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Duelo y Melancolía (1915-1917)


Enviado por   •  10 de Diciembre de 2016  •  Resúmenes  •  1.483 Palabras (6 Páginas)  •  221 Visitas

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Duelo y Melancolía (1915-1917)

Introducción: Freud en este ensayo va a analizar el proceso de perdida afectiva, y se va proponer averiguar que ocurre con la libido que inviste a un objeto cuando este objeto se pierde. Toda perdida afectiva (Muerte de un ser querido; ruptura de una relación; perder a un amigo por cambiarse de colegio) implica un proceso de duelo. Duelo es entonces el resultado de toda perdida de objeto. Según Freud, si el sujeto puede elaborar dicha perdida, entonces entra en un proceso de duelo normal; pero si la pérdida no puede ser elaborada, entonces ingresa en un proceso melancólico (Duelo Patológico).

1. Duelo: El duelo es la reacción frente a la perdida de una persona amada, o tmb de algo más abstracto como un ideal. Según Freud, por más de que el duelo traiga consigo desviaciones de la conducta normal en la vida, no se lo considera un estado patológico; y “confiamos en que pasado cierto tiempo se lo superará”.
Algunas de las desviaciones de la conducta son: La pérdida del interés por el mundo exterior (Porque el trabajo de duelo absorbe al yo); la pérdida de capacidad de escoger algún nuevo objeto de amor; el extrañamiento de cualquier trabajo productivo; inhibición y angostamiento del yo; una entrega incondicional al duelo, q nada deja para otros propósitos.
¿En qué consiste el trabajo de duelo? En 1er lugar el sujeto toma conciencia de que el objeto amado no existe más, y por ende debe quitar toda libido de sus enlaces con ese objeto. Pero el hombre nunca  abandona de buen grado esa posición libidinal. Tal resistencia, si es muy intensa, puede producir un extrañamiento de la realidad y una retención del objeto, por vía de una psicosis alucinatoria de deseo. Sin embargo, lo normal es que prevalezca el acatamiento a la realidad, y la existencia del objeto perdido continúa pero en lo psíquico.
Una vez cumplido el trabajo del duelo, el Yo se vuelve otra vez libre y desinhibido; y la libido ya es capaz de catectizar a otros objetos nuevos. En síntesis, el duelo normal vence la perdida de objeto.

2. Melancolía: Cuando el sujeto no es capaz de elaborar la pérdida del objeto hablamos de melancolía.
Características de la melancolía: Desazón profundamente dolida; cancelación del interés por el mundo exterior; pérdida de la capacidad de amar; inhibición de toda productividad; y una rebaja en el sentimiento de sí que se exterioriza en autorreproches. Si comparamos estas características con las propias del duelo, vemos q “el duelo muestra los mismos rasgos, excepto uno: La perturbación del sentimiento de sí”.
Como vimos antes, la inhibición y la falta de interés propia del duelo, se generaba porque el trabajo del duelo absorbía al yo. Ahora bien, la inhibición melancólica es más enigmática, ya que no se logra identificar que es lo que absorbe tanto al enfermo. “El melancólico nos muestra algo q falta en el duelo: Una rebaja del sentimiento yoico, es decir, un enorme empobrecimiento del yo”. En el duelo, el mundo se vuelve pobre y vacio, en la melancolía eso le ocurre al yo mismo. “El enfermo describe a su yo como indigno, estéril, despreciable; se hace reproches, se denigra, se humilla, espera repulsión y castigo. No juzga que le ha sobrevenido una alteración, sino q extiende su autocritica al pasado, y asevera que siempre fue así”. Además, el melancólico sufre de algunos síntomas somáticos como insomnio, delirios, falta de apetito…etc.


Según Freud, en lo terapéutico seria infructuoso tratar de oponérsele al enfermo que promueve contra su yo tales quejas, ya que en algún sentido tiene razón. Es en realidad todo lo falto de interés, todo lo incapaz de amor y de trabajo que dice. Pero esto es secundario; es consecuencia de ese trabajo interno q devora a su yo. Freud va a plantear que lo esencial no es q el melancólico tenga razón en sus autorreproches; sino que esté describiendo correctamente su situación. Y esto plantea una contradicción: Siguiendo la analogía con el duelo, se infiere q él ha sufrido una pérdida en el objeto; pero siguiendo sus declaraciones hay una perdida en su yo.


Para abordar la contradicción antes planteada, Freud se va a detener en dos observaciones:
a) “Vemos como una parte del Yo se contrapone a la otra. La toma por objeto y la critica”. Esta instancia crítica escindida del yo es lo que conocemos como
conciencia moral.
b) Freud plantea que si se pone atención en las críticas que el sujeto hace de sí mismo, la mayoría de ellas se adecuan muy poco a su propia persona. Muchas veces, con levísimas modificaciones, se ajustan a otra persona a quien el enfermo ama, ha amado, o amaría. “Asi, se obtiene la clave del cuadro clínico: los autorreproches son en realidad reproches contra un objeto de amor, q desde este han rebotado sobre el yo”. Entonces, todo lo rebajante que dicen de sí mismos, en el fondo lo dicen de otro.

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