Ansiedad social y confinamiento
Enviado por MARÍA SUSSAN • 18 de Agosto de 2022 • Documentos de Investigación • 462 Palabras (2 Páginas) • 33 Visitas
Ansiedad social y confinamiento
Actualmente, con la pandemia de COVID-19, se vive una situación en que las interacciones sociales se han reducido debido a las medidas de control para frenar la propagación de la enfermedad, tales medidas incluyen el distanciamiento físico.La cual es una de las estrategias preventivas más útiles empleadas con éxito en el pasado, para ralentizar o prevenir la propagación masiva durante las pandemias (OMS, 2019).
Sumado a esto, si antes ya existía el distanciamiento, la actual pandemia ha acelerado el distanciamiento interpersonal dando lugar al desarrollo de trastornos de tipo social, como el Trastorno de Ansiedad Social (TAS).
La Ansiedad Social, antes llamada Fobia Social, se define como un temor irracional ante situaciones sociales donde el individuo está expuesto al posible escrutinio por parte de otras personas (DSM-V, 2014). Este concepto incluye 3 tipos de situaciones temidas: las interacciones sociales, actuar frente a otras personas, y ser observado. Lo característico de este trastorno es el temor a la evaluación negativa por parte de los demás (Caballo, Salazar & Hofmann, 2019).
Según investigaciones de Zhang y otros (2020), las consecuencias sociales que los períodos de cuarentena pueden producir fenómenos estresantes originados por la pérdida de interacciones sociales cara a cara, entre estos, los trastornos de ansiedad (Baumeister & Tice, 1990).
La incertidumbre de una infección nueva y relativamente desconocida aumenta la ansiedad, que se ve agravada por el aislamiento en el encierro (Banerjee & Rai, 2020).
De acuerdo con Banerjee & Rai (2020), el distanciamiento social es un nombre inapropiado, ya que las medidas de control en situaciones de pandemia incluyen la separación física para evitar la propagación viral, más no, aislamiento social; ya que el aislamiento social está presente en una amplia gama de trastornos mentales donde los individuos experimentan cambios fisiológicos y conductuales ( APA Dictionary of Psychology, 2015).
Por otra parte, estudios recientes reportan que entre el 7 y el 13% de la población occidental cumple con los criterios diagnósticos del Trastorno de Ansiedad Social en algún momento de su vida (Furmark, 2002). En nuestro país, se estima que los trastornos de ansiedad son los trastornos mentales más frecuentes, con una prevalencia de 14.9% (Fiestas & Piazza, 2014).
Si una persona ya se encuentra socialmente ansiosa antes de experimentar un episodio de exclusión social, como en la pandemia, podría presentar síntomas más graves que las personas con menor ansiedad social (Leary, 1990).
Para mitigar este problema, investigaciones han demostrado que algo tan sencillo como sesiones telefónicas semanales pueden ayudar a reducir la ansiedad en situaciones de pandemia. Estas sesiones deben ser breves pero significativas (Yang et al., 2020), ya que existe evidencia empírica que demuestra que el acto de revelar los propios pensamientos y sentimientos se asocia con un menor nivel de ansiedad social y evitación (Levi Belz & Elis, 2017).
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