Vivir sin recordar o recordar para vivir (Amnesias, más allá del olvido de las cosas)
aleskacaicedoEnsayo6 de Octubre de 2017
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Vivir sin recordar o recordar para vivir (Amnesias, más allá del olvido de las cosas)
En el presente trabajo tiene como fin conocer una de las patologías de la memoria, la amnesia, la cual es una dificultad para recordar o para almacenar información. Pero, ¿Qué es la amnesia? ¿Cuáles son los tipos? ¿Cuáles son bases neurocognitivas? ¿Cuál es Evaluación? ¿Cuáles son los tratamientos?
La amnesia se puede decir que es la pérdida total o parcial de la capacidad que tiene el ser humano para almacenar y evocar situaciones, momentos vividos o un aprendizaje; en otras palabras, Ardila, Arocho, Labos, Rodríguez en (2015) la definen como cualquier pérdida patológica de la memoria. Los pacientes con amnesia pueden tener la dificultad para retener nueva información (amnesia anterógrada) y/o evocar la información previamente almacenada (amnesia retrógrada). (p. 12)
Algunas características más variables del síndrome amnésico son la desorientación temporal (y a veces también espacial) y la confabulación, o elaboración que no ha sido suministrada por la memoria. Los pacientes amnésicos viven en un eterno tiempo presente, en el que pueden interaccionar, hablar de forma inteligente y razonar de modo apropiado, aunque no son capaces de recordar nada de lo que ha ocurrido al cabo de unos pocos minutos, e incluso un paciente puede sacar unas puntuaciones elevadas en una prueba del cociente de inteligencia (CI), pero al cabo de pocos minutos ya no recuerda haber hecho el examen. (Bradley, Daroff, Fenichel, Jancovik, 2006)
En los tipos de amnesia se encuentran según Ardila, Arocho, Labos, Rodríguez en (2015): Amnesia anterógrada, incapacidad para retener información nueva o trastorno en la adquisición de nuevas huellas de memoria. Se puede interpretar como una falla en la transferencia de la información a la memoria de largo plazo (a largo término). Generalmente está asociada con algún grado de amnesia retrógrada. La amnesia anterógrada se puede observar en diferentes condiciones patológicas, tales como los traumatismos craneanos, la enfermedad de Alzheimer, y el síndrome de Korsakoff (enfermedad producida por el consumo excesivo y tiempo continuo de alcohol, lo que produce una deficiencia de vitamina b1 –tiamina- lo que altera funciones de la memoria y puede ir acompañado de eventos psicóticos). Asimismo en el proceso de envejecimiento normal se registra una declinación en la capacidad de retener aprendizajes nuevos (y durante el envejecimiento normal también se encuentra alguna amnesia anterógrada). Usualmente afecta tanto la memoria semántica (memoria mediada a través de un sistema simbólico, como la memoria verbal), como la memoria episódica o experiencial (memoria de eventos), pero la memoria procedimental (habilidades y aprendizajes motores) se encuentra usualmente relativamente bien conservada. Ambas categorías de amnesia pueden presentarse simultáneamente en el/la paciente, y son consecuencia del daño en regiones del cerebro muy asociadas con la memoria episódica/declarativa: los lóbulos temporales medios y especialmente el hipocampo. (p.12)
Amnesia retrógrada, incapacidad para evocar la información previamente almacenada o defecto en la evocación de las huellas de memoria. Los individuos que presentan una amnesia retrógrada son incapaces de recordar los eventos ocurridos y los conocimientos adquiridos antes del comienzo de la amnesia. Usualmente se asocia con amnesia anterógrada. La amnesia retrógrada puede alterar tanto la memoria semántica (memoria mediada a través de un sistema semántico, como la memoria verbal) como la memoria episódica (memoria de eventos) pero la memoria procedimental (hábitos y aprendizajes motores) se encuentra mejor preservada. La amnesia retrógrada se asocia con lesiones en diferentes estructuras del llamado sistema de memoria del cerebro, tales como el hipocampo, pero se pueden hallar formas específicas de amnesia retrógrada (por ejemplo, amnesia retrógrada para palabras o para caras) en caso de patologías corticales. Diversas patologías pueden asociarse con amnesia retrograda, tales como traumas de cráneo, infecciones cerebrales (p. 13)
Amnesia alcohólica: Es un trastorno desproporcionadamente significativo de la memoria en relación a otras funciones cognitivas (intelectuales) que puede observarse en alcohólicos crónicos y que usualmente se conoce como psicosis de Korsakoff o síndrome de Wernicke-Korsakoff.
