Presente y Futuro de la Gerencia y el Liderazgo en Venezuela

PRESENTE Y FUTURO DE LA GERENCIA Y EL LIDERAZGO EN VENEZUELA

El presente ensayo intenta establecer el estado actual de la gerencia y el liderazgo en Venezuela, así como la razón de su condición, al mismo tiempo se proyectará una imagen del gerente que requiere nuestro país para afrontar los altos niveles de complejidad, incertidumbre y dinámica del entorno venezolano, y así poder alcanzar su estabilidad social, económica y política.

Nuestro hermoso país tiene muchas riquezas naturales y sus reservas hidrocarburíferas han sido recientemente certificadas como las más grandes del mundo, pero mejor aún es la disposición y adaptabilidad de su gente que muy a pesar de la reciente historia violenta para la fundación de una república independiente, el auge petrolero que nos convirtió en país monoproductor y luego la globalización que nos enfrentó drásticamente contra el mundo; han sido los principales elementos de formación en la trayectoria administrativa de los actuales gerentes y líderes venezolanos. Por lo que, el modelo gerencial tradicional venezolano se ha caracterizado por ser rígido, de tipo piramidal y centrado en el poder, con una posición inflexible en la toma de decisiones que estrangula la visión creativa, la automotivación, la actitud de compromiso y la responsabilidad hacia las exigencias del mercado (Tapscott y Caston, 1995; Stoner, 1997; Borghino, 1998).

Ahora bien, aunque el propósito de la gerencia es la de mantener estructuras, sistemas y normas para el control, de manera que el trabajo se realice seguro y sin riesgos (Certo 1992, Robbins 1996, Stoner 1997), se puede señalar que la gerencia organiza, selecciona, motiva y coordina a la gente adecuada para producir equipos de trabajo que ejecuten los planes de manera eficaz y eficiente. Y el liderazgo presenta algunas complejidades debido que su proceso es dinámico y continuo que produce una corriente de efectos intangibles y tangibles coherentes con una visión socialmente significativa (Aguilar, 1998; Borghino, 1998;). En cuanto a su origen, el liderazgo nace directamente de la inteligencia, del carisma de la persona, del deseo y del compromiso de hacer las cosas que los demás no están dispuestos hacer (McFarland, 1996; Kotler, 1997; Borghino, 1998), pero esta inteligencia se denomina inteligencia emocional, la cual se refiere a la habilidad para reconocer el significado de las emociones y sus relaciones. Al contrastar términos gerencia y liderazgo, encontramos que el liderazgo consigue motivar a las personas poniendo énfasis en el valor simbólico del esfuerzo mientras que la gerencia cumple con los objetivos propuestos para lograr los objetivos, que serán de gran valor para la organización y los intereses colectivos, es decir, una definición depende íntimamente de la otra, porque están entrelazadas en los procesos aunque pareciera que en la práctica sus acciones son contradictorias.

En cuanto a la condición gerencial actual de Venezuela, la cual posee una situación relativa de abundancia económica que se desprende de sus riquezas naturales y energéticas, pero en su gestión existe una escaza visión de futuro y una perturbada orientación al logro, también la formación ideológica de nuestros gerentes y líderes han continuado los modelos tradicionales del desarrollo económico basado en una anarquía productiva y un muy marcado capitalismo de Estado. Collazos y Chica en el 2008, citan los estilos de liderazgos identificados por la Universidad de Ohio (dentro del comportamiento como valores superficiales) a resaltar como liderazgo de apoyo o colaborativo, donde los líderes expresan su apoyo a los empleados, incrementando un ambiente cordial. En segundo lugar está el liderazgo participativo, en cual se comparte el poder entre los empleadores y los empleados, para promover alternativas buscando alternativas. Y en tercer lugar, está el liderazgo instrumental, donde los gerentes asignan los trabajos según lineamientos y normas predeterminadas. Ahora bien,

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