Describa los procesos mentales que tienen lugar en el primer y segundo ciclo de Educación Infantil

TAREA 1. EJERCICIO PRÁCTICO

Describa los procesos mentales que tienen lugar en el primer y segundo ciclo de Educación Infantil.

Los procesos mentales de socialización se refieren al conocimiento social, conocimiento de los valores, normas, costumbres, personas, instituciones y símbolos sociales, adquisición del lenguaje y de conocimientos transmitidos a través del sistema escolar y otras fuentes de información.

También se refieren al conocimiento de las personas y de la sociedad:

• Conocimiento social referido a las personas. Reconocimiento, identidad, roles, diferenciación entre conocidos y extraños, sentimientos, pensamiento, intenciones y puntos de vista ajenos, relaciones de amistad, familiares,...entre las personas.

• Conocimiento social referido a la sociedad. Conceptos sociales (dinero, pobre, rico, nación, etc.), conocimiento de las instituciones (familia, escuela, hospital, parlamento, etc.), cocimiento de los valores, normas, juicio moral, etc.

Durante el primer ciclo de Educación Infantil (0-3 años) los conocimientos más importantes son:

• El reconocimiento de las personas. Se inicia en el segundo trimestre de vida (3-4 meses). Los niños reconocen determinadas personas que adquieren un gran significado conductual para ellos. Las conductas son diferentes según la persona con la que interactúen y discriminar claramente entre las personas prefiriendo a unas sobre otras. A pesar de diferenciar entre conocidos y extraños, no muestran ningún rechazo hacia los desconocidos.

Durante el segundo semestre del primer año de vida (más o menos 8 meses), se produce un cambio, pues el niño no solo discrimina entre los que le son familiares y los desconocidos sino que muestran recelo o miedo frente a estos últimos.

• El reconocimiento de sí mismo es posterior al reconocimiento  de los otras personas. El reconocimiento del yo se refiere a la percepción del yo como un ser separado, distinto de las personas y de los objetos del mundo de alrededor . A finales del primer año de vida, los niños demuestran cierta habilidad para reconocerse a sí mismos diferenciándose de los demás. A partir de los 15-18 meses, la capacidad de reconocimiento depende menos del carácter contingente de su propia imagen, distinguiéndola de la de los demás con mayor éxito.

Entre los 18 y los 24 meses, los niños suelen reconocer su imagen con claridad. En este mismo periodo es donde empiezan a usar los pronombres personales.

• La identidad supone una conciencia de sí mismo (saberse una identidad individual que permanece a lo largo del tiempo) y una serie de conocimientos relativamente estables referidos a su propia persona (sí mismo corporal, sexual,...).

Entre los contenidos de la identidad categorial más estudiadas están los referidos a la identidad sexual y de género, precisamente uno de los aspectos básicos del proceso de socialización. La identidad sexual en un juicio (soy niño, soy niña) sobre la propia figura corporal. La identidad de género es el conocimiento de las funciones y características que la sociedad asigna como propias del niño y de la niña (rol sexual asignado, en términos clásicos). Los niños no diferencian entre ambos conceptos, adquiriéndolos, en las primeras edades, de forma paralela.

La adquisición de la identidad sexual y de género sigue un triple proceso:

• Reconocimiento conceptual de la existencia de dos tipos de vestidos, adornos, actividades, juguetes, etc.

• Autoclasificación en una de las dos categorías sexuales: ‘’Yo soy como mi papá’’, ‘’Yo soy como mi mamá’’.

• A partir de los tres años usan el conocimiento de la identidad sexual y de género para definir con claridad sus preferencias y valoraciones.: ‘’Este vestido no me lo pongo porque es de niñas’’, ‘’Los niños son más brutos’’, etc.

Durante el segundo ciclo de Educación Infantil (3-6 años) los conocimientos más importantes son:

• El conocimiento de las características de los otros. Es un conocimiento muy basado aun en características externas y aparentes. De este modo, cuando describen a las personas que conocen, las caracterizan sobre la base de rasgos externos tales como los atributos corporales, sus bienes  su familia.

Sus inferencias acerca de los sentimientos, pensamientos, intenciones o rasgos personales de otros tienen aun un carácter global, poco preciso y poco afinado. Así, son capaces de decir que otro niño se sentirá ‘’mal’’ tras ser castigado, pero no especificaran si será tristeza, ira o envidia el contenido de su sentimiento.

Cuanto más familiares son las situaciones en las que se encuentran, más sencillo les resulta inferir las características de otros y adaptar a ellas su comportamiento. Así, por ejemplo, podrán comprender los sentimientos de un hermano que ha sufrido una caída, pero difícilmente comprenderán las de un adulto que es despedido de su trabajo.

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