Amnesia de la fuente: Defecto de memoria en el cual a pesar de ser posible recordar cierta información, es imposible recordar la fuente u origen de esta información. La amnesia de la fuente se te considera como un trastorno en la memoria explícita (declarativa). Está más afectada por la edad que la memoria para hechos o eventos. Se ha relacionado con los lóbulos frontales y las estructuras mesiales del lóbulo temporal. Véase Memoria, Amnesia.
Amnesia diencefálica: La amnesia debida a daño en los cuerpos mamilares y algunos núcleos talámicos; puede asociarse con confabulación Por el contrario, el daño en el hipocampo no se asocia con confabulación y representa un tipo de amnesia no relacionado con otros defectos cognoscitivos.
Amnesia específica: Se refiere a una amnesia para cierto tipo particular de información (por ejemplo, información verbal) en tanto que la capacidad para memorizar otros tipos de información (por ejemplo, información espacial) se encuentra conservada. En general, las amnesias específicas se observan en caso de daño cortical.
Amnesia funcional (psicógena): Resulta de una condición psicológica (por ejemplo, un trauma psicológico grave). También es conocida como amnesia disociativa.
Amnesia inespecífica: Se refiere a un trastorno de la memoria para todo tipo de información. Las amnesias inespecíficas se encuentran relacionadas con patologías en el llamado sistema de memoria del cerebro, en particular, las estructuras mediales del lóbulo temporal; por ejemplo, el daño en el hipocampo, los cuerpos mamilares y ciertos núcleos talámicos se asocian con una amnesia importante.
Amnesia orgánica: Amnesia consecuente a una condición cerebral. Se pueden distinguir diferentes tipos de amnesias orgánicas, tales como la amnesia anterógrada (defecto en la adquisición de nuevas huellas de memoria), amnesia retrógrada (perdida de las huellas de memoria previamente adquiridas), amnesia específica (amnesia para un tipo particular de información, por ejemplo, amnesia verbal) y amnesia inespecífica (amnesia para todo tipo de información).
Amnesia post-traumática: Incapacidad para almacenar y/o evocar información previa como resultado de un trauma craneoencefálico. El trauma puede asociarse con coma y la amnesia post-traumática se evidencia únicamente una vez que el paciente ha recuperado la conciencia. La amnesia post- traumática se asocia con una diversidad de trastornos cognitivos, incluyendo defectos en la atención, percepción, solución de problemas y lenguaje.
En las bases neurocognitivas de la amnesia y la memoria está estrechamente, y según Huang, Md, Phd (s.f) afirman que los mecanismos del cerebro para almacenar información y traerla de nuevo a la memoria están localizados principalmente en los lóbulos temporales y frontales, pero muchas otras zonas del cerebro están implicadas en la memoria. Las emociones que se originan en el sistema límbico influyen en el almacenamiento y evocación de la memoria, las áreas del tronco del encéfalo encargadas del estado de alerta y de la consciencia también contribuyen a la memoria. Las principales estructuras neuroanatómicas relacionadas con los síndromes amnésicos son el diencéfalo (núcleos dorsomediales y de la línea media del tálamo) y las estructuras mediales del lóbulo temporal (hipocampo, cuerpos mamilares y amígdala) (Portellano, 2005)
Por otra parte, Ascensio, Carvajal, Ochoa y Sierra en (2014) realizaron un estudio de pacientes neurológicos en que el proceso de memoria tiene dependencia crítica de la integridad del hipocampo, el cual participa en una extensa red que involucra otras áreas corticales donde su comportamiento eléctrico permite tanto la codificación como la coordinación en estructuras de la red durante el proceso de consolidación. Las técnicas de neuroimagen funcional han permitido avanzar en el conocimiento de la función del hipocampo indicando su importancia tanto para la memoria semántica como para la episódica (p. 216)
Dentro de los tratamientos se encuentran los fármacos y las psicoeducaciones.
Habitualmente, la evaluación del alcance de la amnesia retrógrada se realiza mediante cuestionarios con preguntas abiertas o con varias opciones de respuesta, pruebas de reconocimiento de caras, nombres de familiares o de personajes públicos.
Casos clínicos
Se ha demostrado unos síndromes muy similares, al síndrome amnésico en pacientes sometidos a lobectomía del lóbulo temporal a causa de epilepsia. En las primeras fases de realización de ese tipo de intervenciones, en unos pocos pacientes se realizaron ablaciones intencionadas de ambos lóbulos temporales mediales cuyas consecuencias fueron desastrosas para la memoria; un ejemplo es el caso del paciente H.M. (Bradley, Daroff, Fenichel, Jancovik, 2006).
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