ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Administración y economía de la ciudad

hector1333Tesina31 de Julio de 2014

3.094 Palabras (13 Páginas)249 Visitas

Página 1 de 13

Administración y economía de la ciudad

La administración de las ciudades corresponde a distintas instituciones, dependiendo de cada país. Entre las denominaciones más corrientes que se emplean para designar al órgano administrativo de una ciudad se encuentran municipalidad, ayuntamiento y prefectura. Estas organizaciones son responsables por la planificación de la ciudad, y de acuerdo a las competencias dadas por las respectivas legislaciones nacionales, pueden encargarse de la administración del sistema de transporte público, del sistema escolar y de bibliotecas públicas, de policía y de bomberos. La administración de una ciudad está encabezada por un alcalde o presidente municipal y/o un concejo, todos elegidos por votación popular. Habitualmente está a cargo de velar por los intereses de sus conciudadanos, representándolos ante la autoridad jerárquica mayor, además de impulsar políticas locales para mejorar su calidad de vida, como programas de salud o deporte, y combatir contra la delincuencia, entre otras diversas tareas. Su presupuesto proviene por lo general de fondos nacionales y de ciertos ingresos propios, como permisos de comercio, edificación o impuestos específicos. Algunas grandes ciudades suelen subdividirse administrativamente en comunas, barrios, distritos, delegaciones o pedanías. Actualmente, la economía de las ciudades es general y altamente diversificada, variando entre ciudades. Ya que la economía urbana nunca se basa solamente en un determinado sector económico, varias ciudades dependen principalmente de un único, o de algunos pocos, sectores económicos. Algunas ciudades, sin embargo, aún dependen mucho de la agricultura y la ganadería, tales como Saskatoon. La economía de las grandes ciudades tiende a ser más diversificada, mas esto no siempre sucede. En las ciudades de mayor tamaño, la industria manufacturera es casi siempre una de las principales fuentes de ingresos, generando miles de empleos, aunque la industria ya no es actualmente la mayor actividad económica de las ciudades, traspasando esta posición al sector servicios. En varias grandes ciudades, miles de personas trabajan diariamente en oficinas e instituciones financieras. Urbes como Nueva York, Tokio, Londres, París y Hong Kong son grandes polos financieros, donde esta actividad es la principal fuente de ingresos de la ciudad. En otras ciudades, como Roma, Quebec y Foz do Iguazú, dependen enormemente del turismo. Diversas ciudades poseen una economía altamente diversificada, es decir, donde todos los sectores tienen aproximadamente la misma importancia, por lo que están menos vulnerables a recesiones económicas en comparación a aquellas ciudades que dependen de un sector económico en particular.

HISTORIA DE CIUDAD

La administración de las ciudades corresponde a distintas instituciones, dependiendo de cada país. Entre las denominaciones más corrientes que se emplean para designar al órgano administrativo de una ciudad se encuentran municipalidad, ayuntamiento y prefectura. Estas organizaciones son responsables por la planificación de la ciudad, y de acuerdo a las competencias dadas por las respectivas legislaciones nacionales, pueden encargarse de la administración del sistema de transporte público, del sistema escolar y de bibliotecas públicas, de policía y de bomberos. La administración de una ciudad está encabezada por un alcalde o presidente municipal y/o un concejo, todos elegidos por votación popular. Habitualmente está a cargo de velar por los intereses de sus conciudadanos, representándolos ante la autoridad jerárquica mayor, además de impulsar políticas locales para mejorar su calidad de vida, como programas de salud o deporte, y combatir contra la delincuencia, entre otras diversas tareas. Su presupuesto proviene por lo general de fondos nacionales y de ciertos ingresos propios, como permisos de comercio, edificación o impuestos específicos.

Algunas grandes ciudades suelen subdividirse administrativamente en comunas, barrios, distritos, delegaciones o pedanías. Actualmente, la economía de las ciudades es general y altamente diversificada, variando entre ciudades. Ya que la economía urbana nunca se basa solamente en un determinado sector económico, varias ciudades dependen principalmente de un único, o de algunos pocos, sectores económicos. Algunas ciudades, sin embargo, aún dependen mucho de la agricultura y la ganadería, tales como Saskatoon. La economía de las grandes ciudades tiende a ser más diversificada, mas esto no siempre sucede. En las ciudades de mayor tamaño, la industria manufacturera es casi siempre una de las principales fuentes de ingresos, generando miles de empleos, aunque la industria ya no es actualmente la mayor actividad económica de las ciudades, traspasando esta posición al sector servicios. En varias grandes ciudades, miles de personas trabajan diariamente en oficinas e instituciones financieras. Urbes como Nueva York, Tokio, Londres, París y Hong Kong son grandes polos financieros, donde esta actividad es la principal fuente de ingresos de la ciudad. En otras ciudades, como Roma, Quebec y Foz do Iguazú, dependen enormemente del turismo. Diversas ciudades poseen una economía altamente diversificada, es decir, donde todos los sectores tienen aproximadamente la misma importancia, por lo que están menos vulnerables a recesiones económicas en comparación a aquellas ciudades que dependen de un sector económico en particular.

