Conceptos Genéricos De La Psicología Diferencial
AriannyRH11 de Septiembre de 2014
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Abordaremos a continuación conocimientos que, integrados ya a la teoría psicológica, podemos considerar aspectos importantes del corpus conceptual, metodológico y técnico de la psicología diferencial.
son muchos los psicólogos que han influido en el desarrollo de esta rama de la psicología con importantes proyectos de investigación científica usando experimentos y planteando hipótesis de gran relevancia que nos dan ideas de cómo y porque surgen conductas diferentes en cada ser humano.
Concepto científico. Denominamos a un concepto científico cuando su significado está implicado con el contexto de una teoría científica determinada. Este tipo de conceptos podemos considerarlos artificiales (como de hecho podríamos también hacerlo con cualquier concepto) porque son creados por el hombre para comprender mejor los fenómenos a los que se refieren. Ejemplo de ellos son: el calor, la gravedad y el magnetismo.
Frecuentemente, los conceptos científicos son semejantes a los términos del lenguaje usado cotidianamente. Tal es el caso del término “inteligencia”, por ejemplo. Sin embargo a diferencia de los términos que usamos coloquialmente, los conceptos científicos adquieren, en el contexto de la teoría en la que se encuentran, una connotación especial que incluye una mayor precisión y una definición operacional.
Definición operacional. Un concepto es una abstracción que los humanos hacemos para referirnos, de forma comprensiva, a una propiedad de las cosas o de los fenómenos que observamos. Un concepto se define en términos de los hechos que conocemos o en términos de las operaciones que precisamos para identificarlo y relacionarlo con los hechos que conocemos y que podemos observar.
En las ciencias empíricas es habitual definir los conceptos operacionalmente, es decir, con base a las operaciones que debemos realizar para identificarlos y medirlos. La temperatura, por ejemplo, podríamos definirla haciendo alusión a lo que ocurre en un termómetro. De manera que, independientemente de cuál sea la naturaleza de eso que llamamos “temperatura”, podríamos definir ésta como la propiedad que puede medirse en grados Celsius, Fahrenheit o Kelvin por el nivel de dilatación del mercurio registrado en un termómetro.
Ahora bien, en psicología se opera con conceptos que hacen referencia a fenómenos y propiedades relacionados con las personas. Tales atributos no son entidades físicas. Implican funciones inmateriales que tienen efectos, a través del comportamiento, en el mundo físico. La conducta es la expresión de las funciones que suelen catalogarse como mentales. La conducta, por tanto, viene considerándosele como un indicador de dichas funciones.
Como en psicología diferencial los fenómenos a los que se hace referencia con sus conceptos no son observables, se ha recurrido a la definición operacional de los mismos para poderlos utilizar en una disciplina que, desde antaño, ha tenido pretensiones positivistas. Por esta misma razón, la medición de los atributos o propiedades de los individuos ha resultado ser importante para dicha disciplina.
Individualidad. En Psicología Diferencial se especifican las diferencias entre las personas, pero siempre con relación a una dimensión o atributo, el cual, refleja un aspecto determinado de la conducta cuya naturaleza comparten las personas, pero en diferentes grados. Por ello, la afirmación que tantas veces se expresa desde lo cotidiano acerca de que los individuos somos únicos no se contrapone con lo que en esta disciplina se entiende por individualidad, pues ésta queda definida como la combinación única de los atributos propios y compartidos entre todos los individuos de la especie; en otras palabras, las personas comparten, de un modo singular en cada caso, los mismos atributos que las demás, pero en niveles distintos. De hecho, podríamos considerar a cada individuo, desde un punto de vista meramente descriptivo, como un punto de intersección de todas las puntuaciones que podría ocupar en las dimensiones que lo identificaran.
Variable. Se trata de una característica o propiedad determinada que adopta diferentes valores. Cuando se estudia empíricamente la conducta de los individuos se asignan números a un aspecto conductual determinado de tales sujetos, identificándose de esta forma, el valor numérico que le correspondería a ese aspecto de la conducta que es la variable de interés.
Cuando en Psicología Diferencial se dice que un individuo difiere de otro, lo que se está queriendo decir es que existe una dimensión o atributo a lo largo del cual pueden aparecer diferencias. A esta dimensión o atributo puede asignársele una variable y también un concepto. Con el primero se hace referencia a su significado operacional y con el segundo a su naturaleza teórica.
