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CIENCIA, HISTORIA Y PSICOLOGÍA


Enviado por   •  21 de Noviembre de 2015  •  Apuntes  •  3.541 Palabras (15 Páginas)  •  253 Visitas

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CAPITULO 1: CIENCIA, HISTORIA Y PSICOLOGÍA

INTRODUCCIÓN

  • Inicialmente todas las ciencias formaban parte de la filosofía. A lo largo de los siglos  y de forma gradual  las ciencias específicas se fueron independizando. Los fundadores de la psicología eran filósofos y psicólogos que intentaban dar respuesta a muchas preguntas filosóficas.
  • Psicología significa literalmente “psyche – logos” estudio del alma y el término se definió en el siglo XVII. Los psicólogos prefieren el término mente  por tener menos connotaciones religiosas.
  • Se denomina epistemología  (episteme “conocimiento” y logos “discurso”) a la búsqueda de cómo los seres humanos conocen el mundo. Esto supone preguntarse sobre la sensación, la percepción, la memoria y el pensamiento (Psicología Cognitiva)
  • La ética es otra de las áreas que comparten los filósofos y psicólogos. Tiene que ver principalmente con cómo deberían comportarse los seres humanos. Los dilemas éticos  los encontramos en estudios de psicología científica sobre motivación, emoción, comportamientos sociales y sexuales. La psicología aplicada está profundamente afectada por el código deontológico.
  • Aunque las bases conceptuales de la psicología se encuentran en la filosofía, la inspiración para la creación de una ciencia independiente llegó de la biología. Los fundadores de la psicología esperaban que, llegando a la mente a través de la fisiología, lo que había sido filosofía especulativa y religión podía convertirse en ciencia natural. La evolución también contribuyó a la fundación de la psicología.

ENTENDER LA CIENCIA

Desde el siglo XIX ha existido el acuerdo generalizado de que la psicología es una ciencia.

La imagen de la ciencia moderna

Se espera que la ciencia explique  cómo y por qué el mundo, la mente y el cuerpo funcionan como lo hacen.

El estilo Newtoniano

El estilo moderno de explicación científica comenzó con Isaac Newton y la Revolución Científica.

Newton pretendió deducir regularidades en la naturaleza a partir de un pequeño número de leyes matemáticas. Newton fue criticado por no explicar el mecanismo de su principio de gravedad. Para él fue suficiente postular una fuerza  que permitiera predecir los movimientos de los cuerpos celestes.

El POSITIVISMO

Fue un movimiento científico que comenzó con el francés Auguste Comte (1798-1857) y su filosofía positiva.

Para los positivistas la ciencia funcionaba debido al estilo newtoniano consistente en permanecer lo más cerca posible de los hechos observables y lo más lejos posible de las explicaciones hipotéticas.

El cometido era la descripción de fenómenos observables antes que la explicación. Su segundo cometido era la predicción de los hechos mediante leyes, lo que haría posible controlar la naturaleza.

La Explicación

EL ENFOQUE NOMOLÓGICO

La descripción, predicción y control fueron las tres únicas funciones que los primeros positivistas asignaron a la ciencia.

La época contemporánea  de la comprensión filosófica  comenzó en 1948 con la publicación de Studies in the Logic of Explanation por Carl Hempel y Paul Oppenheim, dos positivistas lógicos.

Estos autores propusieron que las explicaciones científicas podrían considerarse  como argumentos lógicos en los que el explanandum (hechos a explicar) podían deducirse del explanans (leyes científicas pertinentes). Este modelo explicativo se denomina nomológico-deductivo  o también como ley encubridora (covering-law) ya que la explicación muestra cómo un hecho queda encubierto  bajo un conjunto de leyes científicas.

Los positivistas sólo piden a las explicaciones científicas  que hagan predicciones satisfactorias, no que revelen de qué forma lo hacen.

Rasgos del modelo:

  • La regla de Oro de la Explicación “El explanans no debe contener ni explícita ni implícitamente al explanandum”. El incumplimiento de esta regla hará que la explicación sea nula por razones de circularidad.
  • Otra característica es  que asume que predicción y explicación son lo mismo. La explicación de un hecho consiste en demostrar que podía haberse predicho.

EL ENFOQUE CAUSAL

Es el principal rival de la aproximación positivista. Toma como punto de partida la dificultad para identificar explicación con predicción.

