Actividad: Análisis de las características de un conflicto

Actividad: Análisis de las características de un conflicto

En la siguiente actividad realizaré un análisis de las características de un conflicto escolar que surge en el aula, más exactamente en la clase de matemáticas. Es “el caso de Alberto” “«Alberto se aburre en clase de matemáticas, no muestra interés y se pasa el tiempo interrumpiendo las explicaciones con intervenciones improcedentes. Se le insiste en que deje de molestar, pero no hace caso y se burla de todos, especialmente del profesor.” Según Shahmohammadi (2014), diría que la causa del conflicto reside en una percepción dispar de la situación por parte de los implicados. Por un lado, el profesor parece ver que la actitud de Alberto es de interrupción constante y falta de respeto hacia sus compañeros y hacia su persona. Por otro lado, Alberto, no parece ver que su conducta este afectando al ritmo de la clase y sólo busca su diversión personal para hacer más ameno el transcurso de esa asignatura.

También parece haber un problema de comunicación ya que, en ningún caso, da la sensación de haber empatía o una escucha activa por ninguna de las dos partes.

Según Calvo (2002) hablaríamos de un tipo de conflicto relativo a una conducta de rechazo al aprendizaje y, también, con un comportamiento de trato inadecuado ya que Alberto interrumpe la clase con sus acciones inadecuadas y no lleva los libros de la asignatura, el alumno no parece comportarse así con intención de molestar sino porque no ha aprendido a hacerlo de otra manera.

El siguiente caso de conflicto escolar en función de las características del conflicto propuestas por Lederach:

• Personas implicadas en el conflicto Las personas que están implicadas directamente en el conflicto son Alberto y el profesor. Este último es el que le llama la atención al alumno, el alumno es el que en ese momento está interfiriendo en el trabajo del profesor.  Las personas que están implicadas de forma indirecta son, por un lado, el resto de la case y por otro, la familia de Alberto, ya que ésta es el entorno directo de Alberto
• Poder de los implicados: No parece existir una diferencia de poder. Alberto no tiene influencia en el resto de la clase, aunque insiste en ello. El profesor tampoco influye mucho en Alberto. No existen coaliciones.
• Percepción del problema: El profesor percibe el problema cuando ve que Alberto interrumpe la clase, y encima molesta a los demás. Alberto no tiene la misma perspectiva, simplemente se aburre y no le importa si molesta o no. Claramente la percepción de ambos es distinta.
• Emociones y sentimientos: Uno de los aspectos más importantes para poder entender el conflicto es conocer las emociones y los sentimientos que experimentan Alberto y el profesor de matemáticas. Por una parte, Alberto, está sintiendo desinterés y aburrimiento por la asignatura, probablemente porque no la domine y esté ocultando su inseguridad. Por otra parte, el profeso puede estar sintiendo rabia, frustración e incompetencia.
• Peticiones iniciales o posiciones: Alberto necesita que el profesor haga la asignatura más atractiva, y que, si fuera necesario, cambiara la metodología. El profeso necesita que Alberto trajera el material adecuado a clase, que preste atención y dejara de molestar.
• Intereses y necesidades: Alberto solo busca divertirse con los compañeros de clase, llevárselos a tu terreno. El profesor quiere dar clase con normalidad. Los dos quieren tener libertad a la hora de estar en clase.

Por tanto, quieren mantener cubierta su necesidad de pertinencia.

• Valores y principios: Tendríamos que intentar averiguar a que se debe el comportamiento de Alberto, si simplemente se aburre o esconde algo más.
• Historia del conflicto: “«Alberto se aburre en clase de matemáticas, no muestra interés y se pasa el tiempo interrumpiendo las explicaciones con intervenciones improcedentes. Se le insiste en que deje de molestar, pero no hace caso y se burla de todos, especialmente del profesor.”
• Grado de polarización: Alberto se piensa que comportándose de manera tan irrespetuosa y desinteresada lograra algo bueno como es ser protagonista, realmente cree que es la mejor manera de actuar. El profesor de matemáticas cree que hace lo posible por que Alberto atienda y se sienta bien en clase.
• Tipo de comunicación: No hay ningún tipo de empatía por ninguno de los dos lados, ninguno de los dos es capaz de ponerse en el papel del otro, tampoco se da la escucha activa ni hay asertividad. Sería necesario un aula de convivencia para poder trabajar las diferentes posturas ya que solamente con llamarle la atención no se soluciona el conflicto, ni se detecta la procedencia.
• Relacione: No parece que exista una relación sana ni positiva ya que ninguno de los dos deja los objetivos a un lado.
• Estilo de afrontamiento: El profesor no afronta el problema de una manera activa ya que no cambia de estrategia con lo que no es capaz de darle la vuelta a la situación. Las acciones de Alberto le resultan un tanto violentas ya que utiliza el paraguas simulando un rifle, o pone la comida encima de la mesa cuando debería estar el libro. Alberto se muestra pasivo hacia el aprendizaje.
• Situación: La situación que se ha dado no me parece nada positiva, ya que ninguna de las partes muestra mayor interés por resolverla. Si para la resolución del conflicto le quisiéramos dar una visión perspectiva crítica Jares (1993), el conflicto lo veríamos como crecimiento y, el profesor en este caso promovería el cambio teniendo en cuenta factores personales de Alberto y de la organización y la metodología de su asignatura. Podríamos, también hacer un análisis reflexivo de la situación Torrego (2003) por lo tanto los dos deberían preguntarse que es lo que está ocurriendo, y cuál es el problema. Así acercarían posturas y crearían un clima de confianza y respeto pudiendo al final hablar de como se sienten y lo que necesita cada uno para ser más feliz. En este análisis también participaría la familia de Alberto, y el resto de los compañeros de clase y así poder llegar bien a la raíz del problema.

 Estrategias para la resolución del conflicto

Funes (2000, p. 101) establece un plan de acción individual que permite canalizar el conflicto hacia la reflexión. Así, Funes (2000) expone el modelo PIGEP de Crary (1994, p. 192), que consiste en los siguientes pasos:

Parar: Los dos involucrados han detectado el malestar que ha generado el conflicto, por lo cual el profesor, como responsable, debe de alejarse para ver con perspectiva y no dejarse llevar por su primer impulso.

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