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El pueblo de Judá


Enviado por   •  10 de Noviembre de 2013  •  Ensayos  •  2.207 Palabras (9 Páginas)  •  267 Visitas

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Era el pueblo de Judá, Daniel era un pastor humilde estrictamente dedicado a sus animales y a su familia para poder sobrevivir cada día; además era un siervo de Dios, leía su palabra y siempre oraba tres veces al día como buen cristiano, iba a la iglesia conjuntamente con la familia y ofrecía al señor el sacrificio de sus ovejas, pues en ese entonces era una costumbre. En su morada habitaba la paz, justicia y amor mutuo de los que integraban su familia.

Desde muy pequeño trabajaba con su padre en una carpintería donde Daniel estaba encargado de contar los materiales de uso, a efecto de eso desarrolló su habilidad matemática, muchos se dieron cuenta de esta virtud entonces Zebelet, amigo del padre de Daniel a la vez un comerciante que se dedicaba a la venta de cuantiosas frutas, pidió ayuda al joven a cambio de algunas recompensas ya sea dinero, comida o ropa, Daniel campechano aceptó rápidamente la propuesta, pues estaba excitado por su primer empleo asalariado. De esa manera se fue desenvolviendo realizando la función sobre el promediar las cuentas de la venta de cada día que realizaba Zebelet en su comercio, este ganaba muy bien así que se mantuvo en el trabajo por más de un año, hasta que llegó un día cualquiera, donde las cuentas no encajaban perfectamente como siempre solía pasar, Zebelet con una confianza plena en Daniel dejo que este arreglara el asunto y lo evaluaran al día siguiente, pues el empresario se sentía seguro de la capacidad de resiliencia de Daniel en el ámbito económico.

Al día siguiente Daniel se encuentra con zebelet donde le dice:

-Guía, lamento decepcionarlo de esta manera, pues habéis equivocado en darme la lista de las ventas porque no ensamblan con el presupuesto.

-¡Pero como! yo te he proporcionado todo el dinero que recaudé el día de ayer ¡No es posible!, necesito que saques bien el presupuesto, porque tengo que pagar una deuda al gobernador, este me está amenazando con que me va a cerrar la empresa. ¡Por favor saca bien las cuentas, hoy no habrá ventas, soluciona el problema!

Daniel ofuscado y aturdido, sin saber qué hacer, se siente impotente del no poder contarle a Zebelet que la situación del presupuesto está en riesgo y total perdida de la ganancia, lo que él decide retirarse del lugar.

-Guía tratare de solucionarlo, pero proporcióneme tiempo.

-Siga, a la mañana siguiente lo espero aquí para que me haga entrega de todo el dinero que hemos juntado en el trimestre.

Daniel cuando se retiró recordó que había dejado todo el dinero en su vivienda, sin saber que había llegado un primo lejano de parte de su madre, este tenía antecedentes de robo en el pueblo pero nunca lo demostraron. Al llegar a casa se encuentra con la sorpresa.

-Buenas tardes primo Daniel, hace tiempo que no les habéis visto a usted y a su familia y quise visitarlos en un corto tiempo a su posada.

-Bienvenido seas primo Juan, aquí siempre será recibido con honra y la gracia de Dios. Pero me disculparas, tengo que ir a mi habitación a efectuar algunas cuentas.

-Pase usted primo. Un gusto saludarlo.

Daniel a toda prisa se dirigió a su habitación donde en una caja almacenaba todo el dinero, sacó todo y empezó a calcular los promedios mensuales, semanales y diarios, sin darse cuenta que por la puerta estaba siendo acechado por Juan, a este le abundaba el sentimiento de la avaricia relacionado con el dinero, era una persona que estafaba y robaba a gente del pueblo, algunos lo sabían, otros no pero la familia de Daniel confiaba en que Juan no iba a atentar algún plan malévolo contra ellos.

No se soluciona el problema de las cuentas, Daniel estaba completamente seguro que Zefelet había sido estafado en la venta de las frutas, por esa razón no encajaba los distintos promedios financieros. Ellos conversaron, el comerciante creyó en la conclusión de Daniel, pues le tenía una plena confianza, Zefelet pasó por alto esta confusión por ser la primera vez.

Cuando llegó el día de la entrega del dinero trimestral a Zefelet, una noche antes, Daniel rebuscó el sitio donde guardaba el dinero, raramente no estaba allí pero lo tomo con calma y pensó que tal vez estaba en otra parte, se puso a buscar en toda su habitación pero no la encontraba, empezó a preocuparse y a temer que no iba a encontrar el dinero.

-¡Dios mío! ¡Donde está el dinero! , me siento despistado últimamente en las cuentas ¡No sé qué me pasa!

La mayor parte de toda la noche se pasó buscando el dinero pero no lo halló, cuando de repente le pasó un momento de recuerdos.

-¡Juan!, es él, ¡quien podría sacar el dinero de aquí!

Al siguiente día se dirigió a zefelet rápidamente y le cuenta sobre la ausencia de todo el dinero a lo que este enfurecido responde:

-Yo no te creo, ya me contaron de que familia provienes y que tipo de familia tienes ¡quiero que devuelvas mi dinero y nunca volveré a confiar en ti! Que creíste!, que te iba a volver a creer, de seguro lo que me disertaste del presupuesto fue una vil mentira! ¡Claro! eso viene de familia, ¡eres un mentiroso!, lamentablemente creí en ti y tus falsas palabras ¡yo que me esforcé en salir adelante trabajando! y tú carcajeándote, disfrutando de mi dinero ¡me encargaré de hundirte hasta verte lejos de aquí!

-No estoy mintiendo amo, le estoy diciendo la verdad.

-No sigas mintiendo, ¡maldito estafador!, Tú te robaste todo mi dinero y me has estado engañando todo este tiempo, ¡maldito avaro! , Te reportaré con las autoridades.

Daniel, una persona pasiva no dijo nada y no le terminó de explicar sobre Juan y el robo que lo había realizado su primo, sin saber que decir, solo se retiró.

Daniel siempre ignoró sobre las sanciones que se daba a los estafadores en el pueblo, estos eran exiliados de Judá con la presencia de las pruebas. Luego de unas horas llegaron un gran grupo de personas del pueblo decididos a sacar a Daniel violentamente del poblado, lógicamente todo esto lo armó Zefelet.

-¡Es un estafador! , debe pudrirse en el infierno

-¡quémenlo vivo!

-¡No merece que le llamen Judío ¡

Fue una dura situación para Daniel, saber que el poblado, muchos de ellos que lo conocían lo estaban maltratando. Lo agarraron a golpes por ser un ladrón, lo molieron a palos, hasta que él pudo escapar del territorio sin ningún implemento

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