El Examen final Psicoanálisis Freud II Uces.
maestrajardineraResumen18 de Enero de 2017
10.163 Palabras (41 Páginas)463 Visitas
[pic 1]
Unidad 4
- Primera ruptura (1900): principio de placer diferente al principio de constancia.
En 1900 Freud rompe con el principio de constancia e introduce el principio de placer (El principio de Constancia expresa que el Yo tiende a mantener equilibrados los niveles de cantidad, tendiendo a la homeostasis en el aparato. El yo tratará de mantener la cantidad de excitación a un nivel bajo, defendédnosle contra este aumento. Esta idea se modifica en el Manuscrito K donde ya no es el Yo quien pone en funcionamiento la defensa sino el displacer actual. En Manuscrito K, Freud diferencia entre defensa inocua y patológica. Hay displacer actual que pone en funcionamiento la defensa. La defensa normal es la tendencia del aparato a mantener el principio de constancia; evitar el displacer (incremento del monto de afecto)). Cuando Freud rompe con el principio de constancia como regulador de la economía psíquica, rompe con el modelo biológico. Esta ruptura se da al introducir el deseo
Freud parte del esquema del Arco Reflejo, para decir que en lo psíquico, justamente ese modo no da cuenta del funcionamiento del aparato. En el modelo del Arco Reflejo, hay un poco perceptivo y un polo motor donde se supondría a un aparato exento de estimulo pues todos los estímulos recibidos desde el polo perceptual estarían descargados automáticamente sin modificación alguna. Un aparato de este estilo sería un aparato basado en el principio de Constancia (se trata de mantener la cantidad de excitación a un nivel bajo, defendiéndose contra este aumento). Si se recibe un estímulo a través del polo perceptual, el mismo sale de forma inmediata con descarga directa a través del polo motor sin dejar marca, el aparato es un aparato libre de estímulos.
Sin embargo el aparato no se encuentra exento de marcas, pues la huella mnémica es un registro del paso de la excitación por el aparto, y constituye una alteración permanente en el sistema. El apremio a la vida perturba el funcionamiento del arco reflejo, pues las necesidades corporales aparecen como excitación para el aparato de la que no puede huir.
La vivencia de satisfacción primaria que cancela el estímulo, lleva asociada una percepción cuya imagen mnémica se asocia a la huella que dejó en la memoria la excitación. La próxima vez que sobrevenga la necesidad se suscitará una moción psíquica que querrá investir de nuevo la imagen mnémica y reproducirla. La segunda vez que aparezca la necesidad no solo va a aparecer la satisfacción de la misma, sino el deseo de volver a investir la huella asociada a esa imagen mnémica. (Satisfacción de deseo, no de la necesidad misma)
Con la experiencia mítica de satisfacción se produce la ruptura entre el principio de constancia y el principio de placer. Con esa primera experiencia de satisfacción deja una marca, una huella, y gracias a esa marca/huella, se funda el deseo como tal. Deseo de reencontrar la marca de esa primera experiencia de satisfacción. Pero como el reencuentro es imposible, el deseo sólo se realiza alucinatoriamente.
- Origen del deseo: la experiencia de satisfacción y su malentendido. El placer como diferente a la constancia. El deseo como tensión placentera
El deseo es pura fuerza, la diferencia entre el placer buscado y el hallado. El deseo surge como resto de la satisfacción de necesidad, en la repetición. La alucinación es la vía más directa de realización de deseo, pero es un modo de funcionamiento inapropiado para la supervivencia, por eso se da un rodeo por el mundo exterior, y se busca una identidad de pensamiento y no una identidad perceptiva. Se busca un deseo que (intente) satisfaga el deseo
Cuando la cantidad interna vuelve a aumentar (hambre), la huella de displacer que se genero en un primer momento, se embiste de un afecto placentero, esto es llamado tensión placentera, que es el estado de deseo o el placer de desear. Aquí se genera una alucinación, en la que el bebe recuerda la intervención del otro haciendo posible la descarga (cuando le dieron de comer), esto genera placer, es decir, un aumento de la tensión placentera. Pero esa alucinación es momentánea, ya que no hace que el displacer disminuya, es ahí cuando sufre un desengaño y llora para que el otro le dé de comer. El aumento de la tensión placentera funciona como motor para el aparato psíquico. Lo que se busca es recuperar esa experiencia primera que genero placer, es una marca al que el aparato psíquico tiende aunque ella nunca se encuentre.
