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Venezuela registra inflación anualizada de 23,8%


Enviado por   •  21 de Marzo de 2016  •  Documentos de Investigación  •  4.709 Palabras (19 Páginas)  •  190 Visitas

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Venezuela registra inflación anualizada de 23,8%

03.05.2012 12:50 PM El índice de escasez de productos registró en abril un salto y alcanzó una tasa de 14,8%, superando en cuatro puntos porcentuales el indicador de marzo que fue de 10,8%.

AP

El presidente del BCV y el ministro de Finanzas presentaron el balance del mes de abril Foto: Archivo

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  • Inflación Abril 2012
  • Inflación Abril 2012

Caracas.- Venezuela acumula en los últimos doce meses una tasa de inflación de 23,8%, manteniendo la tendencia a la desaceleración que se viene dando desde inicios de año gracias a un estricto control de precios, informó el jueves el Banco Central de Venezuela (BCV).

Los precios de las bebidas, esparcimiento, educación y salud, presionaron al alza el índice nacional de precios (Inpc) que cerró en abril en 0,8%, indicó el BCV y el Instituto Nacional de Estadísticas. La tasa de abril es levemente inferior a la marzo que fue de 0,9%.

La inflación viene reportando una desaceleración desde diciembre gracias a las nuevas regulaciones del gobierno para endurecer el control de precios vigente desde hace nueve años.

El presidente del BCV, Nelson Merentes, dijo en conferencia de prensa que los resultados de abril ratifican la tendencia a la desaceleración que se viene dando desde diciembre y alimentan las posibilidades de que este año el país alcance la meta de inflación que se planteó el gobierno entre 20% y 22%.

La inflación anualizada alcanzó en abril una tasa de 23,8%, lo que representa una reducción de 0,8 puntos porcentuales respecto al mes anterior.

Venezuela ha reportado en los últimos seis años la mayor tasa de inflación de la región a pesar de tener control de precios y de cambios desde el 2003.

Alterno al problema de la inflación los venezolanos padecen desde hace más de cuatro años dificultades para conseguir algunos productos esenciales debido a las distorsiones generadas por el control de precios.

El índice de escasez de productos registró en abril un salto y alcanzó una tasa de 14,8%, superando en cuatro puntos porcentuales el indicador de marzo que fue de 10,8%.

Algunos analistas estiman que la inflación podría cerrar este año sobre de 30% por efecto de la expansión del gasto público en medio de la campaña electoral y el crecimiento de la liquidez en la economía.

Venezuela cerró el año pasado con una inflación de 27,6%. Merentes indicó que los datos preliminares del BCV muestran que la economía venezolana tuvo en el primer trimestre un crecimiento “por encima'' del promedio de Latinoamérica, pero no precisó cifras alegando que los resultados finales se darán a mediados de mes. El aparato productivo venezolano culminó el 2011 con un crecimiento de 4,2%.

Guerra económica en Venezuela

Primer Mito:

Desde el gobierno, se afirma que se ha desatado una guerra económica, de los capitalistas contra el pueblo, según esta hipótesis, el haz de fuerzas que ha determinado al conjunto de fenómenos mencionados, forma parte de un plan sistemático, diseñado desde lo centros de poder del capitalismo, e implementado por la oligarquía criolla para destruir la economía nacional (para tal efecto ha creado un ejército de bachaqueros y raspacupos), como medio para derrocar al presidente Nicolás Maduro, a partir del socavamiento de la base social del chavismo, e imponer la restauración del capitalismo en Venezuela.

De acuerdo con esta lectura, se requiere de la intensificación de los controles y las regulaciones para el flujo de bienes y servicios, y del consumo de la población, de tal manera de recobrar la normalidad del mercado.

Segundo Mito:

Mientras que los diversos sectores de la oposición,coinciden en aseverar que existe una guerra económica (del gobierno hacia el sector productivo), y plantean una hipótesis según la cual, la crisis actual es producto del fracaso del modelo socialista implementado en Venezuela, cuyas medidas económicas destruyeron el aparato productivo venezolano (tales como el control de cambio como mecanismo para regular el flujo de divisas, el control de precios y la expropiación-nacionalización de industrias).

Según esta lógica, la mano invisible del mercado se encargaría de equilibrar la realidad económica, por tanto, son urgentes medidas como el desmontaje del control de cambio, la apertura del mercado nacional a la inversión extranjera en condiciones de confianza mediante regla claras y estímulos, así como la privatización de las industrias estratégicas de la nación y la devolución de empresas y unidades productivas agropecuarias expropiadas.

Crítica a las interpretaciones hegemónicas

Las dos concepciones que se presentaron de manera breve, son dominantes en los medios de comunicación, en el discurso público de la clase política, en las comunidades científicas cuyo objeto de estudio está relacionado con la problemática, e incluso en los múltiples escenarios de debate de la ciudadanía, y las mismas, son la expresión concreta de la polarización política-electoral existente en Venezuela entre los dos grandes bloques del país. Por tal motivo la subjetividad de la mayoría de la población, está mediada por dichas interpretaciones en la lectura de la problemática, y en las posibles soluciones que se puedan implementar.

