Duelo Y Melancolía

Duelo y Melancolía….. (1915)

Tras servirnos del sueño como paradigma normal de las perturbaciones anímicas narcisistas, intentaremos ahora, el estudio de la melancolía, comparándola con un afecto normal: el duelo.

Definición:

• Duelo: Reacción frente a la pérdida de una persona amada o de la patria, la libertad, un ideal, etc. A pesar de que el duelo trae desviaciones de la conducta normal, no se lo considera un estado patológico. Existe la confianza de que pasado cierto tiempo se superará y se considera inoportuno y dañino perturbarlo.

• Melancolía: Se caracteriza en lo anímico por una desazón profundamente dolida, pérdida de la capacidad de amar, inhibición de toda productividad y una rebaja en el sentimiento de si, que se exterioriza en forma de autorreproches, autodenigraciones y se extrema hasta una delirante expectativa de castigo.

Ambos cuadros se asemejan en casi todo, muestran los mismos rasgos excepto UNO: en el duelo FALTA LA PERTURBACIÓN DEL SENTIMIENTO DE SI.

Premisas de la melancolía:

- Pérdida del objeto

- Ambivalencia

- Regresión de la libido al yo.

Trabajo del duelo.

El examen de realidad ha mostrado que el objeto amado ya no existe más, y de él emana ahora la exhortación de quitar toda libido de sus enlaces con ese objeto, a esto se opone la renuncia del hombre, que no abandona fácilmente una posición libidinal, aún cuando un sustituto ya asoma.

Esta renuncia puede alcanzar tal intensidad, que puede producir un extrañamiento de la realidad, y una retención del objeto por vía de una psicosis alucinatoria de deseo.

Lo normal es que prevalezca el acatamiento a la realidad, pero este proceso se ejecuta pieza por pieza, con un gran gasto de tiempo y de energía de investidura, entretanto el objeto perdido continúa su existencia en lo psíquico.

Cada uno de los recuerdos en que la libido se anudaba con el objeto son clausurados, sobreinvestidos, y en ellos se consuma el desasimiento de la libido.

Trabajo en la melancolía.

También puede ser reacción frente a la pérdida de un objeto amado, pero en otras ocasiones la pérdida puede ser de naturaleza más ideal, entonces el objeto no está realmente muerto, pero se perdió como objeto de amor.

Freud habla de una pérdida ocasionadora de la melancolía: “cuando él sabe a quien perdió, pero no lo que perdió en él. Esto lleva a referir la melancolía a una pérdida de objeto sustraída de la cc, a diferencia del duelo, en el cual no hay nada icc en lo que atañe a la pérdida.

- En el duelo hallamos que la inhibición y pérdida de interés se deberían por el trabajo del duelo, que absorbía al yo.

- En la melancolía la pérdida desconocida, tendrá por consecuencia un trabajo interior semejante, y será responsable de la inhibición que le es característica. Solo que la inhibición melancólica resulta ser enigmática, por que no se acierta a ver, que absorbe tan enteramente al enfermo

- En el duelo, el mundo se ha hecho pobre y vacío; en la melancolía, esto le sucede al yo. ( rebaja en su sentimiento yoico). El enfermo describe a su yo como indigno, moralmente despreciable, se hace reproches, se denigra, espera repulsión y castigo. Afirma que nunca fue mejor.

A este cuadro de delirio de insignificancia predominantemente moral, se completa con el insomnio, la repulsa del alimento, y un desfallecimiento de la pulsión de vida.

Mecanismo de la melancolía:

Hubo una elección de objeto, una ligadura de la libido, a una persona determinada.

Por obra de un desengaño

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