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¿DE QUÉ MANERA AFECTA EL DIVORCIO A LOS HIJOS DE ENTRE 5 Y 18 AÑOS, Y QUE PODEMOS HACER PARA MINIMIZAR EL IMPACTO?


Enviado por   •  8 de Diciembre de 2013  •  3.633 Palabras (15 Páginas)  •  587 Visitas

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INTRODUCCION:

A continuación se describen los efectos que provocan los divorcios a los hijos.

Este tema resulta de gran importancia ya que en la actualidad muchos matrimonios terminan en divorcio y muchas de las personas que deciden separarse tienen hijos, y el divorcio afecta en gran medida a los hijos, ya que por lo regular les causan un gran daño y generalmente se sienten atrapados en un caos emocional, la victimización de los hijos atrapados en la "batalla conyugal", al igual produce deterioros psicológicos irreparables en la psiquis de los menores.

El rompimiento de los lazos afectivos es siempre doloroso y se vive con cierta angustia por parte de la pareja que ha compartido parte de su vida y que ahora ve roto el proyecto común. Pese a ello, las principales víctimas de todo proceso de ruptura son los hijos, en especial, los más pequeños.

Los hijos se afectan por el suceso crítico y no sólo se sienten emocionalmente mal sino que también tienen temor a ser abandonados y en algunas oportunidades se culpan de lo que está pasando entre los padres; consideran que no fueron suficientemente buenos y que ello ha producido el desencuentro entre ellos.

Es de anotar que el proceso de separación o divorcio es un evento especialmente crítico, pues hay preocupaciones y conflictos en la pareja, desarmonía entre los padres e incertidumbre en los hijos.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA:

¿De qué manera afecta el divorcio a los hijos de entre 5 y 18 años, y que podemos hacer para minimizar el impacto?

En la actualidad este tema resulta de gran importancia ya que es uno de los temas más controversiales.

Sociólogos como Stern y Manocherian afirman que la reacción de los hijos ante el divorcio va a variar según la edad de cada uno, su temperamento y experiencia pasada, su desarrollo cognitivo, su competencia social y el grado de soporte emocional que tenga de amigos y familiares.

J. Botella (1999) dice que, independientemente de la edad, es una alteración emocional y conductual.

El psicoanalista Arnold Bar, dice: “Todo divorcio es un desastre”.- pero ¿Quién está en condiciones de evaluar si esa pérdida es mayor o menor que la que implica un matrimonio infeliz?

Según expertos en una separación sufren todos: los padres, los hijos, los abuelos y hasta los amigos. El grado de sufrimiento de cada uno, las características y duración de los efectos, la forma en que lo toman y como lo superan, no es algo que se puede generalizar y depende de muchos aspectos, que se relacionan con lo familiar y social, que ningún estudio estadístico aunque sea muy bueno puede calcular, en mi concepción quienes se perjudican a mayor escala por un sin número de razones son los hijos, en esto la base de mi investigación.

Hoy en día de cada dos matrimonios, uno termina en divorcio y muchas de las parejas divorciadas tienen niños.

Mientras los padres bien pueden sentirse o desconsolados o contentos por su divorcio, invariablemente los niños y adolescentes se sienten asustados y confundidos por la amenaza de su seguridad personal.

En la adolescencia temprana también es muy común ver como el joven experimenta cambios afectivos y sociales tanto en la casa como en el colegio y demás zonas de convivencia haciendo nuevos lazos afectivos y distanciando cada vez más su apego de los padres; cabe resaltar que dependiendo de los valores, estabilidad afectiva y reglas que sean inculcadas por los padres, se garantizaran buenas bases para un óptimo desarrollo de las habilidades sociales.

Según Arminda Aberasturi ve el comienzo de esta etapa como un proceso de duelo donde se debe dejar atrás ese cuerpo e ideas de niño para tomar otra identidad e ideologías en un cuerpo nuevo así como las relaciones que se tenían con los padres en la infancia.

Los hijos con frecuencia creen que son la causa del conflicto entre sus padres.

Muchos asumen la responsabilidad de reconciliar a sus padres y algunas veces se sacrifican a sí mismos en el proceso.

En la pérdida traumática de uno o de ambos padres debido al divorcio, los hijos pueden volverse vulnerables tanto a enfermedades físicas como mentales.

Los padres deben percatarse de las señales de estrés, uno de los factores que afecta a los niños más pequeños es que pueden reaccionar poniéndose más agresivos rehusándose a cooperar o retrayéndose en sí mismos y los niños mayores pueden sentir mucha tristeza o llegan a experimentar un sentimiento de pérdida, algunos jóvenes se refugian en las drogas o en el alcohol ya que piensan que es una salida a olvidarse de sus problemas.

En todo caso, si el niño está viviendo situaciones no idóneas, por ejemplo, de constantes peleas, discusiones, que terminan en maltrato, problemas de alcoholismo o drogas, y que el ejemplo de su padre y/o madre no sea el más adecuado, será más beneficioso para él que sus padres se separen.

Está comprobado que el niño sufre mucho más en situaciones en que los padres son infelices juntos que cuando deciden vivir separados. Los niños quieren sentir que sus padres son felices.

Es importante considerar que al tomarse la decisión de separarse que se analice primero la relación con los hijos, los cambios que éstos pueden sufrir, las razones que tendrán que presentar a los hijos, y sobretodo que su decisión no afecte ni comprometa a las necesidades básicas de los niños. El niño continuará necesitando de cariño, de cuidados, de atención, de apoyo, comprensión, etc...

Los problemas de comportamiento son muy comunes entre estos niños y su trabajo en la escuela puede afectarse negativamente, ya sea como adolecente que a veces suele ser más común, los hijos de pareja divorciada a menudo tienen problemas en sus relaciones y con su autoestima.

El daño lo provoca la ausencia de uno de los padres o el propio trauma del divorcio.

Si observamos que el daño en los hijos de padres fallecidos no es igual al de los hijos de padres divorciados, podríamos concluir que más que la falta de uno de los padres es posiblemente los elementos que componen la crisis del divorcio lo que traumaría irreversiblemente a los hijos. La mayoría de los divorcios están precedidos por meses o años de disputas, ofensas, desamor, peleas,

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