Las interpretaciones referidas, presentan lagunas teórico-prácticas, en la medida en que carecen de un análisis sistémico, por tal motivo, se reducen a identificar los indicadores de la crisis como elementos aislados, y presentan múltiples contradicciones teórico-prácticas, que tienden a mitificar la problemática en cuestión.

A continuación, se expone una síntesis de los elementos mistificadores de ambas narrativas, y su interpretación crítica, contrahegemónica y desmitificadora, mediante la cual se explicitarán sus debilidades y contradicciones para aproximarnos a la comprensión de las raíces de la grave crisis que experimenta la formación económico-social venezolana en la actualidad.

Crítica a la narrativa del gobierno:

Mito

Realidad

En Venezuela se ha desatado en los últimos años una guerra económica por parte del imperialismo

La guerra económica es inherente al capitalismo, por tanto siempre ha existido, ya que su metabolismo y sus relaciones sociales constituyen una guerra de saqueo y opresión permanente, en la cual, la burguesía como clase dominante (propietaria de los medios de producción), de manera orgánica y sistemática y sobre la base de su plena conciencia del orden social, garantiza la presencia de los mecanismos necesarios para extraer ganancia del trabajo y/o la desposesión de las clases explotadas, mientras éstas últimas son dominadas material e ideológicamente gracias al mito de legalidad y consideran que esos mecanismos son inmanentes e inevitables.

La escasez es artificial, y la misma es producida porque el imperialismo ha organizado un ejército debachacos (para producir escasez) y deraspa cupos (para robarse las divisas de la nación). Se trata de una conspiración de un grupo de apátridas cuya intención es destruir la revolución.

La escasez no es artificial, es un hecho tangible en Venezuela.

Los bachacos y raspa cupos como fenómeno social, no son una causa sino un producto de las condiciones estructurantes dadas por la combinación de la política económica nacional y las acciones del capital monopólico trasnacional para apoderarse del ingreso petrolero[2][2]. Se trata de toda una cultura que reproduce el rentismo arraigado en la subjetividad del venezolano, que se fundamenta en la lógica de beneficio (la denominada viveza criolla). En un primer momento, fue implementado por la oligarquía y las capas medias, a través del fraude con la divisas asignadas por CADIVI, y en un segundo momento, a partir de las devaluaciones consecutivas dadas desde 2013, se convirtió en una actividad masiva controlada y aprovechada por grupos poderosos que curiosamente no son denunciados ni perseguidos.

Otro hecho paradójico, es que existen carteles de capital financiero y comercial que manejan a su antojo el mercado nacional, sea porque constituyen oligopolios, o porque controlan el flujo de mercancías importadas, gracias a que la arquitectura económica del Estado venezolano les permite la captación y gestión (a su discreción) de una proporción importante de la divisas de la nación (la burguesía nacional produce el 3% de las divisas, pero requiere del 46% de las mismas para que su aparato productivo funcione).

También llama la atención que el gobierno se escandalice y tome medidas enérgicas ante el denominado cadivismo (que en 2013 significó el 8% del volumen de la divisas asignadas),mientras hay un silencio obsceno en torno a la denuncia de desaparición más de veinte mil millones de dólares, y además, mientras persisten las condiciones que permiten la fuga de divisas y la exportación de capitales por parte de la burguesía trasnacional[3][3], con la cual, el gobierno instala mesas de negociación muy cordiales, y concreta acuerdos (aún desconocidos por todos), precisamente con el sector que en los hechos está saqueando la nación.

La derecha pretende restaurar el capitalismo en Venezuela

"No nos llamemos a engaño: la formación socioeconómica que todavía prevalece en Venezuela es de carácter capitalista y rentista. Ciertamente, el socialismo apenas ha comenzado a implantar su propio dinamismo interno entre nosotros" (Hugo Chávez, 2015). Ante una sentencia tan explícita del propio líder histórico de la revolución bolivariana, resulta por lo menos contradictorio, que desde el gobierno se afirme que en Venezuela se pueda restaurar un sistema, modelo y modo de producción que jamás ha dejado de ser dominante en la formación económico-social venezolana.

Se requiere de la intensificación de los controles y las regulaciones para el flujo de bienes y servicios, y del consumo de la población, de tal manera de recobrar la normalidad del mercado.

Las medidas que ha implementado el gobierno para atender la crisis se han orientado primordialmente a crear y/o reconfigurar los controles (control de cambio, control de precios, regulaciones para acceso a bienes y servicios, tales como: como las capta huella en los supermercados para la adquisición de productos regulados, lo dispositivos para abastecer combustible en las zonas fronterizas, cierre parcial de la frontera colombo-venezolana entre otros); los cuales, no han podido garantizar el abastecimiento de esos rubros y tampoco han reducido el contrabando de extracción, la escasez o la inflación.

Ante cada control, regulación, o instancia creada por el gobierno para enfrentar el desabastecimiento, surgen nuevas formas d eludir los controles (con la complicidad explícita de la agencias del Estado responsables de aplicar los mismos).

El mercado capitalista es una entidad caótica, en la cual, las necesidades del ser humano están subordinadas a la lógica de acumulación de capital. Por tanto, un mercado en condición de normalidad no es sinónimo de justicia social o de condiciones que permitan la satisfacción de las necesidades fundamentales de la población

Crítica a la narrativa de la oposición:

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