El Cisne Negro

Obsesionada con obtener el estelar y buscar la perfección, Nina una bailarina de ballet, sufre de diversas patologías las cuales se van desencadenando a lo largo de la película, patologías que son causa de diversos factores que se presentan en su vida, como el tener una madre castrante por ejemplo. Nina es un personaje que muestra esa lucha interna por la que todos de algún modo hemos pasado, entre lo que está bien y está mal y sino ¿cuántas veces nos hemos imaginado hacer cosas que a la luz de los demás jamás haríamos?, es importante destacar que este personaje mostraba indicios de una psicopatología grave, alucinaciones, obsesiones, plantarse fuera de la realidad, delirios, etc., independientemente de esa lucha interior.

Hubo escenas en donde mayormente se puede destacar una sintomatología de una enfermedad mental. Por ejemplo, cuando llega a su casa después de la audición y comienza a practicar hasta que se lesiona el dedo del pie es una característica de un trastorno obsesivo compulsivo y más aún tomando en cuenta que uno de los requisitos para ver una conducta como anormal es el de causar daño a otros o a uno mismo.

La protagonista sufre de una esquizofrenia de tipo paranoide la cual consiste en ideas delirantes persecutorias y alucinaciones. La psicosis que presenta se refleja cuando se desconecta de la realidad en el teatro y en la escena con Lily y las ideas delirantes de persecución, en donde es ella misma la atacante.

En el libro de “Diario de una esquizofrénica” menciona cómo los deseos reprimidos y las circunstancias familiares son un detonante en este tipo de enfermedades. Nina es un personaje que reprime su sexualidad y quizá un posible lesbianismo aunado a la actitud asfixiante de su madre la cual tuvo que dejar de lado sus sueños al quedar embarazada de la protagonista y la presión por obtener el protagónico de la obra..

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