Amor Adolescente

“Durante la adolescencia, el desarrollo de una progresiva disposición para el amor es […] un confiable indicador de un reposicionamiento libidinal y narcisista que nos habla de un proceso que marcha bien.” (Varela Viglietti, Gonzalo , “El amor adolescente”, Revista Uruguaya de Psicoanálisis 2004 ; 99 : 132 – 152, pp 3).

A lo largo de las lecturas propuestas en la materia, nos hemos enfrentado a diversos interrogantes sobre la adolescencia. El texto elegido como guía sobre los demás, “El amor adolescente”, plantea un enfoque diferente con respecto a los otros, ya que no analiza las patologías que pueden desarrollarse durante el período o si la palabra adolescente fue un invento moderno o no, sino que nos presenta lo que realmente impulsa a los jóvenes a comportarse de tal o cual manera, descubriendo los sentimientos que los abarcan, y el origen de los mismos.

En el capítulo 2, titulado “Los ‘inventores’ de la adolescencia” del libro Adolescencia, el adiós a la infancia, de Kaplan, se nos hace un recorrido por la vida y trabajos de Rousseau y de Stanley Hall, diciendo que el primero descubrió y comunicó al mundo moderno el particular problema que se plantea cuando un niño asume las responsabilidades del mundo adulto. Hall, siglos después, volvió sobre el tema descubriendo en la adolescencia las mismas tensiones sexuales y morales que había expuesto Rousseau años antes. Según el autor “en la fase adolescente de la vida, en que la pubertad sexual puede dar pábulo a la aspiración moral, se encuentra la esperanza de reconciliar las contradicciones inherentes a la imaginación humana con el deseo de perfectibilidad” (Adolescencia, el adiós a la infancia, Kaplan, Capítulo 2, p.46). En Emilio, obra de Rousseau, se dice que el autor “inventó” la fase adolescente de la vida. La misma es una novela alegórica, que rinde tributo a los trabajos de Platón, particularmente a La República, hace una recurrido de la historia de la especie humana y de la sociedad. En el libro se describe o caracteriza al hombre en tanto individuo y se dirige a los padres y madres, y a todos quienes se preocupen por mejorar la educación infantil. En el libro, uno de los propósitos es “posponer la consumación del acto sexual por parte de Emilio hasta que éste haya adquirido los rudimentos de la sensibilidad y la virtud éticas” (Adolescencia, el adiós a la infancia, Kaplan, Capítulo 2, p.57). De esta forma, el concepto adolescencia plantea algo desconocido hasta el momento, el niño no dejaba de serlo para pasar directamente a convertirse en adulto, sino que había una etapa intermedia, en la cual debía adquirir o consolidar la virtud, las capacidades necesarias para luego ingresar en ese mundo adulto de una forma menos problemática. El niño no conoce las relaciones morales entre los hombres, y con la pubertad, el joven se vuelve capaz de apreciar las pasiones morales que lo pondrán en relación con su especie.

Stanley Hall, por su parte, expuso que la adolescencia es “un segundo nacimiento” (Adolescencia, el adiós a la infancia, Kaplan, Capítulo 2, p.59). Describió la adolescencia como la última ola del crecimiento humano, la que “arroja al niño a las orillas de la edad adulta, tan relativamente indefenso como tras un segundo nacimiento” (Adolescencia, el adiós a la infancia, Kaplan, Capítulo 2, p.59). La adolescencia debía ser el punto de partida de una etapa más elevada de la humanidad, concepto en el cual acordaba con Rousseau.

Se le adjudica a estos dos autores la invención de la palabra “adolescencia” como dije anteriormente, término tan arraigado en nuestra cultura occidental contemporánea.

Volviendo al texto “El amor adolescente”, el mismo comienza exponiendo que, varios investigadores propusieron que todo lo importante en el ser humano se determinaba en la primera infancia, y que la adolescencia no era sino una repetición de la misma, por lo que los vínculos amorosos de la adolescencia no son los mismos que los de la infancia, más allá de que la relación con los padres en la misma sea determinante para el posterior desarrollo de la persona.

En “La novela familiar del neurótico” (Freud, Sigmund, Obras completas, 1089/9), se describe, mediante el crecimiento del niño, como se aparta su idealización de los padres, reconociendo su humanidad, sus defectos y cómo, el niño al crecer, imagina ser hijo de otros padres, sin que esto realmente significa el deseo del cambio. El proceso no es sencillo, ya que anhela volver a la felicidad que le producía la imagen del padre o madre de la primera infancia, como fuente de toda autoridad, o toda fe. En la fantasía de ser hijo de padres diferentes, por lo general mas acaudalados o superiores en la escala social, lo que hace realmente es exaltar a sus propios progenitores para poder, de alguna manera, volver a esos días felices en los cuales era niño. Por lo tanto, cando el individuo se libera de la autoridad de los padres, incurre en una de las consecuencias más dolorosas de su curso de desarrollo, aunque de igual forma necesarias. Dice Freud “Es absolutamente inevitable que dicha liberación se leve a cabo, al punto debe haber sido cumplida en determinada medida por todo aquel que haya alcanzado un estado normal” (Freud, Sigmund, Obras Completas, “La novela familiar del neurótico, 1908/9).

En “El amor adolescente” se no explica que el amor hacia personas que no son los padres, en el adolescente, es señal de un buen desarrollo; mover la libido hacia otro lugar, desprenderse del antiguo objeto de amor. Este proceso de cambio no es sencillo, y no se desarrolla de igual manera en todos los sujetos, ya que surge el temor a la espera y la sustitución del objeto. De todos modos, no es una transformación

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