Como Elevar La Autoestima De Los De Mas
lidia1326 de Mayo de 2015
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¿CÓMO ELEVAR LA AUTOESTIMA DE LOS DEMÁS?
Un mundo deprimido puede ser resultado de personas con baja autoestima, personas que no se dan un minuto para verse a sí mismas y cuestionarse si son felices, si están bien consigo mismas, si están bien con los demás, si aman lo que hacen o si hacen lo que aman. El ritmo de vida, sobre todo en grandes ciudades, lleva a las personas a acelerar el paso tratando de generar más. Desean generar más dinero, generar más experiencia, generar más poder, generar más respeto, más admiración, más de todo y en el menor tiempo posible. No es de extrañarse que en el mundo tan competitivo en el que vivimos no todos lo consiguen y por ende resulta una depresión y baja autoestima. Y aun quienes consiguen todo lo anterior no están exentos de padecer este estado de ánimo tan abrumador, pues a veces ganar en un área significa perder en otra. Tarde o temprano estás personas se verán frente a la realidad y, sin elementos emocionales suficientes para salir adelante, podrían verse afectadas no solo en el área personal sino en todas las demás debido a que una esfera afecta a las demás.
Comprender aunque sea un poco lo que es la autoestima puede ayudarnos a ser generadores de la misma hacia con nosotros mismo y los demás.
La autoestima es la percepción valorativa de nosotros mismos, de nuestro ser, de nuestra manera de ser y de comportarnos, de quienes somos, del conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que configuran nuestro carácter y personalidad. Hablamos entonces que una buena autoestima le permite a una persona quererse, valorarse y respetarse. Y esto se refleja en su desenvolvimiento con los demás, en sus capacidades y su rendimiento laboral, en su actitud ante la vida y su alegría por vivir.
Se dice que las emociones son contagiosas, nos contagia el mal humor pero también el buen humor, nos contagia la risa, la alegría y la buena actitud. Bien, si ese es el caso, es claro pensar que los que deseamos ayudar a los demás a conservar una autoestima alta debemos, primero, trabajar en la nuestra.
Nuestra autoestima depende de nosotros ahora que somos adultos, pero en un principio fue nuestro medio ambiente el generador principal de las ideas que cada uno tenía respecto de sí mismo. Algo que se conoce como autoimagen, que depende en gran medida de nuestra interacción con otras personas y de nuestras experiencias importantes. Según nos educaron esa imagen fue introyectada en nuestra psíque siendo la base de nuestra autoestima. Incluye experiencias como la relación con nuestros padres o las personas que nos criaron, las motivaciones que estos nos daban, la atención de necesidades básicas de alimento y seguridad, así como las necesidades de amor y pertenencia, la relación con maestros y educadores así como con coetáneos, logros escolares, aprendizajes y desarrollo de habilidades. También toda carencia, en cualquier área específica, contribuye a la formación de la autoimagen. Así que todas las experiencias positivas o negativas forman parte básica de nuestra imagen mental.
Bien, en nuestra infancia no pudimos hacer nada para corregir lo que marchaba mal, puesto que no era nuestra responsabilidad sino de nuestros criadores, pero una vez adultos ya somos responsables de nosotros mismos y podemos efectuar los cambios necesarios para aumentar nuestra autoestima. Es verdad que nuestro carácter y personalidad ya están formados y en definitiva muchos rasgos serán así para toda la vida, sin embargo, a menos que exista un trastorno, tenemos también la capacidad de pulir esos rasgos que necesiten alguna mejora con el objetivo de incrementar nuestra calidad de vida. Si ya somos conscientes de todo lo anterior no nos queda más que trabajar en nuestra autoestima aprovechando cualquier herramienta que tengamos al alcance, desde un simple libro de superaciónhasta un tratamiento psicológico si es necesario. Rodearse de amistades que posean buena autoestima también es necesario pues un círculo social que fomente la buena actitud nos mantendrá en esa misma sintonía. Es importante, claro está, fomentar relaciones afectivas significativas y no sólo superficiales, ayudar al prójimo de alguna manera, buscar un hobbie, aprender cosas nuevas,plantearse metas y objetivos, incluso cosas simples como llevar una buena alimentación y hacerejercicio.
Podemos concluir entonces que no somos responsables por la autoestima de los demás sino de la nuestra. Y si en algún momento estamos más interesados en elevar el autoestima de los demás quiere decir que algo anda mal con nosotros lo cual no es de gran ayuda para ninguna de las partes. Nuestro ejemplo es lo más importante para ayudar a los demás y elevar su propia autoestima, entonces trabajemos primero en nosotros mismos y sin darnos cuenta seremos fomentadores de felicidad en los demás.
