CONSEJOS AL MÉDICO SOBRE EL TRATAMIENTO PSICOANALÍTICO 1912

La técnica psicoanalítica creada por Freud requiere de ciertas normas que el mismo autor hace saber al lector gracias al resultado de su experiencia a través de variado tiempo. Los comentarios que hace Freud en este capítulo refieren a un arduo trabajo de observación y experimentación en aciertos y errores donde manifiesta su intensión de ahorrar tiempo además de evitar negligencias en las próximas personas interesadas en realizar la práctica psicoanalítica.

a) La primera recomendación es la de retener en la memoria todo lo que el sujeto vaya nombrando, guardar detalles importantes y no confundirlos con las historias o detalles de otros pacientes. Para lograrlo, recomienda rechazar cualquier medio auxiliar que interfiera en la selección del material a analizar por querer retener forzosamente algún signo que le pareciere importante al analista. Retener en la memoria los detalles es para Freud escuchar todo lo que el paciente dice sin dejarnos guiar por nuestra subjetividad, es decir, escuchar todo y nada para que las palabras tengan un sentido en ese o cualquier otro momento del análisis. A esto lo llamó atención flotante. “Debe escuchar al sujeto sin preocuparse de si retiene o no sus palabras” (Freud, 1912)

La “regla fundamental psicoanalítica” es el punto de partida para iniciar el tratamiento; decir sin selección alguna o crítica todo lo que se le vaya ocurriendo y comunicarlo al analista.

b) Se debe prescindir de formar protocolos o hacer anotaciones durante las sesiones ya que como menciona en el apartado anterior, se corre el riesgo de que la actividad mental propia del analista seleccione material perjudicial.

c) Retoma nuevamente la idea de evitar protocolos a menos que su propósito sea la de divulgación científica, aun así para el psicoanálisis, no es de gran utilidad.

d) La investigación en psicoanálisis no es la que se conoce en el campo científico. Para Freud, no hay un fin que perseguir. No especular ni reflexionar mientras analiza es la conducta más acertada para el psicoanálisis, no existen prejuicios que influyan en el tratamiento.

e) La siguiente invitación, consiste en dejar de lado los sentimientos que el paciente pueda llegar a provocar en el analista, ya que como el médico, debe enfocar toda su energía en la curación. La ambición por el reconocimiento del paciente expone al analista frente a su vida afectiva pero también a crear resistencias en el analizado.

f) En este punto, el analista está capacitado para reconstruir, con los productos del inconsciente que le son comunicados, este inconsciente mismo que ha determinado las ocurrencias del sujeto.

Freud sugiere a los interesados en el psicoanálisis, haberse hecho analizar previamente para adquirir conocimiento de complejos propios que puedan perturbarle del material proporcionado por el paciente. Aquellos que no se sometan a un análisis

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