La mera existencia de una regularidad predictiva no constituye una ley de la naturaleza, independientemente del grado de fiabilidad y de utilidad de dicha regularidad.

El enfoque causal no rehúye de la metafísica,  sino que la asume  argumentando que el objetivo de la ciencia es penetrar en la estructura causal de la realidad.

EL REALISMO: ¿las explicaciones científicas son verdaderas o útiles?

Los teóricos nomológicos consideran que lo único  que podemos hacer  es describir el mundo tal y como se nos presenta en la experiencia.

Los teóricos causalistas creen que podemos ir más allá y penetrar en la estructura causal del universo.

Esta polémica se conoce como el debate acerca del realismo de la ciencia.

Bases biológicas y genéticas de la conducta prosocial

Desde esta perspectiva se asume que existe un estado emocional que antecede a la conducta prosocial. Aquí es importante el concepto de empatía.

La empatía, como estado afectivo, es la capacidad de experimentar las mismas emociones que otra persona a la que se está observando.

Preston y Waal elaboraron el Modelo de percepción-acción”: Intenta explicar la empatía desde el punto de vista de la neuroanatomía. Si una persona presta atención al estado emocional de otra, se activa en su cerebro una representación de dicho estado emocional que genera una respuesta asociada a él.

Sin embargo no se ha identificado una zona concreta del cerebro donde esté localizada la empatía. Lo que sí que se ha detectado es un grupo de neuronas con la capacidad de descargar impulsos llamadas neuronas espejo.  Forman parte de un sistema de percepción-acción, de modo que la observación de movimientos de la mano o cualquier otro miembro, activa en el observador las mismas regiones de la corteza motora que si él mismo estuviera realizando esos movimientos.

Desarrollo de la conducta de ayuda durante la vida del individuo:

En la conducta prosocial en general intervienen 3 procesos:

  • Maduración socio-cognitiva
  • Socialización
  • Aprendizaje a través de la interacción con iguales

Aunque nacemos con una predisposición a sentir empatía hacia los demás, esa tendencia no se traduce en conducta altruista de forma automática, sino que son necesarios procesos madurativos y experiencia.

La conducta de ayuda interpersonal

¿Por qué ayudamos a los demás?

Existen 3 mecanismos explicativos:

  • Aprendizaje.
  • Valores morales sociales y personales.
  • Activación/emoción.

1. Aprendizaje: Las personas aprenden a ayudar por los principios del refuerzo y el modelado.

  • Refuerzo: Aprenderemos a ayudar si somos recompensados por ello.
  • Modelado: Los programas de TV fomentan la conducta de ayuda a través de los modelos que se comportan prosocialmente.

2. Valores morales sociales y personales: Normas como la responsabilidad social, la reciprocidad, etc. Existen normas que tenemos interiorizadas y que nos indican cuándo tenemos que ayudar a una persona. Los factores sociales son más  importantes que los biológicos para explicar el comportamiento prosocial.

Schwartz (1977) – Diferencia entre normas sociales y personales. Las personas construyen las normas para situaciones específicas. Desarrolló junto a Howard el modelo procesual de altruismo en 5 pasos:

  1. Atención: La persona se da cuenta de que alguien necesita ayuda.
  2. Motivación: El individuo siente el deber de ayudar.
  3. Evaluación: Comparación de los costes y beneficios de ayudar.
  4. Defensa: Evaluación de qué sucedería si no toma la decisión de ayudar.
  5. Conducta: Es el resultado de la decisión final. Se puede producir un efecto boomerang, según el cual, personas con gran probabilidad de comportamiento altruista no ayudarán si piensan que intentan aprovecharse de ellos.

También son importantes las normas de justicia social, como por ejemplo la de equidad. Equidad: Dos personas que hacen una misma contribución deberían tener una misma recompensa.

Las normas de reciprocidad y justicia social parecen comunes a todas las sociedades, en cambio la norma de responsabilidad social (ayudar a quienes dependen de nuestra ayuda) no es universal. En las culturas colectivistas, las personas tienen mucho más interiorizadas las normas del propio grupo, en cambio las culturas individualistas cumplen esas normas por la presión de deseabilidad social.

