El ambito sexual durante el covid -19
Enviado por LESLIE DENISSE AGUIRRE MUÑOZ • 6 de Agosto de 2022 • Documentos de Investigación • 981 Palabras (4 Páginas) • 35 Visitas
La pandemia del coronavirus cambió drásticamente la manera de vivir en todo el mundo, obligando a la población a quedarse en el hogar y cambiando radicalmente las interacciones interpersonales y de pareja; el trabajo en casa, el distanciamiento social, el temor a las infecciones y las prohibiciones de encontrarse físicamente con otros han cambiado los hábitos sexuales de la mayor parte de los individuos.
La COVID-19 se relaciona con la salud primero por el miedo a contagiarse, ya sea por las prácticas sexuales o la intimidad que presupone la interacción de personas con un vínculo sexual; también, se refiere a los efectos por la tensión psicológica que genera la enfermedad junto con el aislamiento social en las relaciones de pareja y la función sexual (Monteagudo Peña et al., 2021). Nos habla que con la aparición del coronavirus surge incidencia en los temas de sexualidad vistos de distintos enfoques o ideas.
La posibilidad de que a través de las prácticas sexuales se pueda transmitir el virus, se basa en que diversas infecciones virales tales como la hepatitis B y C, infecciones por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y el virus del herpes humano, etc. pueden trasmitirse por esta vía, creyendo que pudiera ocurrir lo mismo en este caso. Sin embargo, los datos sobre coronavirus señalan que no se transmiten por el semen o las secreciones vaginales, hasta el momento, no hay evidencia de transmisión por vía sexual.
En el ámbito familiar, la presencia de hijos en casa, el teletrabajo y la imposibilidad de salir a la calle, han hecho que las personas no tengan un espacio propio y por lo tanto que fuera muy difícil crear un momento de intimidad (Ibarra et al., 2020). El hecho de pasar la mayor parte del tiempo en casa ha dado lugar a que aumentaran los conflictos en las parejas convivientes, como lo demuestran investigaciones anteriores.
Por otro lado, las parejas no convivientes han estado largos periodos de tiempo sin mantener contacto físico por miedo a enfermarse, aunque contaban con la herramienta de internet para satisfacer sus deseos sexuales. Las personas sin pareja sexual estable han tenido que reducir o evitar los encuentros sexuales, sin embargo, gracias al tiempo libre y a no tener obligaciones sociales podían descubrir nuevas preferencias sexuales y autoexplorarse.
La pandemia ha ido avanzando y cambiando con el pasar de los meses han sobrevenido la relajación de medidas restrictivas. Luego de pasar algunos meses en casa, la idea de salir y ver a nuestros seres queridos se convertía en lo más deseado. Sin embargo, las personas no dejaban de sentir miedo de contagiarse.
Internet ha proporcionado a la sociedad una manera de mantener el contacto con los seres queridos. En este ámbito, uno de los fenómenos que ha ido aumentando desde la declaración del coronavirus como pandemia, es el sexting. Esta práctica se define como el envío de mensajes, fotografías o vídeos de contenido erótico y sexual (Agustina y Gómez Durán, 2016). Las nuevas tecnologías ofrecen a la sociedad una manera de mantener relaciones interpersonales.
El aumento de la ansiedad puede “dar entrada a que el individuo tenga un consumo excesivo de pornografía a consecuencia de estados emocionales negativos». Se habla de “una conducta de adaptación sexualizada», enfatizando el aumento del acceso a páginas de pornografía en el mundo a lo largo del confinamiento, así como la violencia sexual.
Se ha visto un crecimiento en las búsquedas y visitas a las más grandes plataformas de pornografía en línea. Dadas las repercusiones que el consumo de pornografía puede tener para el desarrollo de modelos y valores sexuales, así como su interacción con conductas sexuales problemáticas como la adicción.
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