Crecimiento personal en cuarentena
Maria del Cielo HowardApuntes28 de Septiembre de 2021
4.436 Palabras (18 Páginas)122 Visitas
Crecimiento personal en cuarentena
Nadie duda de la huella psicológica y social que la pandemia dejará en la mayoría de la población. El confinamiento, en algunos casos, nos hace sentir agobiados, tener menos ganas de hacer las cosas, o tener bajo ánimo. A eso hay que añadirle los miles de personas cuyos familiares han fallecido y de quienes no pudieron despedirse. Estas situaciones pueden derivar en un incremento de la ansiedad y la depresión e incluso convertirse en un síndrome de estrés agudo.
Por ello hablaremos hoy de la resiliencia como apoyo psicológico frente a esta situación. Este es un concepto genérico que se emplea actualmente en el campo de la neurociencia, la neuropsicología y también en la psicología positiva. Por lo tanto, no es un concepto abstracto sino real con aplicaciones prácticas en el crecimiento personal, en la superación de un trauma, en el control del estrés y que además se aplica también en el sector empresarial; por ejemplo, ante los cambios de las condiciones de mercado, una empresa resiliente no se hunde, se adapta y sale fortalecida.
Qué es la Resiliencia?
Es una actitud vital positiva que a pesar de las circunstancias difíciles, representa el lado positivo de la salud mental, consiste también en saber aprender de la derrota y transformarla en una oportunidad de desarrollo personal.
El resiliente no es el que nunca se cae, sino el que se levanta siempre. Es esa capacidad humana para adaptarse a situaciones realmente difíciles como la que estamos atravesando con el COVID-19, utilizando recursos psicológicos específicos no solo para superarlas sino además para conseguir una transformación que nos haga más fuertes a nivel físico y mental.
Orígenes de este concepto
Precisamente fue en uno de estos contextos extremadamente adversos en el que vivió Boris Cyrulnik, un psiquiatra francés, autor de múltiples publicaciones sobre la temática y que fue testigo del holocausto nazi durante su infancia. A los 6 años logró escapar de la deportación a los campos de concentración, no así sus padres que murieron. Y todas estas experiencias fueron fundamentales en su interés por el pensamiento y el comportamiento humano.
Cyrulnik divulgó el concepto de resiliencia que extrajo de los escritos de John Bowlby. Es un término que se toma de la resistencia de los materiales que se doblan sin romperse para recuperar la forma original. Actualmente la resiliencia se aborda desde la psicología positiva, la cual se centra en las capacidades, valores y atributos positivos de los seres humanos. Por lo tanto, es un proceso dinámico que tiene como resultado la adaptación positiva en un contexto de gran adversidad.
¿Cómo podemos potenciar nuestra Resiliencia?
Esta epidemia del COVID-19 como nueva enfermedad ha generado una gran preocupación en el mundo. Una de las medidas más importantes ha sido el estado de cuarentena que ha sido una de las formas que ha alterado los hábitos de convivencia y donde la población no estaba preparada ni social ni emocionalmente a pernoctar 24 horas durante 7 días de la semana.
Debemos empezar por aceptar la situación que estamos viviendo. Ante lo sorpresivo de este mal, se pueden originar elementos que llevan al trauma. La aceptación ayuda a disminuir la rabia y el resentimiento que esta situación provoca.
Como resultado de esta situación adversa, los problemas derivados del confinamiento empiezan a surgir, hay temor al contagio, preocupación por la situación económica que son factores irremediables que van a incidir en nuestro estado de ánimo y pueden afectar nuestra salud psicológica y biológica. Todos lo estamos viviendo, por lo tanto, podemos usar la resiliencia como una medida de ayuda inestimable.
Es importante destacar el trabajo de introspección que podemos hacer cada uno de nosotros. Es momento de dar una mirada interna con el objetivo de encontrar nuestras propias fortalezas, reflexionando sobre nuestro estado de ánimo como un primer paso para hacerle frente a esas emociones negativas. No se trata de negar el dolor emocional que podamos sentir, pero que sí podemos transformar y pensar en nuevas oportunidades. También está la autoeficacia que comprende las habilidades cognitivas, las capacidades y las actitudes individuales que van a formar nuestro YO.
Hay que pensar que definitivamente esta situación algún día va a pasar; estar conscientes de que tenemos un potencial frente a ciertas limitaciones y que la autoconfianza nos va a generar posibilidades de aprendizaje y de crecimiento. Nos va a permitir no cerrarnos al cambio, ser conscientes a la hora de buscar metas y de conseguirlas
¿Qué medidas podemos tomar?
