Enfoque Trasdiagnóstico

Al plantearse protocolos de tratamiento basados en evidencia empezamos a contar con una serie de protocolos con pruebas de que eran eficaces, estos protocolos eran para los distintos trastornos, pero se observó una importante comorbilidad entre los distintos trastornos. Entonces surge el interrogante de si es mejor plantear un protocolo general para tratar a distintos trastornos dentro de una misma gama, como por ej, los trastornos alimentarios, que es más lo que comparten que lo que los diferencia, o los trastornos emocionales, o si es mejor seguir utilizando los protocolos para cada uno de los trastornos cuya eficacia ya fue comprobada.

El enfoque transdiagnóstico no solo genera cambios en la clínica sino también en la concepción de la patología.

El transdiagnóstico es entender los trastornos mentales sobre la base de un conjunto de procesos cognitivo-conductuales comunes -sean causales o mantenedores de los trastornos-. Estos procesos comunes permiten agrupar a los trastornos. Es un enfoque que apunta más hacia la psicología dimensional que a la categorial.

El transdiagnóstico no es que rechace el enfoque individual o rechace el categorial, sino que pone las bases de dimensiones comunes, por ejemplo el modelo tripartito del afecto negativo (neuroticismo de Eysenck) en que se propone una nueva clasificación de los trastornos anímicos, ubicando en el grupo llamado distrés (angustia) al trastorno de ansiedad generalizada y el depresivo, y por otro lado un grupo más de miedo.

Ahora se habla mucho de espectros, es decir, de dimensiones en las cuales se agrupan los trastornos.

La cuestión de integrar hoy es muy importante.

En el estudio realizado en 2004 por el grupo de Harvey (así suena) se aislaron 14 procesos transdiagnósticos asociados a 5 áreas. Estas 5 áreas eran la Atención (por ej, la atención selectiva asociada con la autofocalización negativa), problemas de Memoria , de Razonamiento (las expectativas, las Preocupaciones (rumiación, preocupación) y problemas de conducta (como la evitación). Nos están dando una estructura para que nosotros podamos trabajar como psicólogos científicos.

No se trata de integrar el psicoanálisis, con la terapia de conducta, con la humanista. El tratamiento transdiagnóstico no está rechazando nada pero se basa en bases científicas que le dan lugar.

Hay cuatro grandes grupos de tratamiento, el de Norton, el de Barlow (Protocolo Unificado), el de Boston, y el de Titot (Australia)

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