COLUSION

COLUSION

Por lo tanto Colusión significa el juego conjunto no confesado, oculto recíprocamente, de dos o más compañeros a causa de un conflicto fundamental similar no superado.

El conflicto fundamental no superado actúa en distintos papeles, lo que permite tener la impresión de que uno de los miembros es lo contrario del otro, pero se trata meramente de variantes polarizadas de lo mismo.

La conexión en el conflicto fundamental similar favorece, las relaciones de pareja, los intentos de curación individual, progresiva (supercompensadora) en un consorte y regresiva en el otro.

Este comportamiento de defensa progresivo y re progresivo produce, en parte importante, la atracción y aferramiento diádico de los cónyuges. Cada uno de ellos espera que el otro le libere de su propio conflicto. Ambos creen estar asegurados por el consorte en la defensa contra sus propias angustias, hasta tal punto que creen posible y accesible una satisfacción de la necesidad en medida no alcanzada hasta entonces.

En una larga simbiosis fracasa este intento colusivo de curación individual a causa de la vuelta de lo desplazado que tiene lugar en ambos consortes. Las porciones (delgadas o externalizadas) transferidas al otro cónyuge vuelven, incrementadas, al propio yo.

Aunque la inmensa mayoría de los científicos sociales rechazan la naturaleza innata de la agresión humana, en especial a nivel intergrupal, muchos opinan que la agresión es una de las consecuencias de las frustraciones experimentadas por el individuo a lo largo de su vida. Tal punto de vista sobre los orígenes de la agresión proviene de Freud y se le encuentra representado en la obra de Dollard y otros y en la de Miller, quienes formularon la hipótesis de: “la frustración-agresión”, y por la obra de Adorno y otros sobre:” la personalidad autoritaria”.

La “frustración agresión”, modificada ulteriormente por Miller, bloquear el logro de una meta produce frustración y esta, a su vez, lleva a varias formas de conducta, siendo una de ellas la agresión. Además la hipótesis afirma que la presencia de agresión siempre indica frustración, sin embargo, la importancia principal de esta hipótesis para el tema de las relaciones intergrupal, es su afirmación de que si el individuo frustrado no puede expresar su agresión de manera directa contra un agente frustrador poderoso, se van acumulando sus sentimientos de agresión dentro de él, hasta que más adelante los consigue desplazar hacia agentes menos poderosos; de aquí las expresiones: “desplazamiento de la agresión” y de “chivo expiatorio”. Nos interesa un aspecto de la hipótesis: que entre los posibles blancos adecuados contra los que puede desplazar su agresión el individuo están los grupos minoritarios y sus miembros, quienes para el individuo frustrado, son menos poderosos y menos capaces de contraatacar que la fuente de frustración original; por tanto, esta hipótesis, que incluye como ramificación la teoría de chivo expiatorio aplicada al prejuicio, explica las relaciones intergrupales negativas con base en las frustraciones individuales.

La explicación del prejuicio que tiene como apoyo la personalidad autoritaria, y que es la versión moderna de la hipótesis de la frustración-agresión, también afirma que manifiestan actitudes y conductas intergrupo negativas aquellas personas que se ha visto sujetas durante toda su infancia a frustraciones repetidas y a tratamientos severos por parte de los padres y dentro de un ambiente ideológico familiar autocrático. En otras palabras se tienen los orígenes del autoritarismo, y por ello los origines de la hostilidad y el rechazo hacia grupos externos, en las frustraciones individuales experimentadas durante la infancia.

Sería difícil describir un grupo donde no se trate para nada nada la cuestión de los valores, o ética, hay en nuestra

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