En la vida cotidiana alguien me cuenta un problema y yo lloro, pero en el trabajo no

“En la vida cotidiana alguien me cuenta un problema y yo lloro, pero en el trabajo no”

Stella Maris Nicuez es una excelente psicoanalista del siglo XXI. En ésta entrevista nos hablará sobre su vida como estudiante de la UBA y el ejercicio de su profesión en la actualidad.

¿En qué se desempeña específicamente?

Soy psicóloga clínica y trabajo en un Hospital de emergencia psiquiátrica en consultorios internos de adultos.

¿Cómo se decidió por la psicología?

En mi adolescencia, a los 15 años más o menos, había muchas opciones del psicoanálisis. Me acerque a una biblioteca, pedí algunos textos de Freud. Y así me fui entusiasmando, quería psicología y así fue. Era como una vocación fuerte así que cuando termine la secundaria, me inscribí.

¿Dónde estudió?

Digamos que en la UBA. Yo soy de la época de la dictadura, entonces empecé en la UBA, se cerró la carrera… Ante esa alternativa, me fui a Necochea. Después intenté en Mar del Plata hasta que hubo un problema. Fui desaparecida por una semana más o menos. Entonces por eso me fui de Mar del Plata y trate de seguir acá, y terminé acá en la UBA.

¿Era la única opción que tenias como carrera?

No, no, como opción, solo esa. Cuando se cerró la carrera, que yo volví a Buenos Aires había mucho lío, así que intenté Óptica, ¡pero fue debut y despedida!

¿Qué pensaban tus padres de tu carrera elegida?

Ellos estaban contentos porque además, de la familia materna y paterna, era la primera que iba a encarar una carrera universitaria.

¿Cómo es la vida de un estudiante de psicología?

Yo tengo una particularidad, sobre todo en el 75% de la carrera, digamos desde el inicio, yo era una estudiante que venía de provincia, una inmigrante. Como hay otros en la UBA que vienen de otros lugares, otras provincias. Y bueno, yo trate de ir alquilando alguna casa de familia,  después viví con mis tíos. La particularidad fue esa, tuve que viajar para estudiar, desde Luján inclusive.

La vida del estudiante universitario depende del grupo de amigos que tengas. Yo tenía amigos que estudiaban en La Plata y ahí todos eran de provincia, una fiesta.

¿En qué lugar ejerce su profesión?

Bueno… en un hospital de emergencias. Primero entré a la Municipalidad como administrativa, después me recibí, gestioné y gestioné por varios años hasta que logre pasar a la parte de Medicina Laboral y después, con el tiempo, pude pasarme al hospital de emergencias.

¿Cuánto tiempo le dedica al trabajo?

Mi trabajo es de 8 horas por día en el hospital y a eso se le agregan unas horas más de consultorio.

¿Cuáles son sus principales referentes en la profesión?

Y digamos que yo soy Freudiana, básicamente, dentro del psicoanálisis.

¿La profesión le trajo problemas en el ámbito familiar?

No, no. Salvo que tengo un paciente que llama por teléfono siempre a cualquier hora, ¡pero todos ya lo conocen!

¿Cómo maneja el hecho de no involucrarse en las angustias de los pacientes?

Te diría que hay muchos herramientas, en general uno ahí puede conmoverse por alguna situación pero no llorar con los pacientes, porque si no estamos haciendo lo mismo. Tenemos que guardar cierta distancia, para mí se me hace mecánico eso. En la vida cotidiana alguien me cuenta un problema y yo lloro, pero en el trabajo no. Y son varias cosas, son varios años de análisis, herramientas teóricas, a mi me enseñaron a pensar algo mas, no solo lo que el paciente te está contando. También se vuelve una necesidad y una urgencia tener cierta distancia con el paciente porque sino no se puede pensar.

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