Bemveniste - Texto De Las Abejas

Bemveniste: texto de las abejas..

“¿Es el lenguaje lo que verdaderamente nos diferencia de los animales?”, parece ser la pregunta de la que Émile Benveniste (1902-1976) en el texto “Comunicación animal y lenguaje humano” de su libro Problemas de lingüística general parte para enunciar categóricamente (y de modo implícito) que sí, y que sólo el ser humano ha sido privilegiado con éste, por más que algunos animales cuenten con sistemas de comunicación que se asemejen bastante al lenguaje humano.

El ejemplo más engañoso de lo anterior -por ser de los más complejos-, y por ende, el que el autor se dedica a examinar es el de las abejas. En síntesis, características en la organización y comportamiento de las abejas como las jerarquías, la distribución de actividades y las respuestas colectivas hacen pensar que realmente intercambian mensajes. La naturaleza y contenido de los mismos, también hacía suponer que existía una intrincada forma de comunicación entre ellas; el simple hecho de que cuando un miembro de la colmena encuentra una fuente de alimento, el resto de las abejas acude al sitio preciso, al parecer, indicado por la primera.

El zoólogo Karl von Frisch, señala Benveniste, se avocó a observar el comportamiento de las abejas para solucionar el problema que planteaba su modo de comunicación: si era realmente lenguaje. Con base en miles de observaciones (luego repetidas y confirmadas por otros investigadores) logró determinar que las dos diferentes “danzas” de las abejas no se referían a la naturaleza de la fuente de alimento (néctar o polen) sino a la distancia con respecto a la colmena. Esto implicaba que por primera vez podía especificarse si existía un “lenguaje” animal.

A pesar de lo convincente que resulta anexar a la comunicación de las abejas como una forma de lenguaje, Benveniste se preocupa antes por definir el concepto de éste para contrastar características. Las abejas emiten un mensaje con datos de manera simbólica y éste es traducido o decodificado por las otras que cuentan con la forma de hacerlo. Este sistema es efectivo dentro de la estructura de las abejas. Los problemas vienen con la comparación con otros. Dice Benveniste que en esta danza no interviene ningún aparato vocal, y que al tratarse de un lenguaje sin voz, ya tiene puntos menos en tanto que “El lenguaje humano desconoce semejante limitación”. Este aspecto no es del todo exacto, lo sería si se refiriera a “lengua” no a “lenguaje”, y recordemos que hay lenguajes humanos que no requieren la producción oral, como el de señas para sordomudos, los lenguajes puramente visuales en el que entran íconos y símbolos, o los lenguajes diseñados por el hombre como el de computadora (el binario y los de programación de alto nivel); de modo que este punto de comparación resulta falaz. Los restantes ya no lo son.

Una verdadera diferencia entre

...