Proyecto

De acuerdo con los elementos de un modelo de colas, identifica el cliente y servidor para cada uno de los siguientes casos:

Aviones que llegan a un aeropuerto.

Sitio de taxis que atiende a pasajeros que esperan.

Herramientas verificadas en un taller de maquinado.

Cartas procesadas en una oficina postal.

Inscripción para clases en una universidad.

Casos en cortes legales.

Operación de pagar en un supermercado. Introducción

A todos nos ha pasado que llegamos a un restaurante, al banco o a una oficina de gobierno y por alguna razón hay cola o fila de espera para pasar a la mesa, a ventanilla o a la realización del trámite y que del tiempo que tengamos que permanecer en espera dependerá la percepción que hagamos del lugar en el que estemos.

Todo tiempo de espera genera un costo, puede ser tiempo desperdiciado que se pudo haber utilizado en alguna otra actividad productiva, pérdidas de clientes y si nos vamos a otros casos, paros de línea por espera de material, de mantenimiento a una máquina, etc.

Para poder mediar la espera con el costo de ofrecer el servicio, es donde aplicamos los sistemas de colas, que nos darán la pauta para ofrecer un buen servicio a un costo óptimo.

Explicación

11.1 Por qué estudiar los modelos de colas

En la vida diaria las colas o líneas de espera son algo común, desde la fila que uno puede hacer para la ventanilla del banco, del cine, esperar la mesa en un restaurante, el despacho de gasolina, un trámite en gobierno, hasta las líneas de ensamble, los productos deben esperar para pasar de una estación a otra, o esperar a que la máquina sea arreglada, la materia prima sea descargada. En pocas palabras las colas es algo inevitable, por ello la intención de porqué estudiar los modelos de colas es porque la espera genera un costo.

Basado en lo anterior, los sistemas de colas buscan un equilibrio entre el costo de ofrecer un servicio y esperar a recibirlo o a ser atendido. Concepto aplicado a cualquier caso de los antes ya mencionados.

11.2 Elementos de un modelo de colas

De acuerdo con Hillier y Lieberman (2006), un sistema de colas sigue el siguiente proceso.

Los clientes que requieren un servicio se generan en el tiempo en una fuente de entrada, estos clientes entran al sistema y se unen a una cola. En determinado momento se selecciona un miembro de la cola para proporcionarle el servicio, mediante alguna regla conocida como disciplina de la cola. Luego, se lleva a cabo el servicio requerido por el cliente en un mecanismo de servicio y después el cliente sale del sistema.

Se le llama tiempo entre llegadas, al tiempo entre llegadas sucesivas de los clientes y tiempo de servicio, es el tiempo en el que el cliente está siendo atendido. Estos tiempos pueden ser probabilísticas (no se conoce el tiempo de llegada o de servicio) o determinísticos (se tiene conocimiento del tiempo).

Cola es el lugar donde los clientes esperan a ser atendidos o a recibir el servicio. El tamaño de las colas puede ser finita (conocida) o infinita (no está delimitado los espacios previos a recibir el servicio).

La disciplina de la cola, será el mecanismo que se sigue para asignar el orden en que los clientes serán atendidos. Los más comunes son: primero en entrar - primero en salir, último en llegar – primero en salir o ser atendido de forma aleatoria o bajo prioridades.

El comportamiento de los clientes ante una cola puede ser: cambiarse de cola a una más corta, desistir, es decir no hacer la cola por verla muy larga o salirse una vez transcurrido un tiempo de espera en la cola, debido a que el tiempo a percepción del cliente ha sido mucho.

Los mecanismos de servicio, llamados

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