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ATRACCIÓN INTERPERSONAL


Enviado por   •  12 de Mayo de 2013  •  2.141 Palabras (9 Páginas)  •  698 Visitas

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ATRACCION INTERPERSONAL

Desde que nacemos tenemos necesidad de formar vínculos con otras personas, es por ello que ningún intento de comprender la conducta humana puede tener éxito hasta comprender las relaciones íntimas que constituyen el núcleo de la condición humana.

¿Que hace que las personas se relacionen? La atracción interpersonal (afinidad con otros individuos) es la base de la mayoría de las relaciones sociales, es de suponerse que todos o por lo menos la mayoría, buscamos amigos que sean amables y comprensivos, que tengan una personalidad atractiva y sientan simpatía por nosotros (Sprecher, 1998).

La atracción interpersonal se define como las actitudes positivas o negativas hacia otra persona manifestándose en modalidades distintas entre amigos y entre amantes donde la primera es una atracción que no incluye el interés ni la conducta sexual y la segunda es una atracción que necesariamente conlleva ese interés y esa conducta (Kimble, 2002).

Otra modalidad es la que existe entre los miembros de una familia aparte del cónyuge que se ha designado como el vínculo sanguíneo o familiar el cual es el más fuerte entre las personas con las que se tiene mayor semejanza genética.

La atracción interpersonal es un fenómeno complejo que engloba la amistad, el interés por establecer, mantener o restaurar una relación afectiva positiva con una o varias personas, relaciones íntimas, o la admiración física por una figura pública. (Atkinson, Heyns y Veroff, 1954). Esta atracción se inicia con la afiliación el cual es un fenómeno básico, partes fundamentales son el amor y la atracción. Morales et al (1999). Mencionan que la afiliación es una tendencia humana básica que lleva a buscar la compañía de otras personas y que garantiza la supervivencia tanto del individuo como de la especie humana.

El desarrollo del motivo de afiliación se explica porque ya desde la más tierna infancia el niño aprende a relacionar la presencia de los demás con la satisfacción de sus necesidades fisiológicas y psicológicas. Este fenómeno se repite a lo largo de todo el desarrollo, con lo que la afiliación, manifestada en diferentes modalidades y con distintas personas, mantiene consecuencias reforzantes. En el caso de que en algún momento la presencia de los demás no resultara gratificante, ello no significa que la afiliación pierda su poder motivacional, dado que, una vez aprendida dicha relación de contingencia, el refuerzo puede otorgarse de forma intermitente y la afiliación mantenerse como un proceso fundamental para el desarrollo afectivo y la estabilidad emocional, incluso con una consistencia mayor. De igual manera, el individuo puede discriminar qué tipo de relación de afiliación es la que le resulta más gratificante, por lo que puede mostrar afiliación diferencial ante distintas personas o situaciones (Chóliz, 2004).

Una hipótesis por asumidas Eaton, Mitchell y Jolley, (1991) dedujeron que, durante la adolescencia la necesidad de afiliación es mayor en las mujeres que en los varones, hallaron que en este periodo del ciclo vital la intimidad tiene más importancia para las mujeres que, además están más satisfechas, comprometidas y buscan apoyo en su compañero en mayor medida. Tales diferencias van desapareciendo en la última fase de la adolescencia

Sin embrago, ¿Quién se siente atraído por quién y por qué razones?” (Morales et al., 1999), ha establecido cuatro criterios básicos de la atracción interpersonal, cada uno de ellos representa un obstáculo que es preciso superar para desarrollar amistad con otro individuo, estos criterios pueden ser resumidos de la siguiente manera: la proximidad (en términos de cercanía física), características físicas (atractivo físico), la semejanza de características individuales (incluyendo las pertenencias a grupos y a otras identidades sociales, tales como los antecedentes educacionales o la clase social), y la reciprocidad que son las actitudes, valores comunes y la compatibilidad de personalidades y necesidades.

Aunado a lo antes mencionado son:

El principio de proximidad: Se refiere que la mayoría de nuestras amistades y relaciones amorosas son personas con quienes interactuamos con cierta frecuencia. No somos conscientes hasta qué punto nuestro entorno físico modula nuestro comportamiento. Esto implica que nos relacionemos con quienes están más cerca (Chóliz, 2004).

Hay dos tipos de factores que influyen en que las personas coincidamos unas con otras:

1) Factores sociales o institucionales.

2) Las características personales del individuo.

La elección de los amigos e incluso de la pareja se basa más en la proximidad física (cercanía) de lo que quisiéramos creer. El efecto de proximidad consiste principalmente en que la frecuencia de los contactos aumenta cuanta más cerca estés de la persona atraída que en la persona alejada, varios experimentos indican que nos sentimos atraídos hacia aquellas personas con quienes tenemos contacto frecuente. Es necesario tomar en cuenta que el contacto frecuente también se ha hecho común hoy día gracias a los chat de internet, los cuales favorecen la amistad y el enamoramiento a distancia. Anteriormente, entre más lejos vivan dos personas, menor es la posibilidad de que se conozcan, en la actualidad ya no es así (Coon, 2008).

Personas que tenemos cerca es probable que acaben convirtiéndose en nuestros amigos o parejas, ya que las personas a las que vemos con frecuencia tienden a caernos mejor que las que nos son desconocidas, a esto se le conoce como el efecto de mera exposición. Sin embargo, varios estudios han demostrado que una exposición prolongada a un estímulo, o una actitud inicial negativa hacia el estímulo invierten este efecto, es decir, las actitudes hacia el estímulo empeoran (Zajonc, 1968 citado en Morales et al., 1999).

En cuanto alas características físicas o el atractivo físico, se hace referencia a la belleza física de la persona, tal como se define en su cultura, es necesario mencionar que los rasgos que asociamos a la belleza tienen sus límites; en realidad, el atractivo físico no guarda relación alguna con la inteligencia, el talento o las capacidades, como lo creen muchas personas. González, (2004).

Una persona con apariencia física agradable resulta más atractiva que otra con apariencia física menos agraciada. Las características físicas son importantes en los primeros encuentro o cuando el contacto es superficial, estas características influyen en que exista o no posteriores contactos. Se considera que cuando nos encontramos con desconocidos, el primer proceso que ocurre consiste en

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