3. Activación y emoción: Tiene que ver con la importancia de los aspectos emocionales en el comportamiento de ayuda. Las personas se activan ante el malestar de los demás. Esto tiene dos perspectivas:

a) La persona ayuda para reducir su propio malestar – motivación egoísta (Robert Cialdini)

b) La persona ayuda porque se pone en el lugar del otro – motivación altruista (Daniel

Batson)

  • Perspectiva de la motivación egoísta

“Alivio del estado negativo”: Las personas ayudan para obtener un premio, evitar un castigo o librarse de un estado emocional negativo. La motivación por la cual ayudamos es egoísta y además no existe relación entre la conducta de ayuda y la motivación empática.

  • Perspectiva de la motivación altruista

Empatía: Es a capacidad que consiste en inferir los pensamientos y sentimientos de los otros, lo cual genera sentimientos de simpatía, comprensión y ternura. Hay 2 tipos de empatía:

  • Cognitiva: Se refiere a tomar la perspectiva de otra persona, ponerse en su lugar.
  • Emocional: También conocida como simpatía. Tiene 2 variantes:

  • Empatía paralela: Consiste en experimentar las mismas respuestas emocionales que experimenta la otra persona.
  •  Empatía reactiva: Reaccionar emocionalmente ante las  experiencias que esa otra persona está viviendo.

La empatía se puede entrenar a través de ejercicios de role-playingmediante instrucciones para ponerse en el lugar de otra persona. Los resultados muestran que se ayuda más a otras personas cuando se han recibido instrucciones para empatizar con ellas.

Resumiendo: En las razones de por qué la gente ayuda a otros se combinan factores de tipo emocional y cognitivo que están muy relacionados entre sí.

¿Quién es más probable que ayude a otros?

Esta pregunta se refiere a quién ayuda más entre hombres y mujeres. Diversos estudios muestran que las mujeres son más empáticas que los hombres, sin embargo en las medidas fisiológicas y no verbales no se han encontrado diferencias de género.

Depende del tipo de ayuda y del rol social.

Tipo de ayuda: Se asume que en situaciones peligrosas los hombres ayudan más.

Rol social: Una mujer policía, bombero o médico a pesar de enfrentarse a situaciones peligrosas no debería haber diferencias en su tendencia a ayudar con respecto a un hombre.

Sobre si se ayuda igual en todas las culturas, también existen diferencias culturales en este tipo de comportamiento.

Cuadro 8.5 -  El papel de la cultura y el ambiente en la conducta de ayuda:

A mayor densidad de población se presta menos ayuda a un desconocido. Sin embargo también hay otros factores en juego, ya que en ciudades muy pobladas como Calcuta por ejemplo, presenta altas puntuaciones en conducta de ayuda. La conclusión es que no podemos suponer que una variable aislada (clima, densidad de población, etc.) pueda ser determinante en nuestra conducta de ayuda ya que la explicación es multicausal.

Personas pertenecientes a países con buenas condiciones económicas, sanitarias y educativas se caracterizan por prestar poca ayuda a un desconocido. Por el contrario, personas con escasos ingresos económicos y que además viven en climas desagradables, se caracterizan por un comportamiento más cooperativo. Según esto, las sociedades colectivistas al ser más pobres ayudaran más que las individualistas. Una posible explicación es que los colectivistas establecen diferencias más marcadas entre el endogrupo y el exogrupo que los individualistas y como consecuencia pueden cooperar más con miembros de su endogrupo, pero suelen ser más competitivos y distantes con las personas desconocidas. En cambio, los individualistas en caso de prestar ayuda, no tienen en cuenta la pertenencia grupal del que la necesita.

Sin embargo también ocurre algo curioso: Las culturas colectivistas latinas enfatizan la simpatía y esto hace que a pesar de ser colectivistas tiendan a ayudar más a desconocidos que las culturas individualistas (esto es un poco lo contrario a lo explicado en el párrafo anterior)

Conclusión: A través de la conducta de ayuda vemos cómo los valores culturales, las variables socioeconómicas y el ambiente se entrelazan entre sí.

¿A quién es más probable que ayudemos?

- A quienes encontramos atractivos o nos gustan.

- A quienes encontramos semejantes a nosotros: Muy relacionada con la atracción interpersonal. Se tiende a ayudar más a un extraño pero que es del propio país. También el concepto de atribución defensiva hace que ayudemos a alguien que se parezca a nosotros porque pensamos que su situación también nos podría ocurrir a nosotros. Para contrarrestar la atribución defensiva podemos culparla de lo que le sucede, esto se conoce como atribución de responsabilidad a la víctima. Al hacerle responsable de lo que le sucede nos distanciamos de esa persona y justificamos nuestra falta de solidaridad.

