CAMBIOS DE ADTITUD

“CAMBIO DE ACTITUDES”.

• INTRODUCCIÓN.

El presente trabajo tiene la finalidad de proyectar la labor que implica la búsqueda, el proceso y la repercusión que involucra un cambio de actitud. Cabe señalar que una actitud es la expresión de los valores en el comportamiento del individuo, es decir, la forma de predisposición relativamente estable del comportamiento humano, que nos hace reaccionar ante determinados objetos, situaciones o conocimientos de una forma concreta; esto se traduce en que es una manera de actuar que tenemos ante las personas y las situaciones en donde influyen nuestros pensamientos y sentimientos manifestándose a su vez a través de nuestros gestos, el tono de voz, etc..; además puede ser positiva o negativa, según facilite u obstruya la manera que la persona tiene de afrontar su realidad en cada momento de su vida; esto significa que las actitudes son nuestra disposición con que afrontamos la realidad ante un evento determinado.

Así mismo, es importante recalcar que las actitudes marcan pautas de comportamiento no sólo individual, sino también grupal. Y es que una actitud puede llegar a "infectar" de manera positiva o negativa como un virus a los que están a nuestro alrededor en el sentido de que son altamente imitables.

De esta manera las actitudes constituyen una guía conductual que resume la manera de comportarnos en una situación determinada; igualmente nos permiten tratar con la realidad y reducir la incertidumbre que nos separa de ella. Entonces, si hay algo aferrado a nuestro ser son nuestras actitudes, por lo que conocerlas nos resultará esencial en todo camino de mejora personal, profesional y social. Bajo esta perspectiva, todos estamos llamados a reconocer y advertir con qué actitudes andamos por el mundo, y qué consecuencias están trayendo sobre nuestras vidas y las de los demás.

Es relevante considerar que el hecho de poseer una actitud negativa puede llegar a afectar nuestra vida social, ya que una vez formada, es muy difícil que se modifique este tipo de actitud; sin embargo ello depende en gran medida del hecho de que muchas creencias, convicciones y juicios se remiten a la familia de origen o simplemente de la calidad de vida del individuo. En efecto, es posible que las actitudes de carácter negativo se aprendan dentro de la misma sociedad, como es el caso del robo y el homicidio por citar algunos ejemplos.

Pese a todo, hay veces que las actitudes pueden modificarse, lo cual obedece a diversos motivos, por ejemplo, una persona puede cambiar de grupo social y asimilar las actitudes de éste. Lo que en mayor grado puede llegar a cambiar una actitud es la información que se tenga acerca de un objeto.

Por lo mencionado ya anteriormente, este proyecto planteará diversos aspectos vinculados con los objetivos, el proceso y los logros que engloban el cambio de una actitud que en este caso es negativa, ya que nos hemos propuesto el modificar la actitud elitista de ciertas personas que se basan en tener relaciones sociales exclusivas a partir de un carácter déspota y discriminatorio. Por ello, resulta ser interesante saber de qué manera se puede cambiar tal actitud, la cual llega a ser perjudicial para las sociedades al evadirse valores como la igualdad, la tolerancia o el respeto.

LA ACTITUD ELITISTA.

• DESCRIPCIÓN.

El elitismo es la creencia o actitud que consiste en sostener que aquellos que son considerados como la élite (un selecto grupo de personas con notables habilidades personales, riqueza, experiencia, u otros atributos distintivos) son las personas cuyas opiniones deberían ser tomadas más en serio. Esto quiere decir que las personas con actitudes elitistas creen que serían las más adecuadas para gobernar en sus sociedades, pues sus acciones y pensamiento serían los más constructivos.

Así mismo, el término elitismo describe una situación en la cual una élite goza de privilegios o tiene más poder que el resto de los miembros de la sociedad; esto se refiere a una situación de hecho y no institucional, ya que si lo fuera sería una oligarquía (cuadrilla).

Debemos considerar que una actitud elitista es peyorativa, esto se traduce en que una persona elitista manifiesta una actitud generalizada de arrogancia o rechazo respecto a la opinión pública en general.

No obstante, cabe destacar que una actitud elitista consiste en que las personas creen que gozan de una riqueza personal considerable, a menudo interpretada como el premio por las cualidades de la élite. Por otra parte, el elitismo se caracteriza por los siguientes rasgos:

o El elitismo también se utiliza para referirse a situaciones en las que un grupo de personas solicita que otros que quieran pertenecer a éste tengan grandes habilidades, al igual que conspiran para conseguir privilegios a expensas de otras personas. Esta forma de elitismo puede ser descrita como discriminación.

o El elitismo hace referencia a situaciones en las que la élite recibe privilegios y responsabilidades especiales con la expectativa de que mediante estas medidas quedará beneficiado todo el pueblo.

o A menudo el elitismo se vincula con la clase social y con lo que los sociólogos denominan estratificación social; esto es que las personas de clase social alta son reconocidos normalmente como la élite social.

• ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE MODIFICAR ESTA ACTITUD NEGATIVA?

Basta aclarar desde un principio que cambiar una actitud en su totalidad resulta ser muy complicado, ya que esto dependerá inicialmente de la voluntad del individuo con respecto a dicha actitud, y es que si éste considera que esa postura ya forma parte definitiva de su personalidad, significará que no tiene la voluntad de modificar su forma de ser debido a que él cree que “ya es y será así siempre”.

Como ya se dijo anteriormente, una actitud elitista no es benéfica para el progreso de una sociedad, ya que una persona elitista se caracterizará por su selectividad con respecto a escoger a las personas que reúnan requisitos indispensables para que sean aceptadas por ella y así, mantengan una relación social; lógicamente esto provoca que se dé una fragmentación social que genera lo que ahora vemos como la élite y el pueblo, lo exclusivo y lo popular, lo VIP y lo común y corriente, lo elegante y lo vulgar y lo rico y lo pobre.

A nuestro parecer es relevante cambiar esa idiosincrasia, pues es lamentable darnos cuenta de que en la vida cotidiana es la misma sociedad en general la que permite que se estratifiquen

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