EL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA. EL DILEMA DEL CABALLERO.

EL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA.

EL DILEMA DEL CABALLERO.

La historia cuenta que hace mucho tiempo en una tierra lejana existía un caballero que pensaba que era noble, sencillo, humilde, generoso y amoroso con todos, le gustaba hacer el bien y luchaba entusiasmado contra los malos,  con dragones y rescataba a damiselas que se encontraban en apuros, constantemente estaba en luchas, se esforzaba por ser siempre el mejor y cuando no se encontraba en una lucha se dedicaba a pulir y limpiar su armadura, tanta dedicación que le tenía que se llegó a enamorar de ella hasta el grado de dormir con ella puesta.

El caballero tenia por esposa a una mujer llamada Julieta que era fiel y paciente y a un pequeño varón de nombre Cristóbal, que a menudo le preguntaba a su mamá que aspecto tenía su papá ya que casi nunca le veían por las constantes luchas y cuando no estaba en una de ellas se dedicaba a pulir y limpiar su armadura que tanta admiración le tenía a tal grado que se enamoró de ella que hasta dormía con ella puesta, por lo que su hijo ya no le reconocía, no podía ver su rostro y a lo que la mamá le mostraba un retrato de él para que viera como era su padre.

Su hijo extrañaba a su padre y su esposa comenzaba a hartarse de sólo ver su pintura en la pared o dormir mal por los constantes ruidos en la noche de su armadura mientras dormían, cuando el caballero no estaba limpiando su armadura se dedicaba a recitarles monólogos sobre sus hazañas ya que ni su esposa ni su hijo podían decir algo sin que se quedase dormido o interrumpiera arreglándose su armadura.

Hasta que un día Julieta lo enfrentó diciéndole que amaba más a su armadura que a ella a lo que el caballero le decía “si te amo ¿a caso no te rescate de ese dragón y te coloqué en este hermoso castillo con paredes de piedra?, Julieta decía asomándose a través de su visera para ver sus ojos “sólo amabas el hecho de haberme rescatado, no me amaste realmente y no me amas ahora”, el caballero insistía “si te amo abrazándola torpemente con su fría y rígida armadura, casi rompiéndole las costillas”, Julieta decía “entonces quítate esa armadura para ver en realidad quién eres”, el caballero “no puedo debo estar preparado para salir de inmediato en cualquier dirección”, Julieta “si no te quitas esa armadura, en este momento cogeré a Cristóbal tomaré mi caballo y nos iremos de tu vida”.

Esta decisión de su esposa lo puso a pensar, no quería perderla ni a ella ni a su hijo porque los amaba pero también a su armadura que le mostraba a todos que era un hombre bueno, valiente y generoso, por lo que decidió que no valía la pena perder a su familia a cambio de su armadura.

De inmediato el caballero un poco molesto intentó quitarse su armadura pero no podía, intentó una y otra vez pero seguía atascada, no se podía explicar si a menudo se levantaba la visera para poder comer y ahora se encontraba pegada a su cuerpo.

El caballero de repente sin decir a donde iba se dirigió corriendo  con el herrero para que lo ayudara a quitarse la armadura, diciéndole ayúdame tengo un problema, el herrero lo recibió con una broma “tu sois un problema”, lo que no le causo gracia al caballero y sin querer azotó su pie contra el suelo para mostrarle que no podía quitarse la armadura lastimando el pie del herrero, por lo que el herrero sin pensar que era su patrón le propino un golpe en la cabeza, el caballero le pidió “hazlo de nuevo más fuerte”, sin pensar que el herrero lo hizo porque estaba enojado a lo que le contestó “con gusto, y tomando un martillo y balanceándolo, le propina un golpe y tampoco ni siquiera se abolló el casco, a pesar que el herrero era el hombre más fuerte del reino.

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