El Hombre En Busca De Sentido

Introducción:

En este libro se cuentan las experiencias personales que ha vivido un psicólogo, el mismo nos cuenta la historia de un campo de concentración ya que él, ha sido unos de los pocos supervivientes y ha llegado a ver que una vez dentro del campo de concentración se realizaba una selección: Los enfermos, agotados e incapaces de trabajar, los llevaban directamente a la cámara de gas y los capaces de trabajar los dejaban para realizar trabajos muy duros.

Primera fase.

Internamiento en el campo.

Cuenta como alrededor de 1500 personas incluido el viajaban en tren durante varios días, y que en cada vagón iban alrededor de 80 personas encima de sus equipajes, que era lo único que conservaban. Todos creían y deseaban ir a alguna fábrica y ser trabajadores. Poco después el tren empezó a detener la marcha y uno de las personas vio por una ventanilla una señal que decía Auschwitz. Las personas al saber su destino imaginaron lo peor ya que ese nombre les evocaba las peores atrocidades como cámaras de gases, hornos crematorios y el extermino. Ya con la luz del día pudieron empezar a distinguir un gran campo de concentración con torres de vigilancia, y montones de filas de humanos andrajosos y harapientos. Cuando por fin se detuvieron en la estación lo único que escucharon fueron voces de mando.

Cuando las puertas del vagón se abrieron fueron recibidos por un pequeño grupo de reclusos al parecer bien alimentados y hablando cualquier variedad de lenguas europeas en un tono jovial y alegre. En ese momento Viktor Frankl con un cierto optimismo llego a pensar que podría ser uno de ellos ya que tenían buen aspecto, gozaban de buen humor y reían.

A esto en la psiquiatría se le conoce como ilusión del indulto, que es un estado de ánimo o mecanismo de amortiguación interna el cual consiste en que el individuo al estar en una situación de muerte o crueldad, este concibe una esperanza infundada de ser perdonados en último momento.

Después vino una selección de personas, unos seguían con vida y otros morirían. Los que se elegían para seguir con vida eran aquellos que parecían más fuertes y sanos. Pasaban medio año con la misma camisa, varios días sin bañarse, dormían 9 personas en una sola cama de 2x2.5mts y eso ya no importo, dormían tan profundamente como nunca antes. Ellos sabían que se acostumbraban a todo, pero no sabían el cómo. Dostoyevsky define al hombre como el ser que se acostumbra a todo.

También a esta primera fase se le llama fase de shock, en donde el prisionero pierde el temor a la muerte.

Alguien llamado Lessing afirmo alguna vez que hay cosas que te deben hacer perder la razón, a no ser que no tengas ninguna razón que perder. Los psiquiatras esperan que las reacciones de un hombre ante una situación anormal sean anormales en proporción a su grado de normalidad.

Segunda fase.

La vida en el campo.

Todas las reacciones que sentían en la primera fase los prisioneros se volvieron en una de de apatía generalizada que terminaba en muerte emocional.

Los prisioneros empezaban a sentir una cierta añoranza por su familia y por su hogar. Los castigos se repetían con frecuencia así que al final los prisioneros no sentían piedad u horror. Los sentimientos y las emociones empiezan a desaparecer.

Los prisioneros deseaban que se acabara el día, ya que por la noche venían los sueños que por malos que fuesen, serían mejores que la realidad que tenían que sufrir.

En el campo no les daban casi comida y se notaba claramente la desnutrición que tenían. Los pensamientos de los prisioneros eran básicamente la esperanza de libertad. Los temas de conversación entre prisioneros se basaban en política y creencias religiosas.

En el campo de concentración todos los prisioneros se conformaban con muy poco, ya que tenían que estar satisfechos de estar aún con vida. No podían disfrutar ni de la soledad, ya que siempre estaban vigilados por los guardias. Muchos de los prisioneros pensaban en planear la fuga ya que añoraban la libertad. El hambre y la falta de sueño empezaban a ser un problema. La preocupación que mas importaba a los prisioneros era que si sobrevivirían al campo de concentración. La influencia más deprimente era el tiempo que iba a durar el encarcelamiento.

En un campo de concentración, el prisionero que pierda la fe, está condenado.

El sentido de la vida en un campo de concentración era luchar contra la muerte o del sentimiento de querer que llegue la muerte.

Lo que en verdad se necesita es un cambio radical en la actitud hacia la vida. Se debe aprender por uno

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