotamia se regía el aborto basado en el Código de Hammurabi (S.XVIII A.C) que hacía referencia a la retribución y/o castigo que debe pagar la persona que ocasione el aborto a una mujer: “Si un hombre golpea a una hija de hombre y le causa la pérdida de (l fruto de) sus entrañas [aborto], pagará 10 siclos de plata por (el fruto de) sus entrañas” y si es la hija de un plebeyo pagará 5 siclos de plata, llama la atención la marcada diferencia social y económica en cada uno de los casos y como las “razones sociales” rigen los actos.

En la antigua Grecia nace la Política como disciplina y Platón en su célebre obra “La Republica” advierte la necesidad de un control demográfico de manera que en caso de un mayor número de habitantes permitidos, se debía recurrir al aborto o infanticidio, de igual manera Aristóteles retomó el tema en su obra “La Política” en el cual debe haber un límite  fijado en la procreación de prole y recurrir al aborto en caso de sobrepasar dicho límite. Por otro lado Hipócrates en su juramento rechaza el aborto de manera tajante: No recetaré a ninguna mujer un pesario abortivo. Aunque estas prácticas (abortivas e infanticidio) eran consideradas hasta normales en ciertos casos en la sociedad Greco-Romana, por lo que el Juramento de Hipócrates alcanza su mayor relevancia como código ético medico hasta la aparición del cristianismo por la connotación moral que ambos poseen.

Con la caída paulatina del imperio romano y el desarrollo del cristianismo (y su desarrollo moral), se condena de manera enfática cualquier daño que se pueda producir tanto a los fetos como a la vida misma, Justino escribía: Profesamos los cristianos que abandonar que abandonar a los recién nacidos es obra de malvados y por su parte Tertuliano afirmaba que: el ahogamiento de los recién nacidos, el abandono de los mismo a las bestias y el infanticidio eran practicas paganas.

En el Didaché se hacía presente el mandamiento de no abortar y el castigo a los que mataban a sus hijos, y de igual manera Atenágoras, Cipriano de Cartago, Amborsio de Milán y entre muchos otros condenan las prácticas abortivas con el avanzar de los años.

La percepción, practica y entendimiento del aborto fueron cambiando por influencia de los nuevos conocimientos médicos, la filosofía y las diferentes posturas ideológicas, San Agustín manifestaría que: “Según la ley cristiana, el aborto no se considera homicidio en fase temprana porque aún no aún no se puede decir que haya un alma viva en un cuerpo que carece de sensaciones” esto en respuesta o interpretación del libro de Éxodo capítulo 21.  Santo Tomas de Aquino por su parte diría que la mujer es un hombre fallido y referente al aborto: El alma no se recibe en el momento de la concepción, sino mucho más tarde”; “La infusión del alma se produce a los 40 días si el feto es varón y a los 80 días si va a ser niña.” Esto deja entrever las diferentes opiniones sobre este tema cada vez más diversificados en los diferentes estratos sociales pero unificados en su moralidad de que no se debe hacer.

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