Percepción y Huella Mnémica se excluyen, pues, la Percepción carece de memoria y sólo tiene a su cargo la recepción de estímulos y la Huella Mnémica carece de percepción e implica la alteración del sistema (es el registro del estímulo en el aparato). Tenemos registro no de la percepción, sino de un resto de esa percepción.
Una vez que hay más huellas mnémicas lo que ingresa no es la percepción sino lo que logró pasar el filtro de la primera huella mnémica, quedando registrado en el aparato por conexión asociativa con el resto de las huellas y con esa primera marca
Freud en el “Apartado C, Acerca del cumplimiento de Deseo”, se pregunta sobre el deseo en relación a los sueños, y plantea que solo los deseos no Cc en la vida diurna eran aptos para la producción de sueño. Pero el deseo no puede acceder a la CC, por lo que se vale de 2 elementos: 1)el tránsito, que le permite el dormir del sujeto por la reducción de la censura, y 2) un deseo PrCC de la vigilia.
Al dormir cesan las investiduras energéticas de los pensamientos de vigilia, aunq no por completo. La excitación que resta en el PrCC debe asociarse a un elemento del Icc (algún deseo infantil sofocado) para surgir a la CC.
Freud se pregunta por los sueños penosos, pues no parecen revelar un deseo, en este punto aclara que el deseo no tiene que estar vinculado exclusivamente al consciente. En los sueños de angustia, es el yo indignado quien, ante un deseo que no le satisface procura el surgimiento de la angustia, para que con el despertar cese el proceso onírico. Con esto demuestra que en la formación del sueño participa el Yo, no solo lo reprimido. En los sueños punitorios, se cumple de deseo de castigo a causa de un deseo no permitido
Freud se va a preguntar por la naturaleza psíquica del deseo. Para ello retoma la idea de un aparto inicial exento de estímulo, pero las grandes necesidades “apremio a la vida” causan una excitación, y será la experiencia de satisfacción quien cancela el estímulo y queda fijada en la memoria, esto tiene consecuencias psíquicas, pues cuando se presente el estímulo nuevamente se recordará esta primera experiencia de satisfacción y el aparato intentará restablecer esta vivencia, a esto Freud llama Deseo: al recuerdo y sugerencia de restablecer la vivencia de satisfacción.
En un primero momento el desear terminaba en alucinar, pero la alucinación no cesa la necesidad, por lo que se introduce el “examen de realidad”, pasando de la alucinación a la motilidad voluntaria, de esta manera “pensar” va a sustituir a la alucinación. Esto da cuenta que el aparato psíquico se pone en funcionamiento a partir de un deseo, es la insatisfacción lo que permite pensar, esto para Freud es el argumento que le permite fundar al sueño en el cumplimiento de deseo.
Pero los sueños displacenteros ponen en cuestionan que el sueño sea un cumplimiento de deseo, ante esto Freud dirá que es el cumplimiento de un deseo Icc. Son deseos reprimidos porque presentan una amenaza para el Yo (para el yo son displacenteros)
En la conf. 7 “Contenido manifiesto del sueño y pensamientos oníricos latentes” va a decir que en el sueño hay contenido manifiesto y pensamientos oníricos latentes, va a decir que, el elemento onírico “es algo no genuino, un sustituto de otra cosa, de algo desconocido para el soñante” y va a decir que la técnica para la interpretación es la asociación libre que deduce lo oculto. Si ese elemento onírico se lleva a todo el sueño, vemos que es sustituto desfigurado de algo diverso, algo Icc, y la tarea de interpretación es hallar eso Icc. Para la interpretación, Freud plantea 3 reglas: 1) no hacer caso a lo que el sueño parece querer decir, 2) limitar el trabajo a evocar para cada elemento las representaciones sustitutivas sin pensar en ellas, y 3) esperar hasta que lo Icc, oculto, se instale por sí solo.
Va a introducir un elemento cuantitativo en la resistencia, va a decir que cuando existe muy poca resistencia con aquello inconsciente (por ejemplo, algún deseo en particular) la desfiguración del sueño es muy baja y, por ello, es fácil que una ocurrencia (o unas pocas) nos lleve desde el elemento onírico hasta su inconsciente. Mientras que si existe una mayor resistencia con respecto a ese deseo en particular las desfiguraciones van a ser mayores y se necesitaran de largas cadenas de asociaciones para llegar a lo inconsciente.
...