¿Demasiado Tarde Para Encontrar Tu Elemento?

Todos conocemos a personas que se sienten atrapadas en su vida. Desearían hacer algo más significativo y satisfactorio, pero a determinada edad creen que la oportunidad ya pasó, que es demasiado tarde para dar un giro a su vida en una nueva dirección. Esto puede ser porque tiempo atrás no tuvieron la suficiente seguridad en sí mismos para conseguir su anhelo y ahora creen que el momento ha pasado.

Simplemente abrir los ojos y ver el mundo desde otra perspectiva nos permite darnos cuenta de que existen multitud de oportunidades de descubrir nuestro Elemento y en ocasiones éste se encuentra en un momento tardío de nuestra vida.

Todos hemos oído que los cincuenta son los nuevos treinta y que los setenta son los nuevos cuarenta. Esto sucede por importantes cambios que han tenido lugar como el incremento de la esperanza de vida, la mejora de la calidad de la salud y de la economía de las personas mayores. En la actualidad se habla mucho de la "segunda mediana edad". Hace tiempo la mediana edad indicaba un rápido declive hacia la juvilación y una muerte inminente, actualmente esta mediana edad indica una serie de puntos de referencia como la realización profesional, hijos titulados universitarios, estabilidad económica... y esto hace que el siguiente tramo de edad, gozando de buena salud, nos permita alcanzar otra serie de objetivos, auque también hay que tener en cuenta que no todos podemos hacer cualquier cosa en cualquier momento de nuestra vida.

Algunos sueños son realmente "sueños imposibles", pero otros muchos no lo son. Por esto es muy importante ser capaz de diferenciarlos y diferenciar cuáles son los pasos para alcanzar los sueños que no son imposibles. Esto es algo clave para poder encontrar nuestro Elemento. Nuestra vida es dinámica y cíclica. Capacidades diferentes se expresan con más o menos fuerza en distintos momentos de nuestra vida, y por esto, tenemos múltiples oportunidades para creer, desarrollarnos de nuevo y reestimular capacidades latentes.

No podemos negar que la edad física es una forma de medir el número de años que han transcurrido desde nuestro nacimiento, pero es relativa si hablamos de salud o calidad de vida. Una persona de cincuenta años que come bien, hace ejercicio y mantiene una actitud positiva ante la vida es más joven que otra con menos años, pero que no se cuida. Pero también es cierto que cuidarse no es suficiente, es necesario conectar con nosotros mismos y vernos como un ente completo, sin separar nuestra mente, cuerpo y alma. Existen numerosas investigaciones que demuestran que no solo nuestra salud física a nuestra vitalidad intelectual y emocional, sino que nuestra actitud puede afectar a nuestro bienestar físico.

Una vez que tenemos esto claro, y entendemos que necesitamos cuidarnos y que viviremos más años con mejor calidad de vida, la pregunta pasa a ser "¿Es demasiado tarde para que yo encuentre mi Elemento?" y la respuesta es clara y simple: NO. Pero sí debemos ser realistas con los objetivos o sueños que nos marcamos (de ahí nuestra explicación de los "sueños imposibles"). Para ello todo se reduce a nuestra capacidad de continuar desarrollando nuestra creatividad y nuestra inteligencia a medida que entramos en nuevas etapas de la vida y para ello contamos la capacidad que tiene nuestro cerebro de continuar evolucionando, ya que si lo utilizamos de forma activa, al envejecer continuamos construyendo caminos neuronales.

Considerar que nuestra vida es lineal y unidireccional nos conduce a una cultura en la que se segrega a la gente en función de la edad (guarderías, colegios, institutos, residencias de ancianos...) y es cierto que hay razones obvias para hacer esto, pero también hay buenas razones para cuestionar esta discriminación por la edad, ya que

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