LA CIUDAD

Una ciudad es un área urbana con alta densidad de población en la que predominan fundamentalmente la industria y los servicios. Se diferencia de otras entidades urbanas por diversos criterios, entre los que se incluyen población, densidad poblacional o estatuto legal, aunque su distinción varía entre países. La población de una ciudad varía entre unas pocas centenas de habitantes hasta una decena de millones de habitantes. Las ciudades son las áreas más densamente pobladas del mundo. Sao Paulo, una de las urbes más populosas del planeta, con sus 10,9 millones de habitantes tiene una densidad poblacional de aproximadamente 7,16 mil habitantes por kilómetro cuadrado; mientras que en Brasil, país donde esta ciudad está localizada, posee apenas 20 hab/km².

El término ciudad suele utilizarse para designar una determinada entidad político-administrativa urbanizada. En muchos casos, sin embargo, la palabra también se usa para describir un área de urbanización contigua (que puede abarcar diversas entidades administrativas). La Conferencia Europea de Estadística de Praga considera como ciudad una aglomeración de más de 5.000 habitantes siempre que la población dedicada a la agricultura no exceda del 25% sobre el total. A partir de 20.000 habitantes, todas las aglomeraciones se consideran ciudades, siempre que éstos se encuentren concentrados, generalmente en edificaciones colectivas y en altura, se dediquen fundamentalmente a actividades de los sectores secundario y terciario (industria, comercio y servicios). El concepto político de ciudad se aplica a conglomerados urbanos con entidad de capitalidad y mayor importancia en la región y que asume los poderes del Estado o nación. Será la ciudad capitalina, pero por extensión se aplica la denominación a cualquiera entidad administrativa con alguna autonomía a nivel de municipio, siendo las demás denominaciones, como pueblo, genéricas y optativas.

“El hombre es un animal urbano y no rural, la condición humana sobre la tierra es definitivamente ciudadana, entrañablemente ligada a la existencia del fenómeno urbano.” -Carlos Raúl Villanueva El término urbano proviene de urbs, piedra de ciudad, colocada por motivos más bien prácticos, de refugio, asentamiento, relaciones humanas o comerciales. “Civilización y ciudad” son palabras que comparten su raíz: civitas, palabra que designa las emociones, los rituales y las convicciones que cobran forma en una ciudad, y aluden directamente a la acción del hombre como ente que la modula. El tema de la ciudad posee una riqueza tan abundante como la complejidad del hombre mismo. En la concepción más amplia, su creación es considerada un acto de voluntad1, donde el excedente de alimentos sugiere la necesidad de intercambio, haciendo posible la especialización del trabajo, suscitando la estructura de clases y con ello la aparición de una elite dirigente encargada de ejercer su autoridad sobre la sociedad, encauzando la fuerza de trabajo hacia el desarrollo. Paralelamente, la densidad de población y su consiguiente juego migratorio es utilizada en principio como el termómetro para la existencia o no de ciudad. Sin embargo, un discurso que deseche la idea de masas abstractas para retomar al individuo como ser pensante requiere establecer un nuevo concepto de ciudad que si bien toma en cuenta el aspecto numérico del primero, debe considerar al hombre en sus potencialidades civilizadoras. El asentamiento de primitivas ciudades al borde de grandes rutas de tráfico comienza a marcar las bases que caracterizan la ciudad, permite la posibilidad de intercambios humanos que propician la afluencia de nuevas ideas e invenciones de una manera natural. La civilización es entonces el nuevo indicador, complejo y dinámico, que designa las formas más altas de la vida de un pueblo donde la religión, el arte, la ciencia son las señales del grado de formación humana o espiritual, dando origen a la ciudad como punto de concentración máximo de poderío y cultura de una comunidad; como forma y símbolo de una de una relación social integrada, donde la experiencia humana se transforma en signos visibles. La ciudad planteada como un producto de la necesidad social del hombre, constituye su medio de expresión. El curso de la evolución urbana sólo puede ser correctamente interpretado si se

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (20 Kb)
Leer 12 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com