ANALISIS DE LA CONVIVENCIA ESCOLAR

ANALISIS DE LA CONVIVENCIA ESCOLAR

Son muchos los intentos por conseguir la ansiada calidad en la educación. Hemos pasado de una escuela centrada exclusivamente en las ideas, en lo cognitivo, a centros de vida en los que se tratan diversos problemas educativo-sociales. Los valores constituyen una alternativa para paliar muchos de los males de esta sociedad: violencia, racismo, desigualdad, etc. Así pues, la convivencia como valor, es la antítesis de la violencia, la igualdad el valor que favorece la integración y compensa el racismo. No cabe duda de que educar en valores es necesario y útil para las personas (alumnos) pero también para el propio centro escolar, ya que se vuelve más habitable. Pero sin darnos cuenta, se ha convertido a la escuela, en la única responsable de la educación en valores, lo cual no ha favorecido ni a la escuela ni a la sociedad.

Si nos formulásemos la siguiente cuestión ¿Cuáles son los elementos destructores de la convivencia escolar? a la comunidad educativa (profesores, padres, alumnos, políticos educativos, orientadores escolares,…), nadie dudaría en incluir la violencia o conflictividad escolar en el extenso listado que obtendríamos. Además, seguramente estaría valorado como el principal problema de la convivencia escolar, ya que la violencia es la antítesis de la convivencia, o dicho de otro modo, no hay posibilidad de convivir en espacios donde habita o impera la violencia.

Los incidentes de carácter violento en las escuelas están aumentando y generando una fuerte alarma social. Las escuelas consideradas, hasta hace poco, como un lugar seguro y adecuado para el desarrollo feliz del niño, se ve cuestionado por las situaciones de violencia escolar. En este oscuro panorama de los centros educativos, los medios de comunicación, ansiosos de titulares impactantes, han contribuido a dañar la imagen de la misma. Pues la sociedad en general, aunque especialmente los padres de niños con edad escolar, se sienten alarmados, preocupados e inseguros ante esta realidad.

Recurrimos a la terminológica médica para visualizar el problema de la violencia escolar. La violencia sería la enfermedad vírica que daña a la persona, a los que le rodean, a su contexto, mientras que la educación, centrada especialmente en el aprendizaje del valor de la convivencia, el respeto y el diálogo, es el medicamento. El error radica en considerar que la educación se reduce excluida mente a lo escolar, como si ambos términos fuesen sinónimos. No obstante, la violencia al igual que el virus siguiendo con nuestro símil, no puedes encerrarlo entre cuatro paredes, por muy altos que sean los muros de la escuela. Por eso, algunos afirman que nos encontramos metidos de lleno en una cultura de violencia.

Análisis de convivencia familiar

Las dificultades sociales por la que atraviesa la familia de hoy día son múltiples: inestabilidad laboral, supremacía del individualismo, privacidad, la influencia no siempre deseable de los medios de comunicación de masas, una sociedad aceleradamente cambiante, dificultad para conseguir la deseada conciliación laboral, etc. anunciaban un trágico final para la familia como institución. Sin embargo, “más que ante una muerte anunciada de la familia, estamos ante un desarrollo de formas o modelos plurales de familia, incluida la familia nuclear, como adaptación a las situaciones sociales cambiantes” (Ortega y Mínguez, 2003, 36). Con la modernización social se han producido una serie de cambios en los estilos de vida que afecta directa o indirectamente a la familia Desde los orígenes de la familia como institución, los miembros de la misma han tenido que forjar una normativa familiar que permita regular no sólo el comportamiento de los que habitan en un mismo espacio, en este caso la vivienda o unidad familiar, sino también para poder garantizar unos principios mínimos de convivencia familiar.

Generalmente, la convivencia se vincula al cumplimiento de una serie de normas que facilitan el entendimiento entre los miembros que conviven. Por el contrario el incumplimiento de las mismas genera caos, desorden y conflicto.

Nos parece muy importante detenerse en los ámbitos o circunstancias por los que suelen discutir los jóvenes con sus padres. Tomando como referente el análisis de Elzo (2003) sobre los motivos de disputa entre padres e hijos son principalmente: la (no) colaboración

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