Bicicleta, Uso Inteligente

El uso de la bicicleta, es una actividad básica en la formación del hombre.

Fue nuestro primer transporte, o más bien el primero que aprendimos a manipular.

Ligera, colorida, eficaz y veloz, así es como todos veíamos a nuestra bicicleta, aprender a mantener el equilibrio, pedalear fuerte en caso de que un automóvil estuviese detrás de ti, reír por las innumerables caídas que fueron provocadas por las carreras entre amigos, etc.

Todos Vivian acorde al ritmo de su movilidad, cada quien hacia lucir a su bicicleta como un alter ego, resultado de la feliz y positiva percepción infantil del mundo.

Pero surge un cambio al crecer: maduras, sientes al mundo caliente en tus manos, te rodea una sociedad consumista, que termina por consumirte.

Para el adolescente, la mejor oportunidad que tiene de desencadenarse del clásico y aburrido transporte público es el poseer un automóvil, expresión de libertad para muchos y un hobbies seccionalita para otros. Como sea la posición sobre este, termina siendo el transporte seguro a futuro para alrededor del 80% de la generación joven actual.

¿A caso esto beneficia al ser humano? Absolutamente.

El automóvil, eficaz, veloz, colorido y bueno, no tan ligero, ¿acaso te suena familiar?, ¿acaso te suena a la bici?

No le restó importancia al maravilloso trabajo del diseño acorde con la ingeniería de un automóvil, porque realmente ha sido un elemento revolucionario en la sociedad, para la cual, el movimiento constante por la vida cotidiana, es indispensable.

¿Pero qué sucede cuando el automóvil se convierte en un lujo que se transforma en un estorbo?

Si bien, este fue diseñado para permitir movilidad rápida a distancias razonables y poder evitar riegos al realizarla, el hombre abuso del automóvil. Sin importar el precio, o el daño que causa, muchas personas, siendo consientes de la contaminación que este genera, prefieren usar el automóvil en casos inertes, que caminar u optar por alternativas como el metro, autobús, taxis colectivas o bien, la bicicleta, esa que muchos olvidaron en el patio desde que tenían 16 años.

Siempre habrá excusas para su uso, aquí las más relevantes:

1.-La contaminación afecta a los ciclistas:

Esto es totalmente cierto, el uso masivo del automóvil ha desatado una enorme emisión de gases dañinos en el ambiente, y este es un problema que no solo afecta a los ciclistas sino también a los peatones y en mayor cantidad, a decir verdad no es fácil eludir el problema.

Una buena solución para este problema, que podía resultar contraproducente en la actividad de un ciclista, es el uso de mascarillas. Estas mascarillas ya arrancaron su uso en ciudades como Paris, Inglaterra y Nueva York. Fijando el problema a nuestra ciudad de Toluca, sería una alternativa económica ya que el gasto solo se haría una vez, la tecnología de la mascarilla permite únicamente el cambio de los filtros, que son lavables, por lo tanto su uso también seria ecológico, evitando tirar cubre bocas o filtros desechables por cada que subas a la bicicleta.

2.-La gran actividad vial aumenta el riesgo de accidentes para los ciclistas

Por desgracia en México no se posee una cultura vial adecuada para la rapidez con que las ciudades, y por tanto infraestructuras crecen, esto lo único que provoca es la falta de respeto a los peatones, ciclistas y motociclistas. La propuesta más viable seria el desarrollo orientado al transporte, una alternativa de conciencia que beneficiaría a los habitantes de las ciudades en aspectos como:

-Economía.

-Salud.

-Disminución de riegos viables.

-Aumento de espacios naturales.

Esta propuesta suena difícil, sin embargo, seria hasta una buena opción para el gobierno.

Esto consiste en la implementación de ciclo vías por toda la ciudad, no sería problema

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