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USO INTELIGENTE DE PRODUCTOS Y SERVICIOS FINANCIEROS EN ÉPOCAS DE CRISIS


Enviado por   •  23 de Julio de 2021  •  Ensayos  •  4.448 Palabras (18 Páginas)  •  115 Visitas

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USO INTELIGENTE DE PRODUCTOS Y SERVICIOS FINANCIEROS EN ÉPOCAS DE CRISIS

PRESUPUESTO

En economía, un presupuesto se refiere a la cantidad de dinero que se necesita para hacer frente a cierto número de gastos necesarios para acometer un proyecto. De tal manera, se puede definir como una cifra anticipada que estima el coste que va a suponer la realización de dicho objetivo.

Es decir, el presupuesto es la delimitación en términos dinerarios de las condiciones que rodean al proyecto elegido y los resultados que se espera conseguir tras su realización dentro de un tiempo determinado. Por ello, esta expresión de carácter cuantitativo supone a su vez un alto nivel de consonancia con el plan de negocios y las estrategias que marcan el camino de la empresa.

Siguiendo con la línea marcada por la definición inicial, podría decirse que un presupuesto expresa por medio de términos monetarios el plan de acción de una empresa o un emprendedor en particular. Esto, ya que a través de su confección establece los recursos y flujos financieros que se van a comprometer en dicho proyecto a lo largo de un periodo de tiempo determinado.

Periodo de un presupuesto

En relación al periodo de tiempo del que estemos hablando, es posible hacer una clasificación de los diferentes tipos de presupuestos entre planificaciones a corto (propias de proyectos cotidianos y de mayor rapidez) y a largo plazo (más habituales en la actividad de las grandes empresas o en las políticas económicas de los países).

Dicho de otro modo, el presupuesto puede entenderse como una forma de marcar el plan de actuación que la compañía va a llevar a cabo, delimitando los objetivos que se buscan en dicha tarea y las funciones que sea necesario realizar para su consecución. En ese sentido, es habitual que los presupuestos presenten una serie de características comunes, como predictibilidad, economicidad, flexibilidad, fiabilidad, participación y oportunidad.

Presupuesto familiar

Un presupuesto familiar es una herramienta que puede ayudarnos a gestionar mejor los ingresos de nuestra familia.

Resulta que para muchas familias es difícil hacer buen uso del dinero que entra al hogar, pues a algunas no les alcanza ni siquiera para los gastos básicos, pero no porque sea poco sino porque hacen una mala distribución de éste. Una idea importante para ellas, es poner en marcha un plan de gastos o presupuesto de ingresos y egreso que solo el responsable del hogar –papá, mamá o adulto responsable- debe ejecutar. Esto se traduce en mirar cuánto dinero entra en la familia y cuánto sale.

3 consejos para hacer un presupuesto familiar

  1. Establecer cuáles y cuánto son los ingresos, o sea el dinero que entra al hogar proveniente de salario, pagos extras, y cualquier otro ingreso que pueda tener, cada mes.
  2. Después hacer una lista de los egresos, o sea los gastos que tiene la familia. Estos están divididos entre obligatorios, prioritarios y otros.
  3. Establecer cuáles son los gastos prioritarios, los obligatorios y otros.

Tipos de gastos que deben contemplarse en un presupuesto familiar

  • Gastos obligatorios: dentro de estos, quien maneje el presupuesto puede establecer, el alquiler de la vivienda o la hipoteca, el pago de los servicios públicos y el mercado.
  • Gastos prioritarios: salud, vestuario, educación, transporte y recreación.

Esta lista de gastos prioritarios dependerá mucho de cada hogar, pues para unas puede ser más importante el vestuario que la recreación o viceversa.

Cuando se ha hecho el presupuesto de los gastos es importante que dependiendo de lo que sobró establezca una cuota, no importa cuánto, para el ahorro y para los gastos imprevistos.

Después de poner en práctica estos tres pasos, sabrá en qué se va el dinero y se tendrá la certeza de saber que se está utilizando de forma correcta, pues la familia empieza a establecer prioridades.

¿Gastar o no gastar?

El comportamiento del consumidor depende en gran medida de la publicidad. Ésta juega un papel importantísimo, pues va creando un sinnúmero de “necesidades” para las familias de hoy: DVD, microondas, plancha para el cabello, celular, entre otros.

Por muchos factores la familia se siente impulsada a comprar productos o adquirir servicios que quizá no son del todo necesarios en su diario vivir, dejando de pagar los gastos obligatorios o prioritarios.

Gastos fijos obligatorios

Son aquellos gastos necesarios que se repiten periódicamente, por lo que se sabe con antelación cuándo hay que pagarlos y qué cantidades se deben abonar. En esta categoría se encuentran los gastos de vivienda, educación, seguros, impuestos y préstamos, entre otros. Estos pagos no suelen admitir demora y pueden conllevar penalizaciones en caso de retraso, lo que supondría un incremento de la deuda.

Los gastos fijos obligatorios son prioritarios y deben abonarse primero. Por lo tanto, si hubiera dificultades para pagarlos, convendría reducir los gastos en las otras categorías o, si la situación no mejorara, intentar renegociar la deuda con los acreedores.

Gastos variables necesarios

Esta categoría, igual que la anterior, se compone de aquellos gastos que son necesarios para la vida cotidiana. Sin embargo, en este caso, las cantidades no son fijas ya que pueden reducirse o aumentarse según las circunstancias. Esto ocurre, por ejemplo, con la cesta de la compra. Es un gasto necesario, pero podría reducirse, si fuera preciso, con pequeños gestos de ahorro como adquirir productos de marca blanca en vez de marcas conocidas o comparar precios entre supermercados para diversificar la compra en función de los mismos. En esta categoría entran también los gastos de transporte, ropa, electricidad, agua, etc. Todos ellos se podrían reducir, si hubiera aprietos para satisfacer los gastos fijos obligatorios.

Gastos superfluos o discrecionales

Son gastos prescindibles, aunque muchas veces no se tenga conciencia de que lo son. El café a media mañana, la compra impulsiva al pasar por un escaparate, la suscripción a un servicio que se usa poco… constituyen los gastos habituales que entran en esta categoría. En conjunto, pueden afectar negativamente a la economía familiar por lo que siempre es beneficioso reducirlos y, si fuera preciso, eliminarlos.

Esta categoría es quizá una de las más difíciles de controlar. Los gastos discrecionales varían mucho y van asociados a los deseos y necesidades del individuo en cada momento, por lo que tienen una carga emocional que, a veces, no permite ver la situación financiera con claridad. El presupuesto ayuda a reflexionar sobre estos gastos para verlos como lo que suelen ser: una merma en los ingresos que no revierte en una mejora significativa de la calidad de vida. Eso no quiere decir que, cuando la situación económica lo permita, no haya un hueco para darse un capricho o gastar algo en ocio, pero si hay problemas para pagar los gastos necesarios, los discrecionales deberían ser los primeros en recortarse.

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