CARTA A MI CUERPO

CARTA A MI CUERPO

QUERIDO CUERPO MÍO:

Te escribo esta carta primero que nada para agradecerte que seas parte de mi vida, eres muy especial en ella. Sé que no te he tratado cómo debe ser, te he maltratado, descuidado, golpeado, y créeme que estoy arrepentida por todo eso. Te prometo que de ahora en adelante tendré más cuidado contigo.

Gracias porque a pesar de todo lo que hemos pasado juntos en esta vida, tú no me has dejado sola en ningún momento. Has estado conmigo siempre, ahora si como dicen, en las buenas y en las malas.

Recuerdo que en aquella ocasión en la que me detectaron el tumor en la médula espinal a nivel de columna cervical, tú eras muy pequeño e indefenso para poder soportar una operación de esa magnitud. Ya que el riesgo menor era que quedaras paralítico del cuello para abajo “cuadripléjico” y el riesgo mayor era que perdieras la vida.

Entraste a quirófano y estuviste tendido en una plancha por más de 8 horas, al principio todo resulto bien ya que saliste de él mostrándote fuerte. Pero conforme pasaron los días todo parecía que había sido en vano, ya que te contaminaste con una bacteria de quirófano la “pseudomona”.

Y tanto te afectó esta bacteria que entraste en estado de coma, y el riesgo de muerte se incremento y sabes, yo llegué a creer que ya te había perdido para siempre. Pues solo esperaban los médicos un paro cardiaco o un paro respiratorio para empezar a desconectar aparatos.

Pero cuál fue mi sorpresa que a la semana de haber estado en coma, empiezas a reaccionar y a darme nuevas esperanzas de vida. Si, sé que no saliste del todo bien, que tuviste atrofiadas las manos, los brazos, las piernas, los ojos, todo, pero ahí fue donde me volviste a demostrar que a pesar de ser pequeño tú tenías una gran fortaleza.

Con mucho esfuerzo, dedicación, lograste salir victorioso de eso, ibas a terapias cada vez que te lo indicaban, aunque hubo muchas ocasiones en las que terminabas llorando por el dolor que te causaban. Pero a pesar de todo eso tú deseabas con todo tu corazón recuperarte, y ¿qué crees? lo lograste.

Otra cosa que recuerdo es que después de ocho meses de haber salido del hospital te vuelven a comentar que volvías a requerir una operación más. Esta vez era porque tu columna se había vencido y cualquier esfuerzo te iba a dañar.

Entras nuevamente a quirófano y como la primera vez, al principio todo había salido bien, a pesar de haber tenido dos operaciones ese mismo día.

Desafortunadamente al día siguiente te empiezas a poner mal de nuevo, y ¿ahora por qué? Todo porque los médicos al introducir el catéter sin querer queriendo jajaja perforaron una arteria y todo el líquido se te estaba yendo a los pulmones. Ese día te hacen una cirugía para que pudieras drenar el “líquido” y ahí es cuando se dan cuenta de que era sangre lo que drenabas.

Después de eso, 3 horas más tarde te dicen que nuevamente necesitan hacer otra cirugía para poder encontrar el origen del problema. Ésta era una cirugía de exploración, y que era muy probable que tuvieran que abrir todo el tórax hasta encontrar la parte dañada.

Gracias a Dios no abrieron todo el tórax. Eso sí, cortaron clavícula y una parte de tórax, pero solo fue una parte pequeña. Y a pesar de que encontraron el origen del problema, tú seguiste estando mal, y era tan fuerte ese daño que entraste en shock hipovolémico.

Nuevamente pensé que ahora sí definitivamente te perdía para siempre. Sabes, Dios fue tan bondadoso contigo que te dio la oportunidad de despertar de ese shock y seguir conmigo. Sin olvidar que te convertiste en vampiro jajaja porque te tuvieron que poner 17 transfusiones sanguíneas.

Por última vez te dicen que era necesaria otra

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