Embarazo En La Adolescencia

INTRODUCCIÓN.

Más del 20% de adolescentes concibe un hijo hacia los 18 años, a pesar de la disponibilidad de programas de educación sexual. En gran medida la explicación para esta sorprendente estadística radica en que la mayor parte de los jóvenes adolescentes esta a nivel de pensamiento que Piaget describió como Pensamiento Operacional Concreto, aborda los problemas con mucha lógica, pero a pesar de ello, solo puede pensar en función de cosas concretas que puede manipular o imaginar que manipula, en cambio que los adultos pueden pensar en términos abstractos, formular y aceptar hipótesis o bien rechazarlas sin probarlas antes, por lo que el sexo planeado, el reconocimiento de que una relación sexual pueda llegar a ocurrir, y reconocer que puede presentarse un embarazo, simplemente no forman parte del modo de pensar del adolescente.

El 82% de las jóvenes adolescentes que nunca utilizaron medios de control de la natalidad dijeron que no pensaban que pudieran quedar embarazadas y más del 70% de todos los adolescentes desaprobó la planeación de las relaciones sexuales. Entre aquellos que utilizaban métodos de control, el 45% admitió ser poco cuidadoso en su uso. Las observaciones de una Jovencita ilustran este hecho muy bien: “realmente no lo relacionas, ¿ves?, hasta que estas embarazada. Como nunca ha pasado, te dices, ¿por qué tendría que pasar? Nada más no te preocupes por ello. No crees que pueda pasarte a ti”(Sorensen, 1973).

Tanto los adultos como los adolescentes en general tienden a considerar que el uso de los anticonceptivos es difícil y problemático (Brooks-Gunn y Furstenberg, 1989). La torpeza e incongruencia que caracteriza la actitud de tantas personas respecto al uso de anticonceptivos ponen en riesgo a adolescentes y adultos sexualmente activos, no solo por el embarazo no deseado, si no también por enfermedades de transmisión sexual.

En el caso de los adolescentes que se convierten en padres, las consecuencias de la paternidad, son con frecuencia catastróficas, puede provocarle serios trastornos biológicos, sobre todo si es menor de 15 años, en especial consecuencias negativas para los que carecen de apoyo de sus padres o que viven en comunidades pobres. Y en las madres, cuya maternidad en general produce efectos negativos serios en la educación, los prospectos económicos y en la estabilidad matrimonial. (Hoffertth y Hayes, 1987).

El surgimiento de sentimientos sexuales en los adolescentes va seguido por la necesidad de intimidad y mezclado con el, la mayor parte de los adolescentes están deseosos de iniciar una relación con una persona del sexo opuesto para solidificar la identidad sexual y reforzar una autoestima frágil.

EMBARAZO EN LA ADOLESCENCIA.

La maternidad y paternidad son funciones de la edad adulta, independientemente de cuanto dure o cuales sean las características de la adolescencia en una cultura determinada. Por esa asincronía en la maduración de las diferentes esferas (biológica, psíquica y social), una adolescente tiene la posibilidad de quedar embarazada sin haber cumplido todavía las tareas del adolescente para llegar a la adultez.

El embarazo sorprende a la mayoría de las adolescentes, es algo que ni ellas ni sus parejas esperaban, aunque tuvieron relaciones sexuales sin el uso de métodos anticonceptivos. El descubrir que están embarazadas, el temor de las reacciones que esto generara en muchas familias, el aceptar la idea y pensar en diferentes estrategias para enfrentar la situación, también se genera el temor que su familia les imponga abortar, perder su trabajo, su lugar de la escuela, esperan que el embarazo sea avanzado para decidir comunicarlo o tener atención medica.

El embarazo no deseado en un adolescente es un problema social cada vez más frecuente a nivel mundial. Los adolescentes inician sus relaciones sexuales cada vez a más temprana edad trayendo aparejadas diversas consecuencias como lo es un embarazo. Este evento produce riesgos a nivel social como lo son familias con mayor número de hijos, mayor deserción escolar, desempleos o empleos mal remunerados, alta proporción de hijos ilegítimos. Repercute también en la salud de la madre y el recién nacido, aumentando el riesgo de morbimortalidad de ambos, y más aún cuando el embarazo se produce en cercanías de la menarquía.

El embarazo en la adolescencia se define como el que ocurre dentro de los dos años de edad ginecológica, entendiéndose por tal al tiempo transcurrido desde la menarca y/o cuando la adolescente es aún dependiente de su núcleo familiar de origen. Ha sido llamado también el síndrome del fracaso, o la puerta de entrada al ciclo de la pobreza.

El embarazo en la adolescencia es una crisis que se sobreimpone a la crisis de la adolescencia. El embarazo irrumpe en la vida de las adolescentes en momentos en que todavía no alcanzan la madurez física y mental, y a veces en circunstancias adversas como son las carencias nutricionales u otras enfermedades, y en un medio familiar generalmente poco receptivo para aceptarlo y protegerlo.

Además de repercutir sobre su esfera social, se interrumpe el proyecto educativo y surge la necesidad de ingresar prematuramente a un trabajo, generalmente mal remunerado. La censura social sobre la adolescente y su familia se hacen evidentes, se desencadenan matrimonios apresurados que generalmente no duran con las subsiguientes repercusiones sociales, económicas personales y sobre la salud de los hijos.

El embarazo adolescente esta asociado con una mayor fecundidad a lo largo de la vida. Según datos recientes, las mujeres que tuvieron su primer hijo antes de los 18 años alcanzaron una descendencia de los 4.8 hijos, doce años después del nacimiento del primogénito. En contraste las mujeres que tuvieron su primer hijo a partir de los 23 años de edad, presentaron una fecundidad de solo de los 3.2 hijos 12 años mas tarde.

Gutiérrez (2004) dice que la sexualidad es fuente de comunicación y se presenta principalmente en tres zonas:

• Biológica, que se expresa en los aspectos fisiológicos.

• Erótica, relacionada con la búsqueda de placer.

• Moral, expresada en los valores y normas propias y de la sociedad.

FACTORES EMOCIONALES:

González (2004) señala que “se desarrollan reacciones de angustia propias del momento y trastornos en el proceso normal del desarrollo de la personalidad”;

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