CAPITULO I PRUEBAS DE DIAGNÓSTICO

CAPITULO I

PRUEBAS DE DIAGNÓSTICO

1.1     Contexto histórico

El inicio de las pruebas de diagnóstico y evaluaciones psicológicas fue en el año 1905 en el siglo XX cuando Alfred Binet y su colega crearon una prueba para los estudiantes de París, para una educación mejor. No tardo mucho para que se tradujera en inglés y se haga famosa en Estados Unidos. Su apogeo se dio en la década de 1950 y a inicios del 1960. Los logros científicos más grandes producidos fueron por Weber luego continuados por Fechner creando una nueva disciplina psicofísica que permite por primera vez medir un aspecto de lo subjetivo, la sensación, a través del auto informe. Pero es importante aclarar que ninguno de ellos se preocupó por constatar diferencias individuales, sin embargo, la psicofísica contribuye a la actual Psicometría cuyo objeto es hallar tales diferencias (Nunnally, 1973).

Luego de muchas discusiones sobre los conceptos y lo muy famosas que eran, se definió a la evaluación psicológica como la recopilación e integración de datos relacionados con el propósito de hacer una valoración psicológica, lograda con el uso de herramientas como pruebas, entrevistas, estudios de caso, observación conductual y aparatos y procedimientos de medición diseñados en forma especial (Cohen y Swerdlik, 2001).

Por otro lado, se define a las pruebas de diagnóstico como el proceso de medir variables relacionadas con la psicología por medio de dispositivos o procedimientos diseñados para obtener una muestra de comportamiento (Cohen y Swerdlik, 2001).

CAPÍTULO II

IMPORTANCIA

El propósito de la evaluación psicológica es explicativo, interpretativo y predicativo, busca explicación actual del sujeto, lo caracteriza y estima los recursos con que cuenta para enfrentar algo en particular así como las potencialidades de que disponen. La evaluación  psicológica es un conocimiento a fondo del potencial humano, necesita procesar los resultados alcanzados de los sujetos para descifrar su significado y arribar a conclusiones que le orienten a tomar decisiones al profesional que sustenten su trabajo psicoterapéutico. No solo describe sino transcienden, logra la inducción del dato a la conclusión. La función diagnóstica, presupone recopilación de la información por medio de diversas fuentes (también puede ser la entrevista, la observación, u otra técnica) y procedimientos, que serán combinados y procesados para obtener un imagen lo más completa y explicativa posible de ese sujeto (López et al., 2010)

Estas pruebas se apoyan en un amplio arsenal de recursos metodológicos de estimación y del empleo de técnicas psicológicas que le faciliten al psicólogo, hipotetizar posibles respuestas ante las interrogantes, al conocimiento y las explicaciones del funcionamiento actual de los sujetos. El profesional reconoce que la evaluación psicológica no puede ceñirse a la sumatoria de los diferentes resultados obtenidos por los clientes ante distintos test ya sean de contenidos vivénciales, de conflicto, de exploración de la estructura de la personalidad, de capacidades, de procesos cognitivos, afectivos y conativos, de particularidades persono lógicas, de eventos, de modos de afrontamientos, de expresiones temperamentales, etc. Los tests no pueden convertirse por si solo en instrumentos de diagnósticos sino de apoyo a éste. Tienen un valor importante pues  ofrecen información, apoya el diagnóstico, monitorean el seguimiento de los pacientes y se anticipan a los acontecimientos (Gonzáles, 2007).

CAPÍTULO III

MEDICIÓN

        La medida es el componente esencial de este proceso; debido a que es lo que le ha permitido a la psicología alcanzar el status de ciencia y no sólo ser considerada como una doctrina psicológica, es por tanto una actividad  prioritaria tanto en la ciencia psicológica en general como en la evaluación psicológica en  particular; el proceso de medición es el que le permite a una disciplina alcanzar el estatus de ciencia ya que, una vez que se pueden medir sus datos, se pueden comparar, replicar, establecer modelos matemáticos para su explicación y realizar investigaciones controladas; entonces, lo que la psicología medir son los atributos psicológicos que son de interés, como por ejemplo: motivación,  ansiedad, depresión, inteligencia, afrontamiento, personalidad, etc. No obstante muchos de los atributos psicológicos no los podemos medir directamente, sino sólo los podemos medir indirectamente, es decir se miden a través de indicadores; estos instrumentos nos van a mostrar indirectamente el atributo que pretendemos medir (Aragón, 2004).

