El síntoma en la teoría psicoanalítica

El síntoma en la teoría psicoanalítica

En este ensayo busco abordar a el concepto de síntoma, cual es su conceptualización desde un punto de estudio del psicoanálisis de S. Freud, el camino para su formación, los elementos que participan en la creación del síntoma desde la teoría freudiana tomando en cuenta al síntoma como una formación del inconsciente que es histórica es decir que no es lineal que puede ser de un origen de la infancia y teniendo en cuenta a la represión y las pulsiones como puntos importantes para la creación de los síntomas. Se propone un recorrido por la concepción psicoanalítica del síntoma.

En primer término, se delimita lo esencial de la elaboración freudiana en la segunda tópica como forma de explicar la inercia que el síntoma presenta en la clínica. Para ello se realiza un estudio del síntoma a la luz de nuevos conceptos aportados por la segunda tópica: la repetición, la pulsión y la teoría de la angustia; estudios que permiten explicar la última elaboración del síntoma de Freud: además de ser un mensaje que sustituye una idea reprimida, el síntoma está directamente relacionado con las pulsiones.

Para el psicoanálisis el síntoma está ligado directamente a la causa de la enfermedad. Es decir, es una organización neurótica que tiene una serie de posibilidades y caminos para crear una forma sustitutiva del problema original, es una forma que sustituye al conflicto y lo “soluciona” crea una estabilidad emocional, podría decirse que se crea un acuerdo donde si esta presente el problema pero viene disfrazado o esta presente de otra forma es decir un síntoma.

El psicoanálisis confía en el síntoma porque no lo considera un desecho, sino una formación que obedece a ciertas reglas. El síntoma constituye la enfermedad y al mismo tiempo, es el intento de curación que el propio sujeto del inconsciente lleva adelante. En la búsqueda de las causas y en la dirección de la cura, debe darse prioridad al síntoma, un fenómeno más estructurado que el estado de ánimo. Esto implica que su clasificación puede responder a criterios más allá de los comportamientos, donde el criterio predominante sea lo cualitativo y no lo cuantitativo, como ocurre nivel de la valoración de los trastornos en la psiquiatría.

Hablando dentro del campo de la neurosis obsesiva, los síntomas neuróticos tienen su sentido como las formaciones del inconsciente ya sean sueños o actos fallidos y también tienen su relación con las personas que los presentan. En la neurosis obsesiva a diferencia de la histeria sus síntomas no se presentan por lo general en el cuerpo si no a nivel del alma y puede exteriorizarse, como menciona en el sentido de los síntomas, que el pensamiento de los sujetos es invadido por pensamientos que en verdad no les interesan sienten en el interior impulsos que les parecen un poco extraños y algunas veces los mueve a realizar acciones que no les causan gusto alguno.

Las representaciones, impulsos y acciones enfermizos en modo alguno se mezclan por partes iguales en cada forma y caso singular de la neurosis obsesiva.

Al enfermo no se le puede decir que simplemente se distraiga o elimine estos pensamientos, el enfermo lo único que puede hacer es desplazar o mover sus pensamientos de una prohibición a otra, puede desplazar la obsesión pero no suprimirla. La desplazabilidad de los síntomas es un carácter principal de su enfermedad.

Como ya mencione para que exista el síntoma debe de existir una represión que puede ser el destino de una moción pulsional que choca con resistencias que quieren evitarla, en la lectura “La Represión” S. Freud” menciona que en el caso de la pulsión no se puede escapar de ella porque el “yo” no puede escapar de si mismo.

Una pulsión puede ser reprimida debido que al cumplirla se pueda llegar a sentir mas displacer que placer alguno entonces esta se reprime, la experiencia psicoanalítica en la neurosis de transferencia llego a

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