El Desarrollo Humano Delval
InesLU128 de Junio de 2013
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EL DESARROLLO HUMANO.
EL ESTUDIO DEL DESARROLLO HUMANO.
Sobre el sustrato de su naturaleza animal, el hombre ha ido produciendo la cultura, acumulando conocimientos y recogiendo la experiencia de sus antepasados.
Aprovechando sus características animales, y en particular su capacidad de adaptación, ha sido capaz de construir su inteligencia, y con ella representaciones muy adecuadas del ambiente; colaborando con los otros ha podido realizar empresas que resultaban inabordables para la actividad de un individuo solo.
La existencia de un medio social resulta indispensable para el desarrollo de un ser que es tan frágil cuando llega al mundo, y que no podría sobrevivir sin que otros le prestaran una continua atención durante muchos años. Las conductas de cuidado de la prole en los animales se desencadenan ante ciertos estímulos y son generalmente eficaces.
En los hombres los comportamientos no son tan automáticos, aunque existen también conductas de este tipo, pero sus acciones están siempre mediadas por la cultura, de tal manera que la actividad del hombre es siempre un complejo entramado de interacciones entre su naturaleza y la cultura que con ella han creado. Así pues, las propias formas de cuidar a los niños y de impulsar su desarrollo son el resultado de su historia.
LA HISTORIA DE LA INFANCIA
La concepción de infancia varía de acuerdo a las diferentes situaciones sociales.
El historiador francés Philippe Aries (1960) puso de manifiesto que la concepción de infancia que tenemos es relativamente reciente y no se remonta más allá del siglo XVII o XVIII. En su libro “el niño y la vida familiar en el antiguo régimen” (publicado en 1960), el autor examina el papel del niño y la familia hasta el siglo XVIII y sostiene que en la sociedad medieval no existía el sentimiento de la infancia tal y como hoy lo conocemos, y que los niños eran considerados como algo divertido que no se diferenciaba mucho de un animal; a partir del momento en que éste dejaba de necesitar cuidados especiales entraba a formar parte de la sociedad de los adultos, diferenciándose de estos por sus menores fuerzas y algunas actividades que aún estaban lejos de sus posibilidades.
La educación de los niños se diferenciaba según las distintas clases sociales. En la clase social alta el contacto del niño con sus padres era muy escaso durante los primeros años y solía vivir con amas y criados que se ocupaban de él. Las relaciones afectivas eran casi inexistentes. En cambio, en la clase baja, el niño convivía estrechamente con los adultos desde el nacimiento y su formación se hacía directamente en contacto con los padres, participando en las actividades u oficio que éstos tuvieran.
La familia era también distinta de la actual y su función fundamental era económica. Los sentimientos entre los esposos y entre los padres e hijos podían producirse pero no eran necesarios para la existencia ni el equilibrio de la familia. Sin embargo, hacia el siglo XVII la actitud hacia el niño se va haciendo bastante distinta.
Los cambios sociales van a tener una influencia grande sobre la consideración de la infancia. La industrialización, la aglomeración en grandes ciudades, la introducción de la escolarización obligatoria para todos que se produce en el siglo XIX, van a cambiar mucho el papel del niño. Los avances en el área de la medicina, favorecerán las posibilidades de supervivencia de los recién nacidos. Con los comienzos de la industrialización los niños pasan a trabajar en fábricas con jornadas agotadoras. Sin embargo, a lo largo del siglo XIX distintos movimientos reclaman la regularización del trabajo infantil, y las condiciones de vida de la infancia mejoran en los países occidentales.
EL ESTUDIO DE LOS NIÑOS. Primeros tipos de estudios sobre los niños.
Los estudios sistemáticos sobre el desarrollo infantil, pueden clasificarse en grupos de acuerdo con el tipo de sujetos y el tipo de observaciones que se llevan a cabo.
- Observaciones sobre sujetos excepcionales:
Los primeros trabajos se centraron en niños cuyo desarrollo tenía algún tipo de anomalía o excepcionalidad para su edad, por ejemplo Mozart.
Otras se ocuparon de sujetos inusuales por su situación, niños aislados, salvajes, que habían vivido fuera del contacto con otros humanos. Por ejemplo Víctor, llamado el salvaje de Aveyron, cuyas características y progresos fueron descriptos por el medico Itard, quien se ocupó de su educación.
Otras observaciones se centraron en sujetos con deficiencia, de la que consiguen recuperarse, al menos parcialmente. Ejemplo, un ciego operado de cataratas, estudios sobre la educación y desarrollo de jóvenes sordomudos y ciegos.
