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ENGAÑO, AUTOENGAÑO Y MENTIRA


Enviado por   •  24 de Agosto de 2014  •  1.602 Palabras (7 Páginas)  •  368 Visitas

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INTRODUCCION

El presente ensayo analiza y examina los fenómenos de la mentira, el engaño y el autoengaño como términos que están directamente relacionados con los problemas psicológicos y sus tratamientos. En numerosas ocasiones, el engaño y el autoengaño no son más que la cobertura psicológica o ficticia de los problemas de la vida.

Existen diversas frases que, pretenden definir al hombre: "el hombre es un animal que usa herramientas"; "el hombre es un animal que posee la capacidad de lenguaje"; "el hombre es una animal que come pan". Yo ol catálogaria con la siguiente frase: "el hombre es un animal que miente". Es evidente que otros animales utilizan las apariencias para sobrevivir, pero es quizás el hombre el único animal que trata con la mentira de manera reflexiva, es decir, el único capaz de usar la mentira en relación a su persona, a su identidad. Si un camaleón camufla su cuerpo los humanos serían capaces de camuflar hasta lo más profundo de sus entrañas. La sugestión es un prodigio de la mentalidad genuinamente humana. Sólo el hombre puede ver fantasmas.

Pienso que detrás de la mentira se esconde el fundamento de la propia psicología: el yo, la reflexividad.

EL AUTOENGAÑO, EL ENGAÑO Y LA MENTIRA

El autoengaño es el proceso de negarse a racionalizar importantes engaños, relevantes y significantes evidencias y argumentos lógicos que son opuestos a los propios.

Se ha argumentado que todos los humanos sin excepción son altamente susceptibles al autoengaño, ya que todo el mundo tiene un bagaje emocional de creencias que en algunos casos pueden llegar a ser irracionales. El miedo a ser juzgados o rechazados, a sufrir o fracasar, a descubrir nuestras sombras, nos lleva a hacer lecturas parciales de la realidad, a ocultarla o interpretarla a nuestro antojo, o bien a reprimir, inhibir u ocultar ciertos aspectos de nuestra forma de ser. Si el engaño en general es un elemento de interacción social absolutamente extendido en el funcionar de las sociedades modernas, que va desde los aspectos económicos y políticos hasta los más íntimos, el autoengaño, se podría decir, resulta ser la extensión de-generada que acaba por impregnar de caminos obtusos la conciencia y la voluntad personal.

Podríamos definir el autoengaño como un modo de dirigir nuestra vida cuando no sólo ignoramos lo que comporta la dirección elegida sino, sobre todo, cuando ignoramos o pretendemos ignorar que en realidad, sin remedio, hemos tomado algún camino que tiene aparejado una serie de consecuencias. Este es el sentido que ya le daba Plutarco al término, cuando expresaba que el autoengaño era algo más que la incapacidad de reconocer que no sabemos de muchas cosas, pues al fin lo dramático es que no sabemos lo que somos. Si la incertidumbre y la inseguridad nos paraliza y por prudencia decidimos estancarnos, cabe preguntarse si la parálisis no será también una opción acompañada de riesgos y, por tanto, en ocasiones, carente de prudencia.

Una mentira puede tener distintas variantes. Puede ser inocente, humorística, puede ser algo perversa y puede ser hasta bondadosa y útil. El autoengaño, en cambio se podría decir que, sin perjuicio de su consideración como inocente, humorístico, perverso, piadoso y útil, no toma ninguna variante especial siendo acaso un poco de todo. El engaño apunta a un objetivo consciente, pero el autoengaño es inconsciente no sabiendo uno lo que hace En ocasiones la persona tiene la necesidad de engañar para conseguir ciertos objetivos, y para que el engaño surta efecto en los demás, la persona tienes que llegar al máximo convencimiento de lo que piensa y dice, y transmitir éste convencimiento a los demás con el fin de que sean engañados, esto ocurre en todas las áreas de la vida, pero donde se suele manifestar más claramente es en el mundo de los negocios, en las ventas, el vendedor tiene que estar plenamente convencido que el producto o servicio que quiere vender es el mejor, aunque en realidad no lo sea, este es un autoengaño ocasional que puede ser de gran utilidad en el mundo empresarial, pero lo mismo ocurre en las relaciones personales, en la conquista y la seducción.

Pero, ¿Sabemos que nos engañamos a nosotros mismos? Creo que si, y ello es muy importante; porque, cuanto más nos engañamos a nosotros mismos, mayor es la fuerza del engaño que nos brinda cierta vitalidad, cierta energía, cierta capacidad, lo cual hace que impongamos nuestro engaño a los demás”.

O sea que, para engañar con eficiencia a los demás, el individuo precisa sufrir el engaño, el convencimiento de sí mismo de que se dice la verdad será detectado por las otras personas y de esa manera aceptaremos lo

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