Definición y desglose de psicomotricidad
Mercedes MagdalenoTrabajo19 de Agosto de 2019
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CONCEPTO DE PSICOMOTRICIDAD:
Psicomotricidad hace referencia a la conjunción de dos conceptos clásicos, psyché, que deriva etimológicamente del griego y significa alma, y motor, que viene del latín y significa mover. La evolución de una conceptuación moderna de psyché unida a motor -Psicomotricidad- se va a referir, pues, tanto a aspectos psicológicos como motores, de manera más precisa a la coor donación y control del movimiento actuados por un agente que los ejecuta y coordina. El acto motor, representado en su esquema más simple por el juego de los receptores, cerebro y efectores, tiene sentido como adaptación y consecución de autonomía respecto al medio en que se vive.
El desarrollo de la Psicomotricidad estará por ello vinculado a la maduración física, que se expresará en aspectos que van desde los movimientos rudimentarios y reflejos del recién nacido a aspectos que señalan un alto grado de coordinación, "motricidad fina”, que se dan en conductas como vestirse solo o control de esfínteres, que están implicando ya un control diferenciado de músculos específicos.
Desde una perspectiva psico-motriz este grado de desarrollo motor no puede entenderse sin su vinculación a la personalidad y al desarrollo de la personalidad del niño que es, en última instancia, el sistema integrador y responsable de aspectos como la coordinación, control e intencionalidad del acto motor. Sobre todo si la personalidad se entiende en términos de Repertorios básicos de conducta, tales como los emocionales-motivacionales, los lingüístico-cognitivos, y los sensoriales-motores, y de la interacción fundamental que existe entre dichos repertorios, como se señala en planteamientos como los aportados por Staats y Carrillo et al. (13-15) entre otros, de acuerdo con un concepto de personalidad que es capaz de relacionar experimentalmente campos fundamentales de la psicología tales como el biológico, el aprendizaje humano, el desarrollo del niño, la evaluación, la psicopatología y las técnicas de intervención.
El ámbito de estudio de la psicomotricidad se refleja fundamentalmente en el contenido de los repertorios básicos de personalidad sensorial-motores, como los que pueden evaluarse a través de “tests psicomotores”, tales, por poner algunos ejemplos, como la Escala de desarrollo motor de Gesell (16)-que mide el progreso de la psicomotricidad fina y gruesa, del lenguaje, del desarrollo personal y social y de la conducta adaptativa desde las cuatro semanas hasta los 36 meses de edad-, el test de Bruininks-Ozeretski de Suficiencia Motora (17), que se dedica a evaluar habilidad motora. Esta prueba mide aspectos como velocidad de carrera, agilidad, equilibrio, coordinación bilateral, fuerza, coordinación de los miembros superiores, velocidad de respuesta, coordinación viso-motriz, velocidad de los miembros superiores y destreza (18).
No obstante, el ámbito de la psicomotricidad no puede reducirse, como se ha señalado, a los repertorios sensorial-motores. Estos repertorios se desarrollan y se imbrican junto con los repertorios emocionales-motivacionales y con los lingüísticos-cognitivos en la configuración de la personalidad del niño y, más tarde, del adulto.
La extensión del concepto de motricidad al de psicomotricidad está indicando la necesidad de un enfoque o comprensión multidisciplinar del campo, en el que la motricidad, dimensión básica y constituyente de los seres vivos, se imbrica, interacciona y fundamenta el funcionamiento, desarrollo y aprendizaje de capacidades tan esenciales para la vida del ser humano como es el lenguaje, el pensamiento, el conocimiento, la motivación, el afecto y, en fin, la personalidad. El concepto psyché en relación con motor, de acuerdo con esta conceptuación moderna del mismo, hay que entenderlo más bien como "cuerpo animado", o como "ser humano en acción como procesos de autorregulación y control del comportamiento en relación con el medio. Esta concepción de psicomotricidad comprende, por tanto, estrategias y esquemas mentales de acción, vías de transmisión de las informaciones aferentes y efe
partes del sistema nervioso central, en el que se soportan y coordinan todos los sistemas, y capacidades de ejecución motriz correspondientes al rendimiento mecánico del movimiento. El acto motor está, asimismo, limitado o facilitado y, también, retro-alimentado, por el medio en que éste se realiza.
Desde una perspectiva funcional, la interacción acto motor medio sirve a lo que Piaget denomina equilibrio y que permite la autorregulación del organismo para adaptarse a un medio material y humano, medio cambiante y que proporciona continuamente un feedback variable. Esta adaptación. Esta adaptación o ajuste depende, por una parte de lo que Le Boulch (19) denominaba asimilación, proceso de captación de información a través de los receptores sensoriales y, por otra, de lo que denomina acomodación, adecuación de las estructuras del organismo a ese medio cambiante. Esta perspectiva funcional de la psicomotricidad es lo que, en definitiva, da sentido evolutivo al acto motor.