Lo característico de este tipo de estudio, es que suelen ser observaciones centradas en el rasgo excepcional del sujeto durante un determinado tiempo, careciendo a menudo de datos sobre el sujeto antes de ser detectado como excepcional.
- Observaciones biográficas sobre sujetos normales:
Se suele tratar de un diario realizado de una manera sistemática sobre un niño. La característica de este tipo de estudio es que recoge observaciones frecuentes y detalladas sobre un solo sujeto, quien está en estrecho contacto con el autor. Suelen detenerse en los primeros años de vida, por que resultan de difíciles de realizar con sujetos mayores.
Estos diarios fueron dominantes a lo largo del siglo XIX y aún se sigue realizando para el estudio de ciertos aspectos, como el desarrollo del lenguaje.
- Estudio del tipo estadístico:
Lo característico de éste ítem, es que estudia un aspecto limitado del desarrollo, con observaciones puntuales sobre bastantes sujetos, frecuentemente de distintas edades. Estos estudios se generalizaron a finales del siglo XIX y principios del siglo xx y hoy son los más frecuentes.
El interés del estudio del niño se inicia por preocupaciones de tipo práctico, relacionadas principalmente con la educación. Pero también los médicos se interesaron por estudiar algunos aspectos del desarrollo infantil y sólo más tarde filósofos y científicos comenzaron a ocuparse de cómo se producía el desarrollo.
Intereses educativos:
Las primeras observaciones están relacionadas con corrientes filosóficas, donde autores como Platón o Aristóteles preocupados por la buena marcha de la sociedad, se ocupan de cómo debe ser la educación de los niños para formar buenos ciudadanos y señalan en qué momento debe realizarse la instrucción, cuáles deben ser los hábitos o hablan del valor educativo del juego. A partir del renacimiento muchos son los autores que se interesan por las características de los niños para educarlos mejor (Rabelais, Erasmo, Comenio, Rousseau). Pero se limitaron a observaciones esporádicas y de sentido común, sin estudios sistematizados.
Interese médicos:
A partir del siglo xvi, los médicos se interesan por las enfermedades infantiles y por la mejor manera de cuidarlos, alimentarlos y educarlos, dando consejos para favorecer el desarrollo normal. El primer diario del desarrollo de un niño que se conoce es obra de Jean Heroard, médico del heredero del trono de Francia, más tarde conocido como Luis XIII.
Intereses Filosóficos y científicos:
El estudio del niño empieza a realizar progresos sólidos cuando aparecen trabajos orientados por preocupaciones filosóficas, tratando de encontrar respuestas al origen del conocimiento, la formación de los conceptos o el origen del lenguaje. La teoría de la evolución de Darwin dio un considerable impulso a los estudios sobre los niños, estableciendo comparaciones con el desarrollo de otras especies animales. Estos trabajos se basaron en observaciones mucho más sistemáticas y cuidadosas.
LAS PRIMERAS OBSERVACIONES
Se trata generalmente de observaciones dispersas y que no tienen como fin el conocimiento del niño en sí mismo, sino más bien indicar cómo se les debe tratar para formar adultos que reúnan cualidades deseables en esa sociedad.
En los siglos XVI y XVII, la preocupación por la educación vuelve a aparecer de nuevo tras un largo paréntesis medieval, y pedagogos como Juan Luis Vives se interesan por adaptar las enseñanzas al desarrollo de los niños. En el siglo XVIII Jan Amos Comenius, uno de los grandes educadores, defendió la idea de que la escuela debe variar en función de la edad del que aprende, estableciendo cuatro periodos de crecimiento: infancia, puericia, adolescencia y juventud. Comenio defendía que la enseñanza debe comenzar a partir de los sentidos y por ello combatía la educación verbalista, apoyada sobre todo en el aprendizaje de textos, y contribuyó mucho a que los libros escolares fueran acompañados de ilustración
Otra figura importante del siglo XVII es el filósofo Jhon Locke (1632-1704), fundador del empirismo y del asociacionismo. Para él todo conocimiento comienza por los sentidos y el hombre al nacer, es como una tabula rasa sobre la que la experiencia va ir escribiendo.
Pero tal vez, el escritor más influyente de esta época, principalmente por las ideas sobre los niños y su educación fue el filósofo Jean Jacques Rousseau (1712-1778). Su obra “El Emilio” contribuyó a crear un movimiento de preocupación e interés por la infancia, y a la larga, a que se comenzara a estudiar sistemáticamente el desarrollo infantil.
LAS PRIMERAS OBSERVACIONES SISTEMÁTICAS
A finales del siglo XVIII comienzan los trabajos de observación constituidos
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