Educacion

Abandono en la tercera Edad

Resúmen

En la actualidad se hace más evidente en la sociedad el creciente porcentaje de personas adultas mayor en situación de abandono ya sea moral, física, emocional; esto lleva a que el anciano se sienta desprotegido y se agrave su situación social, económica, familiar, ya que no tienen los medios ni la suficiente fuerza laborar para cubrir sus necesidades básicas. Esta situación ha llevado a los organismos a promover el reconocimiento de los derechos del adulto mayor por medio de convenciones y acuerdos, que orientan a cada región, la elaboración de políticas públicas y programas de atención a la población mayor.

El abordaje del abandono se debe tomar de acuerdo a las características del mismo, la evaluación permite contemplar todos los factores que suponen el abandono y que facilitaran el diseño de la intervención posteriormente para apoyar los procesos en los que se desenvuelven estos adultos mayores en situación de abandono.

Palabras Clave: abandono, depresión, estrés, adulto mayor, negligencia.

Erik Erickson (1983) considera la ancianidad como la etapa de la integración versus la desesperación. La integridad es vista aquí como la disposición a defender la dignidad del propio estilo de vida contra la amenaza física y económica. Alcanzar la integridad consiste en haber logrado un especial estado de espíritu cuyo componente especial es la autoaceptación. Refiriéndose a dicho estado de espíritu Edmund Sherman dice que Es la aceptación de la realidad, la realidad de uno mismo y de la propia vida, resultante del abandono de las ilusiones... Sin embargo, varios de nosotros no llegan a liberarse de sus objetivos no realistas (que acarician a menudo sin saberlo), y los sentimientos de fracaso, frustración y decepción de uno mismo que resultan de todo ello conducen inevitablemente a un sentimiento de desesperación. (Ysern, 1999)

La violencia doméstica y el abandono como maltrato a sus miembros más débiles siempre ha existido, pero esta situación se ha mantenido oculta hasta años recientes.

El aislamiento y la soledad en el anciano sigue siendo cada vez más patente en una sociedad inmersa en una creciente competividad y deshumanización. Se ha observado que aproximadamente el 20% de la población experimenta soledad y el abandono social, en un entorno de estrés y violencia, lo que ha ocasionado importantes cambios sociales y culturales que han venido a neutralizar los valores tradicionales que protegían a la familia en especial a los adultos mayores. Por abandono se entiende como el acto injustificado de desamparo hacia uno o varios miembros de la familia con los que se tienen obligaciones que derivan de la disposición legal y que ponen en peligro la salud o la vida. Los profesionales de la salud especialmente en el primer nivel de atención deben analizar los factores condicionantes que puedan provocar abandono en el adulto mayor tales como las enfermedades crónicas-degenerativas. (Ruiz, 2009)

En la vejez frecuentemente existe algún grado de discapacidad principalmente del área motora, situación que puede generar dificultades para que se realice el apoyo familiar y se genere consecuentemente el abandono del anciano. Otros factores suelen ser el pertenecer al género femenino o la presencia de depresión. La depresión grave unida al abandono del anciano pueden provocar el suicidio del paciente. En Estados Unidos se informa que aproximadamente el 20% de los suicidios ocurren en mayores de 60 años. (Ruiz, 2009).

El abandono social, son todas las relaciones que guarda el anciano con los demás, así como ellos guardan las relaciones con el mismo, en la vejez se deja ver una fuerte influencia por parte de aspectos sociales en la vida del anciano, lo cual refuerza el hecho de que la sociedad junto con la cultura limitan y obstaculizan en buena medida una vida óptima en el anciano. (Guzmán, 2010)

Cabe señalar que el abandono es el efecto por la falta de oportunidad familiar y apego emocional que el vínculo familiar le niega ante su cambio físico, racional imaginando que ya es un estorbo y no merece la atención necesaria, por lo que no puede moverse de manera autónoma, por su desplazamiento físico se va disminuyendo notablemente haciéndole sentir un sujeto que no le sirve productivamente a su familia, a la sociedad, que ya no es la persona con la misma energía, capaz de valerse por sí misma, cada una de estas relaciones van alejando al adulto mayor hacia su exclusión y aislamientos en esta etapa. (Guzmán, 2010)

Otra de las razones más comunes de abandono es cuando una persona de la tercera edad ha cumplido con su vida laboral útil, ya no es productiva en términos económicos para un grupo familiar, convirtiéndose en una carga potencial de gastos para la familia a la que pertenece; situación que transforma en causal de rompimiento de interacción humana, relaciones, comunicación e incluso la afectividad, siendo

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