CLASIFICACIÓN DE LA MOTRICIDAD
Susana Collado Vázquez y Jesús María Carrillo Esteban
La motricidad, capacidad de los seres vivos de generar movimiento por sí mismos, puede clasificarse atendiendo a distintos criterios (1,2), pero en general se suele clasificar la motricidad en motricidad gruesa, motricidad fina y conocimiento del esquema corporal (Tabla 1) (2).
MOTRICIDAD GRUESA
Una persona, en condiciones normales, tiene capacidad de dominar las distintas partes del cuerpo y hacer que éstas se muevan de forma voluntaria.
No se trata únicamente del desplazamiento de una parte corporal, sino que ha de existir una sincronización de movimientos y una armonía de los mismos. El individuo en condiciones normales y en ausencia de patología es capaz de superar obstáculos, terrenos irregulares, deficiente iluminación, consiguiendo mantener el equilibrio, y realizando movimientos coordinados, rítmicos y armónicos que le permitan conseguir sus objetivos.
Coordinación general y coordinación óculo-motriz
La coordinación es la capacidad de sincronización de la acción muscular. Es preciso que los músculos agonistas y antagonistas actúen en el momento preciso, con una velocidad y una intensidad adecuadas. La coordinación es un proceso complejo, aprendido y automatizado, regulado por los receptores propioceptivos, sistemas visual y vestibular y cerebelo, que permite al sujeto la realización de movimientos de las distintas partes del cuerpo con armonía y soltura, bien sean cambios posturales, caminar, subir y bajar escaleras, correr, saltar, bailar, etc.
No se trata sólo de realizar unos movimientos, sino la capacidad de coordinarlos dirigiéndose hacia un objetivo fijado por la visión; a esto es a lo que se denomina coordinación óculo-motriz. (2) La coordinación se altera en patologías cerebelosas (ataxias), por consumo de alcohol y drogas, etc.
Equilibrio
El equilibrio puede definirse como la capacidad para vencer la acción de la gravedad y mantener el cuerpo en la posición deseada; bipedestación, se destilación, etc. o realizar movimientos sin caer.
Para conseguir el equilibrio es necesario que el eje de gravedad caiga dentro del polígono de sustentación, que viene definido por la posición de los pies. El eje de gravedad puede definirse como la línea imaginaria que une el centro de gravedad del individuo (por delante de la tercera vértebra lumbar) y el plano de apoyo.
El hombre en posición erguida descansa sobre el suelo por una base de forma variable llamada polígono de sustentación o base de apoyo, que se presenta en forma de figura geométrica determinada por la posición de 10 pies (Figura 1). Cada cambio de esta posición produce variación de la forma y de la superficie en el polígono de sustentación. Este polígono o base apoyo está limitado por los bordes externos de cada pie, la parte mas anterior de los antepies y la parte más posterior de los talones. (3) Si los pies se separan este polígono se hace mayor y el sujeto consigue mantener mejor el equilibrio, es lo que hacen los niños cuando empiezan a mantenerse en bipedestación y a dar sus primeros pasos, o los ancianos y las personas con patologías que afectan al equilibrio. También se consigue aumentar el poligono de sustentación mediante la utilización de ayudas técnicas como mu letras, bastones o andadores. Por el contrario, cuanto más se junten los pies más pequeña será la base de apoyo y más difícil el mantenimiento del equilibro.
Cuando la persona se encuentra en apoyo monopodal no se habla de policono de sustentación, sino de triángulo de apoyo.
En el mantenimiento del equilibrio intervienen el sistema vestibular, cerebelo, vías sensitivas y sistema visual. (4,5)
El equilibrio implica una interiorización del eje corporal y la existencia de una serie de reflejos de equilibración que permiten al sujeto no caerse cuando se encuentra en distintas posturas o realizando diferentes movimientos: montando en bicicleta, corriendo, saltando a la pata coja, caminando poniendo un pie delante de otro (marcha en tándem), etc. (2)
El equilibrio puede alterarse, por ejemplo, en patologías cerebelosas o alteraciones del sistema vestibular, también por consumo de sustancias que afecten al sistema nervioso central y en situaciones que impliquen bruscas variaciones del medio que obligan al sujeto a un ajuste especial, como es el caso del astronauta, el piloto, el marinero al bajar a tierra, etc.
Ritmo
El ritmo implica la noción de velocidad, duración, intensidad e intervalo. Es necesario para llevar a cabo las distintas acciones de forma armónica; caminar, realizar ejercicios gimnásticos o bailar son ejemplos de la necesidad de movimientos rítmicos. (2)
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