3.1        Evaluar

         Así pues, al realizar un proceso de medición obtenemos un resultado que, si lo expresamos numéricamente, responde a la pregunta “¿cuánto?”. Sin embargo, ello no nos dice nada acerca de la bondad o valor del desempeño de un sujeto. Cuando, en un segundo momento, interpretamos ese resultado respondiendo a preguntas como “¿qué significa o implica ese resultado?”, o “¿cuán bien?”, es decir, cuando asociamos un juicio de valor al resultado, entonces estamos haciendo una evaluación. Es evidente que la medición por sí sola es de escasa utilidad, pero es imprescindible como base para cualquier evaluación (Mikulic, 2015).

CAPÍTULO IV

CONFIABILIDAD Y VALIDEZ

4.1         Confiabilidad de las pruebas psicológicas

Una buena prueba es confiable, consistente y es precisa. Las pruebas psicológicas son confiables en grados diversos. Las diferencias del desempeño de cada persona pueden ser muchas veces, por ejemplo, por la motivación que la persona puede tener en ese momento, si está familiarizado con el contenido del test o por niveles de ansiedad distintos. Es por eso que se puede decir que los puntajes de cada persona contienen cierta cantidad de error. Es decir que el puntaje que obtiene una persona en una prueba incluye el puntaje real de la persona y un margen de error que puede aumentar o disminuir dicha puntuación verdadera.

Técnicas para medir la confiabilidad. Existen diversos tipos de procedimientos para evaluar la confiabilidad de un instrumento que solamente serán mencionados, en este caso: test-retest o examen-reexamen, formas alternas, paralelas o equivalentes, división por mitades, consistencia interna (Kuder-Richardson y coeficiente alfa) y entre evaluadores.

4.2         Validez de las pruebas psicológicas

El concepto de validez se refiere a la capacidad de una prueba para medir lo que realmente queremos medir. Todos los procedimientos utilizados para determinar la validez se interesan en las relaciones entre ejecución en las pruebas y otros factores observados independientemente de las características de la conducta considerada. La evaluación se concreta en distintos indicadores de validez: sensibilidad, especificidad, valores predictivos positivos y negativos.

Sensibilidad. Se define como la probabilidad de que un individuo enfermo tenga un test +: a/ (a + c). Donde a = número de verdaderos positivos y c = número de falsos negativos (Ruiz, 2009). La sensibilidad indica la proporción del total de enfermos que el test es capaz de detectar. Es así como la sensibilidad nos muestra la capacidad de una prueba de detectar la enfermedad mental de un paciente.

Especificidad. Es la proporción de sanos que tienen una prueba negativa: d/(b + d). Es oportuno recordar que d = número de verdaderos negativos y b = número de falsos positivos (Ruiz, 2009). La especificidad valora la utilidad de la prueba con la finalidad de identificar a los individuos sanos.

Valor predictivo positivo (VPP). Es la probabilidad de tener la enfermedad si el resultado de la prueba ha sido positiva. También puede ser definido como la proporción de verdaderos positivos respecto al total de pruebas positivas (Ruiz, 2009). Este concepto es también llamado probabilidad a posteriori.

Valor predictivo negativo (VPN). Es la probabilidad de no tener la condición de estudio (enfermedad ausente o patrón de referencia negativo) si la prueba ha sido negativa. También puede ser definido como la proporción de verdaderos negativos respecto al total de pruebas negativas (Ruiz, 2009).

CAPÍTULO V

CONTEXTOS EN LOS QUE SE DESARROLLAN

Según la Doctora Mikulic (2015) podemos realizar las pruebas diagnósticas en los siguientes contextos:

 Contexto clínico. Las pruebas y otros métodos de evaluación se usan en forma amplia en escenarios clínicos como los hospitales públicos, consultorios privados, clínicas privadas y el sello de las pruebas en este contexto es que solo se usa con un individuo a la vez, las pruebas colectivas solo se usan en el screening o rastrillaje de casos que requieren una mayor evaluación psicológica.

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