El Miedo

“El Miedo”

Hoy en día tengo la oportunidad de desarrollar este tema que he venido analizando desde hace ya algunos años, pero toda inquietud tiene un comienzo puntual, y es menester desarrollar el comienzo de todo esto para poder compartir la naturaleza del presente trabajo. El comienzo de esta inquietud como ya lo dije, surgió hace algunos años, con la película “Apocalypto” de Mel Gibson, y precisamente, para ser exacto, en la escena donde uno de los protagonistas se encuentra intranquilo y temeroso por perder la vida, y el jefe de la tribu le menciona la siguiente frase “El miedo es el peor veneno del alma” aludiendo a que es la mayor perturbación a la tranquilidad y paz del ser humano, al escuchar esto, surgió en mi persona innumerables análisis, cuestionamientos y razonamientos, pues para mí se volvió en una verdad absoluta.

La Real Academia Española, define el miedo como “Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario”. El concepto presentado por la Real Academia Española conlleva dos caminos, un camino donde la perturbación angustiosa del ánimo en el primer camino es por algo real y en el segundo camino al que me refiero, es por algo meramente imaginario. En el primer camino se puede considerar como una reacción un tanto justificable, debido a que este mismo sentimiento podría llegar a poner a una persona en una situación de defensa, lo cual ayudaría a la misma a estar atento a cualquier situación que podría poner en riesgo su propia integridad, sin embargo esto debe ser siempre moderado, puesto que el miedo en gran cantidad, por el contrario de poner alerta a la persona, vendría a ser una situación de ceguera mental para el individuo, lo cual lo pondría en un estado de indefensión ante cualquier circunstancia riesgosa. El segundo camino al que me refiero es todo un dilema, debido a que estamos acostumbrados a reaccionar con miedo ante cualquier situación que se nos presente como aparentemente riesgosa, cuando muchas veces definitivamente no lo es, donde por el contrario llegan a ser situaciones beneficiosas si se llevaran a cabo y que por ende resultan perjudiciales si no se realizan. Cabe señalar que en este camino la mayoría de situaciones que causan el sentimiento del miedo, son por razones de desconocimiento a lo que estamos enfrentando, debido a no tener una certeza del resultado, es por eso que la información juega un papel muy importante para poder apartar eficazmente este tipo de emociones cuando no son necesarias y que por el contrario pueden llegan a ser perjudiciales.

A lo largo de la vida, constantemente conozco personas exitosas, ya sea en la televisión, en internet o incluso hasta en persona, y te das cuenta que tienen cosas materiales o no materiales que tú siempre has deseado tener y me pregunto “¿Cómo lo hicieron?”, y si me interesa mucho lo analizo y me doy cuenta que generalmente es a base de un esfuerzo constante, una lucha y una dedicación superior a los demás, con lo cual lograron obtener esas cosas que no todos tienen, pero que todos podrían lograr, y todo esto tiene una raíz, y esa raíz es la audacia, antónimo del miedo, que de no ser por esto, no podrían haber realizado todo lo que realizaron y por ende no tendrían ningún fruto del esfuerzo que cosecharon. Sin incertidumbre alguna, el miedo es un factor importante dentro del fracaso.

Dicho lo anterior, caigo a la cuenta en múltiples cuestionamientos: ¿Cuántas cosas no dejamos ir por miedo?, ¿Cuántas buenas oportunidades no se nos esfuman de las manos?, ¿Cuántas veces no nos hemos detenido a pensar cuantas cosas habría logrado si no tuviera miedo?, ¿cuántas veces este sentimiento te ha robado horas de sueño para después arrepentirte?, ¿Cuántas veces el miedo no te ha dejado realizar tus labores cotidianas?, ¿Cuántas veces no te hubieran aplaudido y admirado de no ser por el miedo?, incluso hasta se puede

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