El aislamiento social forzoso al que nos hemos visto abocados por la pandemia del COVID-19, pone a prueba nuestras habilidades emocionales, cognitivas y socio afectivas. Nos ha obligado, a nivel individual, familiar, grupal y colectivo, a desarrollar y/o poner en práctica destrezas y capacidades para mantener nuestro balance físico, emocional y mental, en medio de la nueva cotidianidad que exige el aislamiento y el distanciamiento físico y social.
Es cierto que no podemos controlar la expansión del Virus pero hay gestos que nos pueden ayudar, como seguir las instrucciones de las autoridades sanitarias con respecto al confinamiento. Asumir una actitud responsable va a ayudar a reforzar la resiliencia para hacernos sentir auto-eficaces. Debemos asumir el miedo para evitar el pánico. Un miedo sano nos permite protegernos, nos hace proactivos y dispuestos a cuidar también de los demás.
¿Qué hay miedo ante el futuro? Sí, y es algo absolutamente normal y lógico, pero podemos poner en marcha nuestra capacidad de resiliencia sabiendo que probablemente esta crisis va a tener cambios y que estos pueden traer nuevas oportunidades. Lo importante es mantener la motivación, proponernos pequeños retos, alcanzables y esto va a contribuir al optimismo, a la autoestima y por supuesto a fortalecer nuestra resiliencia.
Durante este tiempo no nos dejemos llevar por la ansiedad y el temor, mantenernos activos y replanteándonos qué es lo verdaderamente valioso, nos ayudará a salir psicológicamente reforzados. Intentemos desarrollar actividades que fortalezcan la creatividad. Podemos apoyarnos en los demás fomentando relaciones sociales aunque sea de manera virtual y no olvidar factores tan necesarios como el optimismo y el sentido del humor.
Reflexiones
Intentemos mantener nuestras rutinas diarias personales
Pongamos atención a nuestras propias necesidades y sentimientos
Cuidémonos de no caer en la sobreinformación
Mantengamos el optimismo de que las cosas van a mejorar
Protejamos, resguardemos las medidas de aislamiento
No olvidemos ayudar a los demás.
Sin importar lo que pasó ayer… cada amanecer hay que decirle a la vida: ¡Aquí voy otra vez!
Ser resiliente no significa no sentir dolor, malestar o no encontrar dificultades ante las adversidades; la resiliencia parte de un punto de vista realista, de la confianza de que el golpe recibido no nos desestabilizará si hacemos frente a él, lo asumimos y lo utilizamos para mejorar nuestra vida. No podemos vivir convencidos de que no existen problemas porque eso nos aleja de la realidad y provoca que ésta nos golpee con más fuerza cuando decidamos volver a acercarnos a ella.
Pautas para mantener un estado resiliente frente a la situación actual
Existe un vínculo entre la resiliencia y saber vivir el momento presente con la creatividad, con la inteligencia emocional y con la felicidad, por tanto, si potenciamos todas estas habilidades estaremos entrenándonos en resiliencia.
Aunque es cierto que unas personas son más resilientes que otras, la resiliencia no es algo que unos tengan y otros no. Así que vamos a dar unas pautas que nos van a ayudar a mantener nuestro estado de resiliencia:
1. Permítete tener emociones intensas sin temerlas ni huir de ellas
Para ello es importante aprender a reconocer las emociones y no huir de los problemas, sino afrontarlos y buscar soluciones, tomándote el tiempo que necesites para descansar, siendo consciente de lo que te puedes exigir y cuándo debes parar.
2. Soluciona los problemas y libera tu mente
Coge papel y lápiz y escribe: ‘el tema a tratar es…’. Una vez que lo hayas definido, lleva a cabo una lluvia de ideas con posibles soluciones: las más y las menos posibles. Tras ello, vamos a hacer una lista con los beneficios y los inconvenientes de cada idea que hemos tenido y, finalmente, vamos a elegir aquellas que supongan menos inconvenientes. Así, nuestro problema ya no estará dando vueltas en nuestra cabeza porque estará plasmado en un papel y con posibles soluciones.
resiliencia coronavirus
3. Acepta el cambio como parte de la vida
Cuando estamos en una situación difícil nos sentimos alejados de nuestras metas. Para volver a acercarnos a ellas, se hace necesario aceptar las circunstancias que no se pueden cambiar y comenzar a trabajar sobre los aspectos que sí son modificables.
«Ser resilientes nos va a ayudar a evitar determinados problemas psicológicos y que pueden derivar de una situación adversa»
4. Establece metas realistas
Una meta puede ser cualquier cosa que se desea hacer o conseguir y guarda una estrecha relación con la motivación porque de ella va a depender que alcancemos o no nuestro propósito. Tener metas es importantísimo porque incluye la capacidad de comprometerse. Pero posiblemente, y debido a la situación actual, todos nosotros tengamos que replantearnos algunas de nuestras metas y adaptarlas a este momento.
...