Atracción Interpersonal

Atracción interpersonal

La atracción interpersonal es el deseo de aproximarse a otro individuo. Para mí, en lo personal, es esa necesidad de no sentirse sola, va más allá de un simple acompañamiento entre individuos, ya que no por el hecho de estar con una persona significa que la soledad desaparece, en ocasiones, ésta es mejor compañía que un individuo, para que haya atracción se deben presentar ciertas similitudes entre los sujetos que se atraen entre sí.

Desde otro punto de vista la atracción interpersonal es el sentimiento emocional, actitud y/o conjunto de evaluaciones referidos a una persona, centrándonos sobre todo en los factores que posibilitan que nos sintamos atraídos por unas determinadas personas, rechacemos a otras y nos muestren indiferentes en lo que se refiere al resto.

Una de las motivaciones humanas más profundas y básicas es la de la afiliación (Schachter, 1959) que, como escriben Morales y Moya (1994, pág. 410), «es una tendencia humana básica que lleva a buscar la compañía de otras personas», cuya función primordial consiste en garantizar la supervivencia tanto del individuo como de la especie. Resulta de vital importancia para un bebé no separarse de quien le alimenta, cuida y protege.

Dentro de la atracción interpersonal existen diversos factores que complementan el proceso, la necesidad de afiliación es uno de ellos. Dos factores que moldean la afiliación involucran el deseo de obtener conocimiento acerca de nosotros mismos y del mundo a través de la comparación social, y el deseo de obtener recompensas psicológicas y materiales por medio del intercambio social.

Cada uno de estos factores se explica a través de teorías, la teoría de la comparación social de Leon Festinger (1954), el autor explica que la comparación social es más probable cuando estamos en un estado de incertidumbre en relación un aspecto relevante para l yo. Propuso además que por lo general preferimos compararnos con otros similares. Usamos la comparación social no solo para juzgarnos y mejorarnos, sino para proporcionar información acerca de nuestras emociones incluso quizá para elegir a nuestros amigos. Según esta teoría, un ejemplo claro sería el que los grupos sociales se relacionan entre sí de acuerdo a su nivel económico, de este modo un sujeto no se sentirá inferior ni superior en comparación a otros sujetos, podrán de este modo tener similitudes en el tipo de ropa que usan, los lugares que frecuentan, las amistades. Esta teoría propone que evaluamos nuestros pensamientos y acciones si comparándolos con los de otros.

De acuerdo con la teoría del intercambio social, la gente busca y mantiene aquellas relaciones en las que las recompensas superan los costos, y evita o termina las relaciones cuando los costos son mayores que las recompensas. Esta teoría propone que buscamos y mantenemos aquellas relaciones que las recompensas superan los costos. De acuerdo a esta teoría las personas son atraídas por aquellos que mejor los recompensen.

George Homans (1958), quien afirmó que todas las relaciones sociales son como acuerdos económicos en los que cada parte da un valor a los bienes que intercambian entre sí. ¿Pero qué pasa cuando las recompensas dejan de lado las recompensas al buscar afiliarse?

Hay ocasiones en las que un sueño suele ser una de las recompensas más importantes que cualquier objeto material, cómo saber si lo que hacemos nos llevará a conseguir lo que realmente queremos, ¿y si eso que queremos no es precisamente una relación interpersonal? Muchos factores influyen en nuestros deseos de afiliación, aunque somos criaturas sociales por naturaleza, a menudo diferimos individualmente en nuestras necesidades de afiliación, esto por las diferencias en las culturas donde nos desarrollamos o nuestro sistema nervioso.

Parece que nuestra necesidad de pertenencia es una motivación poderosa, fundamental y sumamente dominante (Baumeister y Leary, 1995; Gardner et al., 2000). Cuando esta necesidad no es satisfecha debido al rechazo o a la exclusión social, reaccionamos de diversas maneras negativas.

Nuestra tendencia a buscar a otros, a hacer amigos y formar relaciones cercanas duraderas, parece ser un rasgo heredado que nos ha ayudado a sobrevivir y a reproducirnos (Bugental, 2000).