Algunas de las variables o características que se predican de los sujetos varían de modo continuo, mientras que otras, lo hacen de modo discreto. Las variables continuas o cuantitativas pueden tener cualquier valor dentro de un rango determinado. Por ejemplo: la altura, el peso, la velocidad lectora y el tiempo de reacción. Las variables discretas o cualitativas se caracterizan porque su medida no puede dar lugar sino a valores separados (y no continuos). Por ejemplo: el sexo, la raza y el nivel educativo.
Explicación científica. En Psicología Diferencial se pretende que entender signifique explicar qué y cómo son las diferencias individuales, por qué se han originado, cómo se desarrollan, si se pueden modificar o no, qué factores las controlan, etc.
Científicamente, para explicar un fenómeno se requiere conocer las causas que lo producen. Tales causas pueden ser de dos tipos: proximales y distales.
Las causas proximales de la conducta de un individuo hay que situarlas en las circunstancias inmediatas, en un sentido espacio-temporal que sea próximo a la acción del sujeto que queremos explicar. Por ejemplo: La causa proximal de que un sujeto escuche el pronóstico del clima por la radio antes de salir a trabajar puede ser la de estimar si debe llevar paraguas o no.
Las causas distales tienen que ver con hechos que sucedieron anteriormente en la vida de los individuos, correspondiendo así a sus experiencias pasadas. Por ejemplo: La estimación de salir con paraguas o no por lo que anuncia el pronóstico en la radio puede deberse a que el sujeto aprendiera desde chico la utilidad de relacionar el pronóstico climatológico con la forma cómo debía salir fuera de casa.
Es importante mencionar, a propósito de la psicología en general, el problema que implican los niveles de la explicación científica.
Las explicaciones de la conducta pueden situarse en dos polos extremos. En uno de ellos, denominado Molar, la conducta de los individuos tiene su origen en términos socio-culturales, mientras que en el otro extremo, denominado Molecular, la conducta de los individuos se explica en términos de causalidad, atendiendo siempre a mecanismos de tipo bio-químico. En cualquiera de los dos extremos puede hablarse de cierto tipo de reduccionismo, en un caso de tipo biológico y en otro de tipo sociológico. El desarrollo de la Psicología Diferencial pretende ir a la par de una búsqueda por el equilibrio explicativo entre ambos polos.
Las causas de la variabilidad de la conducta hay que situarlas en dos planos de naturaleza diferente. Por un lado, hay un conjunto de causas externas al sujeto: son los fenómenos ambientales, los que en psicología reducimos habitualmente al concepto de estímulo; por otro lado, hay un conjunto de estímulos internos (o endógenos), propios del sujeto, que tienen un papel similar a los externos: son las sensaciones interoceptivas como el dolor, el hambre o la sed y también ciertos recuerdos y pensamientos. Este último tipo de causas son las que modulan el efecto que los estímulos provenientes del exterior tienen en los sujetos.
En esta disciplina hay un especial interés por la variabilidad de las respuestas que procede de la forma de ser de las personas, es decir, de sus disposiciones individuales, las cuales al no ser susceptibles a la manipulación directa en la mayoría de los casos, determina que la investigación no-manipulativa sea la que fundamente el estudio científico de la variabilidad del comportamiento.
En otras palabras, el por qué unos individuos se comportan de distinta forma o del mismo modo pero en grados diferentes ante un mismo estímulo es lo que interesa a la Psicología Diferencial.
Constructo. Los hechos empíricos se describen mediante puntuaciones en escalas, pero no se explican por esas puntuaciones. Solamente el marco teórico donde se sustenta la conceptualización de una variable determinada y las reglas que deben usarse para medirla es el que ofrece la explicación y comprensión del fenómeno empírico observado. De ahí que los conceptos, principalmente los científicos, tengan un significado similar con el de los constructos, pues mientras los primeros expresan una abstracción formada por generalización a partir de lo particular, los segundos son conceptos que están integrados a un marco o teoría científica.
Definamos: un constructo es una abstracción hipotética realizada para describir y comprender la conducta, la cual servirá en cada caso, como una clase de indicador de los efectos del constructo en la realidad por las observaciones y mediciones que pueden hacérsele empíricamente.
Los constructos son valiosos en la medida que pueden utilizarse de forma precisa y exacta. Los constructos tienen una definición semántica
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