Dinámica De Transferencia

Sigmund Freud

La dinámica de la transferencia [1912]

Primeramente Freud en este escrito asevera que nuestro erotismo está determinado por una parte congénita y otra parte es determinada por las experiencias que tenemos y las que nos dejan tener durante nuestra primera infancia. De acuerdo a Freud, solo una parte de las tendencias que determinan la vida erótica, evoluciona completamente, siendo una parte que compone a la personalidad de manera consciente, o sea que esta parte es manejada a voluntad. Mientras que la parte restante es desplazada en la fantasía o al inconsciente, tanto por las experiencias que se nos fueron negadas como por nuestra propia personalidad consciente.

Ahora bien, al individuo que sus necesidades eróticas no sean satisfechas producirá que sus representaciones libidinosas se dirigirán a otras personas que el individuo conozca; Freud manifiesta que en este proceso puede participar las dos porciones de la libido, la consciente y la inconsciente. Por esto Freud dice que es completamente normal que se produzca ese desplazamiento de la carga libidinal hacia el terapeuta.

La transferencia que se puede dar hacia el terapeuta, ya no es solo considerado que es por representación del padre, sino que también Freud decía que podía ser unas características de la madre o el hermano, que se el individuo podía ver reflejado en el terapeuta. Hay cosas que no llegan a poder racionalizarse acerca de la naturaleza e intensidad durante la transferencia, pero se toma énfasis que estas cargas se presentan de manera inconsciente o por aquellas que fueron retenidas.

Freud menciona que es enigmático, que la transferencia que es como un mecanismo que encamina hacia el éxito, también puede convertirse en una resistencia y de tener o dificultar el avance. Esto sucede ya que hay una regresión de la libido, donde se disminuye la parte de la libido consciente, la que está conectada a la realidad, y aumenta la inconsciente la apegada a la fantasía. Por lo que como cura analítica se pretende que se regresa a ser consciente de esa parte de la libido y se manifieste en la realidad. Para liberarse, se tiene que vencer la atracción hacia lo inconsciente, o sea a levantar la represión de los instintos inconscientes y de sus productos.

Se habla acerca de una transferencia positiva y una negativa, siendo que la positiva es aquella que se demuestra con todos esos cariños manifestándose como un sentido de empatía, amistad, confianza; según Freud todos estos últimos provienen de deseos puramente sexuales.

“Es innegable que el vencimiento de los fenómenos de la transferencia ofrece al psicoanalista máxima dificultad; pero no debe olvidarse que precisamente estos fenómenos nos prestan el inestimable servicio de hacer actuales y manifiestos los impulsos eróticos ocultos y olvidados de los enfermos, pues, en fin de cuentas

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