Evidencia biológica creciente indica que las diferencias individuales en la necesidad de afiliación involucran diferencias en la excitabilidad del sistema nervioso central y en la actividad cerebral relacionada con la experiencia de emociones positivas y negativas. De acuerdo a este supuesto la introversión y la extroversión están asociadas con distintos patrones de actividad cerebral, y que la experiencia de efecto positivo puede ser característica fundamental de la extroversión. La estimulación juega un papel importante ya que a mayor estimulación cerebral el individuo es más introvertido y a menor estimulación cerebral el individuo es extrovertido, esto ocurre ya que el cerebro necesita tener cierta estimulación, la cual el extrovertido busca al estar en lugares más ruidosos o peligrosos.

Otra variable acerca de la afiliación es la cultura y el género, más allá de las causas biológicas las necesidades de afiliación también parece estar moldeadas por las variables culturales, éstas pueden ser individualistas o colectivas, donde las culturas individualistas tienen más facilidad tanto para entrar como para salir de un grupo social, sin embargo no existe intimidad, por otro lado en la cultura colectiva los individuos se relacionan con determinados amigos, existe intimidad, sin embargo esta no es una regla universal.

El tipo de interdependencia encontrado en las culturas individualistas involucra a personas que se relacionan emocionalmente con otros como individuos, mientras que la interdependencia típica de las culturas colectivistas involucra lazos emocionales y psicológicos de la gente con su grupo.

Desde mi punto de vista, la cultura es un punto clave para hacer más efectiva la afiliación, así como la manera en la que busca afiliarse el individuo, otro aspecto que se encuentra dentro de la cultura serian los rasgos religiosos, que me parece es una cuestión determinante para que los individuos se relacionen entre sí, ya que algunas creencias religiosas no permiten tener cierto tipo de relaciones con las personas que no pertenecen a ella, la afiliación colectiva parte de tradiciones y costumbres que ya se encuentran adheridas al grupo, las cuales han transcurrido de generación en generación, algo que no se puede romper fácilmente, sin embargo cada vez las personas son más abiertas a los cambios y las costumbres ortodoxas se modifican de acuerdo a las necesidades del hombre.

Esto nos lleva a hablar un poco sobre las características de la situación y atracción, las diferencias individuales pueden fomentar el contacto social o el alejamiento, pero diversos factores situacionales también pueden desencadenar las necesidades de afiliación y la atracción interpersonal. Los factores situacionales más importantes son la proximidad, familiaridad y ansiedad.

Leon Festinger, Stanley Schachter y Kurt Back (1950) realizaron uno de los primeros y mejores estudios de cómo influye la proximidad en las relaciones cuando investigaron el desarrollo de amistades en estudiantes de posgrado alojados en el Instituto de Tecnología de Massachussets. Esta y numerosas investigaciones nos comparten supuestos donde los sujetos se identifican con sus semejantes de acuerdo a la proximidad o cercanía en la que se encuentran, es así como tu mejor amigo siempre será el niño de al lado o alguno de la misma cuadra donde vives, y el cual no dejará de serlo aún y cuando se cambie de domicilio, ya que durante los primeros años surgieron los lazos más íntimos.

Otro factor situacional importante es la familiaridad, esta es la frecuencia del contacto real con los individuos, esto refiere a la continuidad con la que se presenta un fenómeno, de este modo algo que parece ser peligro, si se presenta con cierta periocidad, deja de serlo ya que se vuelve algo familiar.

El factor de la ansiedad genera que el deseo de afiliación incremente, Bajo condiciones de ansiedad y estrés aumenta el deseo de contacto social, sobre todo con las personas que están en la misma situación, experimentado sentimientos similares. Cuando la ansiedad provoca un estrés ante una situación negativa, la afiliación disminuye ya que el sujeto se siente avergonzado por la situación que está viviendo que prefiere alejarse. Por lo que el efecto ansiedad-afiliación tiene efectos tanto positivos.

En masas los desastres pueden unir a las personas ya que sufren el dolor de la pérdida, ya sea material o familiares desaparecidos, se dice que en compañía el dolor es menos, quizá algunos autores compartan esta idea, en lo personal pienso que es el conjunto de muchas variantes, puesto que aún y cuando compartas el mismo dolor con otros individuos, quizá no seas comprendido ya que todos creen sentir más dolor que los otros, sim embargo aun y cuando estés acompañado de sujetos que no han experimentado el mismo dolor, una pérdida por ejemplo, te puedes sentir comprendido ya que este sujeto puede ser capaz de empatizar y comprender el dolor

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