Durante el desarrollo de la vida laboral siempre estamos pendientes de nuestra formación académica

INTELIGENCIA EMOCIONAL

Durante el desarrollo de la vida laboral siempre estamos pendientes de nuestra formación académica,  de los conocimientos, y de lo bien que podamos hacer nuestro trabajo,  pero en el mundo laboral de ahora tambien debemos tener inteligencia emocional.

Este tipo de inteligencia nos dará o nos quitara la posibilidad de ser mejores y de poder proyectarnos laboralmente hablando;  Daniel Goleman nos lo muestra en su libro como una forma distinta de ser inteligentes,  ser inteligente emocionalmente no significa solo ser amable,  significa potencializar nuestras capacidades de la manera más adecuada,  controlando nuestras debilidades de tal manera que estas no sean visibles o no afecten nuestro desempeño, en las condiciones laborales de la actualidad se requiere que toda la fuerza laboral tenga inteligencia emocional que le permita asumir los retos de la organización de tal manera que su bienestar emocional no se vea afectado, la aparicion de patologías como el síndrome de Burnot está ligado a la falta de inteligencia emocional de los trabajadores que no manejan sus emociones y terminan siendo sus propias víctimas.

Daniel Goleman basa sus teorías en estudios anteriores y vigentes y propone técnicas para lograr la inteligencia emocional que buscan los empresarios y que más beneficien a los trabajadores para lograr desempeñar su trabajo sin afectar su bienestar emocional y el de sus equipos de trabajo.

En los estudios que analiza el escritor habla de que el Coeficiente Intelectual de una persona no garantiza la excelencia o el éxito en el ámbito laboral ya que los conocimientos que tenga no determinan que vayan a desempeñarse exitosamente en sus trabajos, y hay factores emocionales que si lo pueden determinar como la motivación y el autocontrol.

Se puede establecer entonces que “una competencia emocional es una capacidad adquirida basada en la inteligencia emocional que da lugar a un desempeño laboral sobresaliente”. Dependemos entonces de la capacidad para controlar las emociones y las enfoquemos en el desarrollo efectivo de nuestras asignaciones  laborales no solo individualmente sino tambien como parte de un equipo de trabajo en el que logremos potencializar las cualidades de todos sus integrantes y lograr la consecución de los objetivos que trace la Compañía.

Se nos expone entonces que nuestra inteligencia emocional establece la capacidad que tengamos para desarrollar cinco elementos compositivos: la conciencia de uno mismo, la motivación, el autocontrol, la empatía y la capacidad de relación;  es importante apuntar que no en todas las asignaciones requerimos manejar la misma inteligencia emocional ya que depende de la naturaleza de la tarea que ejecutemos,  no en todos los ámbitos laborales vamos a necesitar las mismas competencias y es justamente ahí donde debemos aplicar la Inteligencia Emocional para enfocarnos en aquellas capacidades que nos permitan sobresalir en nuestro trabajo.

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