Planeación estratégica. La ventaja competitiva

Desde el inicio me pude dar cuenta de lo basto que es el tema de la planeación y la estrategia. Es tan basta que no alcanza una vida para terminar de estudiarla.

Me quedó claro lo que es estrategia; definir lo que uno quiere hacer y lo que no quiere hacer.

La estrategia también abarca la renuncia, la renuncia a planes, a caminos, a opciones. Para lograr algo, se tiene que renunciar.

El 60% del valor de una organización no es tangible. Una persona vale porque genera confianza, credibilidad, al igual que una empresa.

La parte más difícil de hacer una planeación estratégica no es cuando hay dificultades, es cuando se tiene éxito. Nos ciega a los distintos resultados que no son favorables y nos hace sentir que no nos va a pasar nada.

Si al tomar una decisión no se renuncia a ciertas cosas, nunca va a obtener el éxito.

Para que una planeación se vuelva valor, necesita estar bien establecida la ejecución, la credibilidad del equipo gerencial, calidad de la estrategia trazada y desarrollo de productos

No tiene sentido hacer estrategias o planear si no hay ejecución, si no hay valor. Por un lado está la planeación, y por otro está el presupuesto. El presupuesto manda en una organización. Estrategia que no está en el presupuesto, no existe.

Al momento de tener ejecución para cumplir con las estrategias, se obtiene una ventaja competitiva que es mucho más importante que la ventaja comparativa. Esta tiene fecha de caducidad, una ventaja comparativa dura hasta que alguien más llegue y la copie o la mejore. La ventaja del primer movimiento.

La ventaja competitiva es una diferencia, muy dificil de copiar, dura en el tiempo y generadora de valor y rentabilidad.

La mayoría de las empresas se preocupan por las ventajas comparativas, ser el primero en hacer las cosas, en vender más, en construir y crecer, olvidándose de los valores, lo intangible. Esa es la diferencia entre las verdaderamente grandes empresas.

Para convertir una estrategia en una ventaja competitiva, se tiene que tener el conocimiento de lo que es una estrategia, cómo funciona y qué significa. Hay que saber hacer una planeación estratégica. Se tiene que hacer un presupuesto ligado a la estrategia, no dejar a un lado. Hay que bonificar a la gente cuando se cumple la estrategia. Los líderes o gerentes deben tener el tiempo para desarrollar las estrategias y por último, se tiene que alinear la estrategia con la organización.

Para hacer lo último, se tiene que definir lo que es importante (la misión, la visión, etc.), se opera, se mide, se alinea a los objetivos personales.

Se formula la estrategia, un plan de negocios, un presupuesto, se gestiona el cambio, se comunica, se tienen métricas.

Se deben establecer distintos objetivos, de arriba para abajo. Objetivos a nivel superior, a nivel medio y a nivel operativo.

La planeación se define de arriba para abajo y se mide de abajo para arriba. Abajo está toda la ejecución, ahí se ejecuta la estrategia. Arriba se define.

La estrategia empieza arriba y se va poco a poco hacia abajo hasta llegar al individuo.

En definitiva, no basta con “hacer una estrategia”, se tiene que saber qué es la planeación estratégica, cómo se ejecuta y cómo se mide. Se tiene que aprender a priorizar lo que realmente importa y lo que realmente tiene un valor. Lo intangible de una organización es lo más importante de todas las cosas. La imagen, la confianza, los valores.

...