Publicado por Julio Rochín 1 comentario:
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CRISIS Y CAMBIO
Es común en los seres humanos la búsqueda de estabilidad en todos los sentidos: económica, material, laboral, familiar, etc. pues con ello nos aseguramos una vida tranquila y feliz en apariencia. Pero en última instancia lo que también buscamos es estabilidad emocional, pues todo lo anterior daría, hipotéticamente hablando, como resultado, una seguridad psicológica garantía de una vida feliz.
Si bien algunos lo logran y otros no, esta búsqueda no cesa, pues también el anhelo es parte de nuestra naturaleza casi como cualquier arquetipo. Una parte de esa búsqueda nos lleva a generar cambios y a idealizarlos. Estamos en constante transformación y no lo podemos evitar, la vida misma es así. Se dice que le tememos al cambio pero si hacemos un pequeño análisis descubriremos que toda nuestra vida hemos estado en un cambio sutil y constante. Sin embargo, son los grandes cambios los que posiblemente nos cuesten mayores problemas, pues es dualista y contradictoria nuestra naturaleza: buscamos estabilidad y al mismo tiempo anhelamos (inconscientemente) cambiar. Cambiar, quizás, hasta encontrar esa estabilidad. Pero ni habiéndola encontrado dejaríamos de anhelar.
¿Qué implica cambiar? Bueno, si echamos un vistazo a nuestra historia y a la historia de la humanidad veremos que antes de un cambio verdadero siempre hay crisis y caos. Emocionalmente pasa igual. Forzosamente se necesita destruir algo (una idea errónea, una conducta adictiva, una mala relación, un pensamiento obsesivo, un estado depresivo, etc.) para en su lugar empezar a crear algo nuevo. Hay cambios que surgen a partir de algo ya existente, pero estos se complementan. Sin embargo, cuando eso que se desea cambiar es una situación disfuncional y perjudicial para nosotros el cambio no viene tan sencillo y es poco probable que podamos complementar las cosas. Como la mala hierba, ésta debe ser arrancada de raíz. Y así funciona la psicoterapia, es en parte destruir concepciones del pasado para empezar a construir de una manera nueva y real.
El proceso puede ser más fácil para algunos que para otros pero generalmente el cambio implica un momento de crisis por el que hay que atravesar. Si bien no es agradable, realmente es lo normal. Nuestra psíque funciona por medio de significados y una crisis que da significado a nuestra vida será algo que deje huella suficiente para dar el gran paso del cambio. Algo que no es significativo difícilmente perdura. Por lo tanto las crisis vienen de manera benéfica para los que deseamos cambiar algo o mejorar aspectos de nuestra vida.
No debemos confundir una crisis normal con un estado depresivo o neurótico pues estos últimos son totalmente disfuncionales y necesitan tratamiento. ¿Cómo podemos estar seguros que estamos pasando por una crisis o estamos estancados en un estado disfuncional? Bien, aunque los especialistas varían en su opinión, son aproximadamente entre seis y ocho meses lo que una crisis normal puede durar. Si notamos que nuestra situación lleva más de este tiempo entonces es muy probable que se trate ya de un trastorno o de síntomas psicológicos que requieren tratamiento. En este caso la ayuda terapéutica es necesaria sacándonos de ese estado y experimentando la crisis como debería ser experimentada.
Como vemos, detrás del cambio siempre hay crisis y caos, pero si nuestra actitud se mantiene positiva y nuestra percepción es realista estos cambios vendrán a mejorar nuestra vida y a encontrar plenitud en medio de tantos conflictos. De cualquier manera no podemos evitar el cambio ni podremos evitar nunca anhelar y desear, después de todo esta fue nuestra primera experiencia psíquica y el motor de nuestra existencia a nivel psicológico.
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TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA
Para muchas personas los trastornos de alimentación son un misterio de nuestro tiempo, un enigma tanto para los profesionales de la salud como para las personas que enfrentan estas situaciones, pues no pueden explicarse el por qué de su conducta. Es común, en una sociedad que esta tan centrada en la imagen y en alimentar el egoísmo y a identificar el éxito con el elogio personal, que se asocien estos trastornos de la alimentación a una cuestión de vanidad llevada al extremo. Existen muchos mitos alrededor de la anorexia y la bulimia, pero su origen, como veremos, es multifactorial, y aquí nos enfocaremos en lo psicológico.
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