Diversos estudios han demostrado que solemos ayudar más a una persona cuando creemos ser los únicos testigos de su problema. Si pensamos que hay más testigos no ayudamos porque creemos que otra persona ayudará. Esto se conoce como difusión de responsabilidad.

- A quienes forman parte de nuestro propio grupo: Una estrategia para conseguir que las personas estén dispuestas a ayudar a otras es resaltar identidades que sean inclusivas en lugar de exclusivas.

- A quienes consideramos que merecen ayuda: En estos casos se activa la norma de responsabilidad social.

Es más probable que en el metro ayudemos a una persona que parece enferma que a otra que parece drogada. Es más probable que ayudemos a alguien si consideramos que la situación se ha producido por circunstancias externas a él.

¿Cuándo ayudamos?

Modelo de decisión sobre la intervención en emergencias (Latané y Darley). Este modelo surgió tras el incidente de Kitty Genovese. Según los autores, en este caso los vecinos podrían haber pensado que alguien había llamado al servicio de emergencias y por eso no llamaron ellos mismos.

Cuadro 8.6. El efecto del espectador. Cuando pensamos que hay más de una persona observando un problema es menos probable que prestemos ayuda que cuando creemos ser los únicos testigos.

Como consecuencia de los resultados del efecto del espectador, Latané y Darley elaboraron un modelo que proponía que el hecho de que una persona ayude o no depende de una serie de decisiones que se resumían en 5 pasos que incluyen:

Paso 1: Reconocer que algo pasa. Lo primero de lo que ha de darse cuenta una persona es de que algo extraño está sucediendo. Si estamos pendientes de otras cosas, la falta de atención puede inhibir los actos prosociales.

Paso 2: Reconocer que la situación requiere que alguien ayude. Interpretar si lo que está ocurriendo es una emergencia dependerá de cómo responden otras personas a dicha situación y de que esté claro o no que es una emergencia. La reacción de los demás nos puede afectar por dos vías:

  • Influencia normativa: La persona hace lo que hace la mayoría.
  • Influencia informativa: Cuando los individuos tienen que interpretar una situación ambigua, para lo cual tienen en cuenta lo que hacen y dicen las personas semejantes a ellos.

Esto está relacionado con la ignorancia pluralista, se trata de un sesgo consistente en inhibir la expresión de una actitud o emoción porque se piensa que la mayoría no la comparte, aunque en realidad no sea así.

Paso 3: Tomar la responsabilidad de ayudar. Si pensamos que no nos consideramos responsables de ayudar no lo haremos. Esto tiene que ver con la difusión de responsabilidad comentado anteriormente.

Paso 4: Considerarse capaz de ayudar: Si no se cree capaz o no sabe cómo hacerlo, no lo hará.

Paso 5: Tomar la decisión de ayudar: Aunque se hayan dado todos los pasos anteriores, es posible que no se lleve a cabo la conducta de ayuda porque los costes de ayudar son demasiado grandes. Una de las razones por las que ocurre esto es la aprensión a la evaluación (nos preocupa que otros vean cómo nos comportamos o que juzguen nuestras acciones negativamente).

Hay otro modelo que trata de explicar cuándo ayudamos a los demás:

Modelo de activación y coste-recompensa

Según este modelo, las personas están motivadas para maximizar sus recompensas y minimizar sus costes. Una persona ayudará si los beneficios de ayudar son mayores que los de no ayudar.

A partir de estas premisas, Piliavin y Dovidio elaboraron su modelo sobre cómo la relación entre costes y beneficios lleva a la persona a ayudar o a no hacerlo. El objetivo de este modelo es predecir si una persona ayudará o no y cómo ayudaría en caso de hacerlo. Para que se produzca la ayuda, la persona tiene que sentirse activada al conocer el problema del otro e interpretar esa activación desagradable como debida a eso y no a otra razón.

Costes de No ayudar

Altos

Bajos

Costes de Ayudar

Altos

Se busca la ayuda indirecta (pedir a otros que lo hagan). También se puede reinterpretar la situación para reducir los costes de no ayudar (atribución de responsabilidad de la víctima, difusión de la responsabilidad, etc.)

Se tiende a negar el problema o a evitarlo.

Bajos

Cuando se produce esta combinación, lo más habitual es ayudar rápidamente.

Que la persona decida ayudar o no depende de variables de personalidad, de normas individuales, de la relación entre las personas, etc.

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